Hollywood quería recuperar el interés por su premio más importante, el Oscar. Y lo logró. No como lo esperaba, sino de una manera muy lamentable. Pero el incidente puso el foco en lo que, tal vez, de ahora en adelante, deberán replantearse sobre el humor en este tipo de ceremonias.
La entrega 94 del premio de La Academia, el más importante del mundo del entretenimiento, transcurrió como se pensó hasta que Will Smith puso la guinda. Luego de una broma que su colega, el humorista Chris Rock hizo sobre su esposa, Jada Pinket Smith; el protagonista de King Ricard subió al escenario y le dio una fuerte cachetada.
No conforme con eso, al volver a su sitio comenzó a gritarle improperios a un Rock que se quedó frío por el golpe; trató de sonreír todo el tiempo y terminó su participación como pudo. La actitud del humorista hizo pensar, por un momento, de que se trató de algo ensayado. Pero el rostro enojado de Smith, no.
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Rock le dijo a Jada que con su look podría “protagonizar G.I. Joe 2”; en referencia a la película original que hizo Demi Moore con el cabello rapado. El asunto está en que Pinket no lleva el cabello así por gusto, sino porque sufre de alopecia. “Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu puta boca”, le dijo en varias oportunidades. A lo que Rock, con risas nerviosas, accedió y siguió en lo suyo.
Las lágrimas en el Oscar
Minutos más tarde, el mismo Smith subió al escenario a recibir su estatuilla como Mejor actor y lloró. Sin mencionar al humorista, quiso disculparse diciendo, entre otras cosas, “El amor te hace hacer locuras”, dijo en alusión al episodio visto en vivo en televisión abierta y en todo el mundo.
Antes de concluir la gala, La Academia, responsable de los premios Oscar, tuiteó que «no aprueba la violencia de ninguna forma»; en relación con lo sucedido, aunque sin nombrar a los involucrados.
Con el episodio Smith-Rock la premiación pasó a un segundo plano. Tal vez solo los participantes de CODA pudieron celebrar como quería. El drama sobre una familia sorda se impuso ante las grandes favoritas y se llevó tres premios. Incluido el de mejor película; marcando un récord al convertirse en la primera producción en streaming al ganar el premio más importante. Un hito que Netflix ha buscado por años y le fue arrebatado por esta de Apple TV.
La cinta dirigida por Sian Heder logró también premios como Mejor guion adaptado y mejor actor de reparto, Troy Kotsur.
La presencia latina se hizo sentir durante la gala con las presentaciones de Sebastián Yatra, por el tema de Encanto; Luis Fonsi y Becky G, por el de We Don’t Talk About Bruno. Asimismo, el primer premio de la noche fue para la actriz de raíces latinas Ariana DeBose, quien obtuvo el Oscar como Mejor actriz de reparto; por su papel de Anita en la West Side Story, de Spielberg. Es la segunda vez, con cinco décadas de diferencia, que el mismo rol le da el mismo premio a su intérprete. En esa oportunidad lo ganó Rita Moreno.
Si el comienzo en verde limón con Beyoncé auguraba que la noche sería muy distinta a las tres últimas entregas; el final lo coronó aun pese al incidente. Liza Minelli apareció sonriente y cantando mejor nunca junto a Lady Gaga. Fueron el corolario para entregar la estatuilla más importante; de un Óscar que buscó recobrar su brillo después de la pandemia.
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