Desde hace más de un año Marta Gerreta se deja la piel en organizar junto a su equipo unas cenas nada comunes. Para aquellos que quieren experiencias nuevas a la hora de salir fuera a cenar, este equipo de emprendedores gastronómicos ha creado las Foodie Pop Up Experience, unas cenas clandestinas organizadas en lugares insospechados y desconocidos para los comensales que se apuntan a ellas.
La aventura comienza cuando una pareja o un grupo de amigos decide apuntarse a la cena. Los organizadores les confirman la plaza pero no les informan de nada más. No es hasta dos horas antes del inicio del banquete cuando los comensales son informados a través de un mensaje del sitio donde se va a celebrar la cena.
Las ubicaciones suelen ser de lo más sonadas: invernaderos, tiendas de muebles, teatros, lugares de rodaje, y como es el caso del día que acudió HispanoPost, un amplio estudio fotográfico.
Los comensales tampoco saben el menú, por lo que hasta que no llegan a la gran cena desconocen qué cenarán. Con todo, se trata de una experiencia llena de magia y misterio que se ha convertido en todo un hit en Barcelona.
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