«No habrá aumento del salario mínimo hasta mayo. Hasta entonces se espera que se produzcan aumentos del ingreso vía bono Contra la Guerra Económica que podría ser indexado al dólar», señala Síntesis Financiero en su cuenta de Twitter.
El próximo mes de marzo se cumple un año desde que la administración de Nicolás Maduro aumentó el salario mínimo por última vez, el cual lo fijó en 130 bolívares mensuales, que para ese entonces equivalían a 30 dólares -seguía siendo insuficiente para cubrir la canasta básica- pero hoy, al cambio oficial, no llega a los 6 dólares mensuales.
Sin embargo, la estrategia de incrementar el salario mínimo en Venezuela ha sido insuficiente para recuperar la capacidad de compra de los trabajadores, y otras alternativas como el pago de bonos en bolívares y en dólares han sido insuficientes.
Los altos índices de inflación y la devaluación del bolívar terminan por pulverizar los ingresos. Así que las exigencias de aumentar el salario de los trabajadores del sector público se han convertido en un constante llamado de atención para el Gobierno.
Hoy, la propuesta de indexar el salario al dólar no solo ha surgido de los trabajadores y organizaciones sindicales, sino también de representantes del oficialismo, aunque estos últimos se inclinan más en que sean los bonos que otorga el Ejecutivo los que se indexen a la divisa estadounidense.
Incluso, la indexación salarial al dólar fue un tema que se quiso llevar a la mesa de reuniones en el Foro Económico Social que se realizó recientemente en Margarita, donde participaron representantes de las centrales de trabajadores, gremios empresariales, el Gobierno de Maduro y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Aunque no hubo humo blanco en esa materia.
Pero ¿qué implicaciones tendría en la economía una indexación de las remuneraciones? ¿Sería la opción más apropiada? ¿Debería ir acompañada de otras medidas? Son preguntas que surgen sobre esta propuesta y que los economistas Tamara Herrera y Aarón Olmos buscan dar respuestas.
Para Herrera, miembro de la firma Síntesis Financiera, «la indexación exacerbaría la espiral de inflación-devaluación, pero la precariedad del salario mínimo es social y humanitariamente insoportable».
Enfatizó que el incremento salarial debe ocurrir, «pero no como un elemento aislado y puntual». A su juicio, «urge facilitar la formalización de la economía y la mejora en la recaudación fiscal para evitar el financiamiento monetario del gasto público».
El descontrol de la inflación
Por su parte, el economista y profesor universitario Aarón Olmos explicó que el gran dilema de Venezuela es la inflación, independiente del monto al que eleven el salario o no.
Olmos considera que la indexación del salario y/o los bonos «hay que verlo con mucho cuidado», al recordar que la inflación de 2022 cerró en 234% según cifras del Ejecutivo, mientras que el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) la estimó en 300%.
«Por querer indexar quizás los bonos y el salario a la inflación acumulada conocida hasta 31 de diciembre de 2022, por un tema de justicia social, puede estar es echándole más leña al fuego y avivando ese fenómeno inflacionario», advirtió el economista.
El profesor universitario insistió en que para aumentar el salario mínimo de los trabajadores es necesario que haya capacidad productiva, generación de empleos, exportación de excedentes y exportación de productos tradicionales y no tradicionales.
«No puedes embarcarte en una política de aumento salarial si no tienes como sustentar ese salario en el tiempo», apuntó Olmos, al recalcar que también se debe tomar en cuenta que la nómina del sector público ronda por los 7 millones de trabajadores.
El economista aclaró que «la indexación es el proceso a través del cual, bien sea un salario o un monto, se ajusta al término de la inflación conocida». En este caso, se tomaría la del Banco Central de Venezuela (BCV), que cerró el año pasado en 234%.
«Lo que esto significa es que si vas a indexar los bonos, el salario o cualquier cosa, tendrías que subirle 234%. Es decir, 2.3 veces el monto que estaba dando antes, por lo menos en moneda nacional. Y si esto es así, vamos a tener mayor cantidad de bolívares en el mercado que va a presionar esos precios hacia arriba. Va a continuar con el círculo vicioso de la inflación», puntualizó Olmos.
Al ser consultado sobre cuál sería el propósito del Gobierno de indexar los bonos al dólar, indicó que el salario tiene implicaciones de pasivos laborales, cálculos de vacaciones, de liquidaciones, contratos colectivos, entre otros aspectos, por lo que «tocar el salario es tocar una estructura mucho más grande que solamente un bono, que se puede ajustar por un decreto»,
Es de la opinión que quizás el Ejecutivo contemple solo indexar los bonos y no el salario porque «le saldría más barato, a largo plazo, aumentar un bono puntualmente que ajustar toda la estructura”. Recordó que en el “espíritu de la Ley Orgánica del Trabajo” está que cuando se varía el salario “siempre es hacia arriba, porque la intención es mejorar al trabajador y nunca desmejorarlo”.
Así que «para el Ejecutivo quizás tendría más sentido mantenerse en un esquema de afectar solamente bonificaciones y no salarios», puntualizó Olmos.