El subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, aseguró que Venezuela sigue en mora con el Fondo Rotatorio para la adquisición de vacunas contra la COVID-19. “La deuda de Venezuela sigue pendiente. Entiendo que hay un esfuerzo de parte del gobierno de encontrar soluciones porque hay todo un tema con los fondos de Venezuela que están congelados en Europa y otras partes del mundo, Y se logró un acuerdo entre el gobierno, la oposición para que se pudieran usar esos fondos para la adquisición de vacunas contra la COVID-19, porque era una emergencia. Ahora se está trabajando para tener también esos fondos liberados para pagar la deuda”.
No obstante, dijo que pese a la deuda, “la OPS sigue trabajando con el gobierno de Venezuela para buscar alternativas, como donaciones de vacunas conjuntamente con otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas”.
Barbosa, explicó que, a través de estos acuerdos, se lograron 8.000.000 de vacunas para niños y niñas contra el sarampión, en 2019; así como también más 4.000.000 de dosis contra la fiebre amarilla, como donación para los venezolanos que viven en zonas de riesgo de esta enfermedad. “Sigue nuestro trabajo con el Ministerio de Salud de Venezuela para garantizar las vacunas”, detalló.
Insistió en la importancia de cumplir con los programas de inmunización: “Hay que buscar actualizar la vacunación de los niños y niñas. Esto es muy importante para seguir cumpliendo con todos los logros que tenemos en la región como la poliomielitis eliminada, el sarampión que sigue eliminado en todos los países de la región, a excepción de Brasil en estos momentos; así como muchas enfermedades prevenibles con vacunas que tienen una carga muy baja en la mortalidad de la región. Por eso, es necesario que los programas rutinarios de inmunización cuenten con todo el apoyo, para poder vacunar y proteger a las personas”.
Muertes por COVID-19 en aumento
La directora de la OPS, Carissa Etienne, informó que las muertes por COVID-19 siguen en aumento. “En la última semana, las Américas registraron 3.330.000 nuevos casos y más de 34.000 muertes relacionadas con COVID-19. Las muertes han aumentado durante seis semanas consecutivas”.
En la acostumbrada conferencia de prensa de la OPS de los miércoles, Etienne dijo que las hospitalizaciones aumentaron 19% en la región, siendo la COVID-19 más mortífera en las Américas que en otros continentes. “Cada vez que hay un repunte, hay un costo muy alto para las familias y las comunidades. Hemos perdido más de 2.500.000 personas en el transcurso de la pandemia. En el primer mes de 2022 han muerto tan solo más de 100.000 personas por este virus”.
La directora de la organización alentó a las personas que aún no se han vacunado a que cumplan con el cronograma y ofreció un balance de lo que se ha logrado en este particular: “Ya hemos entregado 100.000.000 de dosis contra COVID-19 en 33 países de América Latina y el Caribe, gracias al trabajo de Fondo Rotatorio de la OPS en coordinación con CovaX. También, agradecemos los donativos de vacunas por parte de nueve países, que han representado 30% de las 100.000.000 de dosis entregadas”.
“Ómicron nos sorprendió”
Sobre la aparición de ómicron, tras dos años de pandemia, Etienne, aseguró que la variante tomó por sorpresa a la población: “Esta variante se diseminó más rápido que las otras. Estamos manejando un volumen más grande de casos que nunca antes. Desafortunadamente, cuando llegó ómicron no utilizamos todas las herramientas que habíamos desarrollado para lentificar el contagio y prevenir las infecciones, teniendo en cuenta el nuevo tipo de patrones de transmisión que presenta ómicron”
Advirtió que el aumento de muertes y contagios tiene que ver con la reducción de las medidas de prevención en los países. “Demasiados lugares de la región siguieron como estaban antes de la ola. Las personas relajaron sus precauciones, viajaron, se reunieron en interiores sin máscaras con mucha frecuencia, creando oportunidades de contagio. La verdad es que las medidas de salud pública que se redujeron, fueron insuficientes para reducir la escala de esta ola. Ahora estamos manejando las consecuencias de esto: un aumento en las infecciones que están llevando a un aumento en las muertes”.
Dijo que la variante es una prueba de lo rápidamente que la situación puede cambiar. «Todavía seguimos sintiendo el peso de ómicron. La inacción no es una opción cuando hasta 34.000 personas han muerto de este virus cada semana durante las últimas semanas en las Américas. Esto significa que hasta 202 personas han muerto cada hora en esta región. Ésta no será la última variante y el futuro de la pandemia sigue siendo extremadamente incierto. Las decisiones que tomemos hoy podrán tener repercusiones durante meses y años en el futuro”.