En los últimos años el frijol mungo -conocido como frijol chino o frijol verde- se ha convertido en el principal producto de exportación de los campos venezolanos. De hecho, Venezuela acordó con Vietnam exportar este rubro como parte de los acuerdos comerciales entre ambas naciones.
El presidente de la Cámara Empresarial Venezolana Vietnamita (Cavenviet), Oswaldo Hernández, detalló que esperan que las cifras comerciales por la exportación de frijol mungo «se dupliquen y hasta superen los 70 millones de dólares a finales de 2023»; y augura que también para este año «la balanza comercial se duplicará a nuestro favor con relación a Vietnam”.
Ramón Elías Bolotín, ingeniero agrónomo y presidente de la Asociación de Productores de Portuguesa, recalcó que «Venezuela está llamado a ser un gran proveedor» de frijol mungo al mercado internacional.
«El frijol mungo es consumido principalmente en los países asiáticos y árabes (…) De hecho, el frijol mungo ocupa en volumen de producción el principal producto de exportación», por lo que «es muy importante el mercado vietnamita porque son 80 millones de personas demandantes de este producto», dijo.
Precisó que 95% de la producción de frijol mungo se cultiva en el estado Portuguesa, el resto se divide entre Barinas y Cojedes.
«Hemos ocupado el primer lugar en Latinoamérica de producción y exportación de frijol mungo. Hemos incluso pasado los niveles de exportación de Brasil y Argentina, que son dos grandes exportadores. El más grande exportador mundial, es Australia y Venezuela se posiciona en los primeros lugares de exportadores mundiales de frijol mungo. El año pasado se exportaron 80 mil toneladas», destacó el también presidente de Oleaginosas de Fedeagro.
Exportación de frijol mungo en peligro por falta de combustible
A pesar de la capacidad de producción de frijol mungo que tiene Venezuela, la falta de combustible pudiera afectar los compromisos de exportación si no se atiende esta situación.
«La siembra corre riesgo de no hacerse en cantidades suficientes por la escasez de gasoil. Actualmente, menos de 4% de la superficie estimada de siembra se ha logrado sembrar por la escasez de combustible que mantiene Venezuela», advirtió Bolotín.
Enfatizó que «prácticamente la siembra y la preparación de tierra para frijol mungo están paralizadas por la escasez de combustible en el estado Portuguesa. Podemos perder todo ese esfuerzo que se ha hecho, tratando de ganar el mercado exterior, tratando de posicionar un producto de exportación de origen 100% venezolano».
El ingeniero agrónomo ratificó que el país tiene las condiciones agronómicas para ser un productor importante y posicionarse en el mercado internacional de frijol mungo y abastecer el consumo interno.
«Existe un potencial hasta para producir 300 mil hectáreas de frijol mungo si se quiere en estas tierras. Podemos ser líder mundial en exportación si nos proponemos y ayudamos sobre todo a asentar la comercialización”, indicó.
Agregó que cualquier “excedente tumba el precio y por eso es importante tener la salida del consumo nacional. Cuando hay una sobreproducción, que no se pueda exportar por cuestiones de logística, que sea consumido por el pueblo venezolano, que es una proteína barata para el consumidor nacional», añadió Bolotín.
Consumo nacional de frijol mungo
Bolotín recordó que el frijol mungo se consumía en Venezuela principalmente a través de la caja CLAP, que otorga como «beneficio social» el gobierno de Nicolás Maduro, pero era un grano de mala calidad que fue rechazado por el consumidor nacional.
«Hubo un mal manejo, donde el frijol chino, frijol verde, deteriorado, que era para consumo animal, fue mezclado con frijol para consumo humano. Se empaquetó y se puso en las cajas CLAP. Esto trajo el rechazo de la población porque era un frijol de mala calidad y trajo una mala imagen, lo que obligó al Ejecutivo nacional de prohibir el frijol mungo en las cajas CLAP», sostuvo.
Pidió que esta medida sea nuevamente evaluada por el gobierno, con el fin de que sea derogada e impulsar el consumo nacional de frijol mungo.
«Esta medida, que debió ser transitoria, se convirtió en permanente, limitando al pueblo venezolano el acceso a una proteína vegetal muy barata (…) Lamentamos eso y pedimos la derogación de esa medida para que ese frijol pueda ser drenado y consumido por los venezolanos, sin que haya problemas de comercialización como pasó el año pasado, que cayó el precio interno y la siembra esperada ha sido muy baja por esa razón», expresó.
Ciclo siembra 2023-2024
Para el ciclo de siembra de verano 2023-2024 de frijol mungo, se estima alcanzar 60.000 hectáreas de producción.
«Para eso requerimos 6 millones de litros de combustible diésel y eso se requiere en este mes de noviembre. Estamos urgidos de ese diésel que llega a cuenta gota y que tiene prácticamente paralizadas todas las labores del campo de preparación de tierra y siembra», alertó Bolotín.
Indicó que el frijol mungo se siembra en el ciclo de verano, después que finaliza el ciclo de invierno. Es decir, «después que se cosecha el maíz se siembra el frijol mungo, básicamente en los meses de noviembre y parte del mes de diciembre, y se cosecha entre febrero y marzo, en época seca».