El pasado domingo 25 de octubre se llevó a cabo un simulacro de votación, organizado por el Consejo Nacional Electoral, de cara a las elecciones parlamentarias programadas para el 6 de diciembre. La presidenta del ente comicial, Indira Alfonso, calificó la jornada como exitosa y masiva y aseguró que el pueblo venezolano está dispuesto a ejercer su derecho al sufragio.
Pero en esta jornada de votación, que se llevó a cabo en las principales ciudades del país, no todo fue color de rosa. Algunas organizaciones especializadas como Súmate y el Observatorio Electoral Venezolano decidieron activar una jornada de observación del simulacro y detectaron un importante grupo de irregularidades que no fueron tomadas en cuenta y muchos menos mencionadas por los rectores del Poder Electoral.
En primera instancia, Súmate denunció que en la jornada del domingo los observadores detectaron irregularidades, como la instalación de puntos rojos del Partido Socialista Unido de Venezuela en las cercanías de los centros de votación, igualmente la solicitud del carnet de la patria para certificar la participación del elector en el simulacro. Incluso, algunos funcionarios del Consejo Nacional Electoral y miembros de mesa, no utilizaban de manera correcta los equipos de bioseguridad para evitar el contagio de COVID-19.
Los resultados de nuestra observación indican que en el simulacro de votación del CNE el pasado 25 de octubre el Ejecutivo Nacional probó la efectividad de sus mecanismos de control, como los puntos rojos, que estuvieron en 80,7% de los centros pilotos y en 77,3% de los centros no pilotos. También se probó la efectividad del carnet de la patria, que fue solicitado en 100% de los centros pilotos y no pilotos, reveló Súmate.
La organización civil también denunció que, según el cronograma electoral de las elecciones parlamentarias, los rectores del CNE aprobaron que la campaña iniciaría el próximo 3 de noviembre. Sin embargo, en un número importante de centros donde se llevó a cabo el simulacro hubo presencia de propaganda que favorece a distintos candidatos.
Los resultados de nuestra observación Cciudadana indican que el simulacro de votación del CNE fue utilizado para hacer campaña electoral en 82,5% de los centros pilotos y en 73,6% de los centros no pilotos, lo cual violó el artículo. 75.1 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre) que prohíbe la campaña adelantada, puntualiza la Súmate.
En cuanto al tema de las medidas de bioseguridad, la organización precisó que los funcionarios electorales no usaron correctamente el tapabocas como medida de protección ante el COVID-19 en 29,4% de los centros pilotos y en el 28,3% de los centros no pilotos. Igualmente, no se cumplió con las medidas de prevención a los contagios por COVID-19 en 74,1% de los centros pilotos y en 67,2% de los centros no pilotos.
Estudiamos hacer un nuevo simulacro
El actual vicepresidente del Consejo Nacional Electoral, Leonardo Morales, a pesar de las denuncias referidas anteriormente, calificó como positivo el simulacro de votación, y reveló que los rectores están estudiando la posibilidad de realizar un nuevo simulacro en los próximos días.
Yo tuve la oportunidad de ir a dos centros electorales en la urbanización Chacao de Caracas y no evidencié ningún tipo de irregularidad. El proceso de votación fue sumamente rápido, no duré ni un minuto votando y eso que utilicé el mecanismo de selección más largo, porque voté por distintos candidatos y por distintos partidos. Lo que sí te puede revelar es que ante la masiva participación que nos tomó por sorpresa, estamos estudiando en el seno del Consejo Nacional Electoral hacer un nuevo simulacro para que los votantes se sigan familiarizando con las máquinas de votación, precisó el funcionario.
Indicó que una decisión tomada al momento de hacer el balance de la jornada fue que se dejaran las maquinas de votación en los centros pilotos en todo el país para que los venezolanos puedan realizar el proceso de votación y aclarar cualquier duda con los funcionarios del Poder Electoral.
El simulacro fue un éxito. Si hubo irregularidades, estaremos pendientes para denunciarlas porque, sin duda alguna, es un delito que se utilicen autobuses y transportes de entes públicos para llevar a la gente del PSUV a votar. Por eso el llamado es a los funcionarios públicos que no se presten para este tipo de cosas porque están cometiendo un delito, sentenció Morales.
Al ser consultado sobre el número de personas que participaron en el simulacro, explicó que no tenía la información exacta. Pero aclaró que ese no era el fin de la jornada.
Lo que estábamos evaluando ayer era la relación que se presenta entre el elector y la máquina. Recordemos que se trata de una máquina nueva, de una nueva tecnología; una máquina electoral distinta a la anterior, dijo.
Afirmó que durante la simulación no se intentó obtener resultados del simulacro, sino únicamente verificar que las máquinas transmitieran la señal adecuadamente.
Me dieron una caja CLAP
HispanoPost pudo conversar con un habitante de la parroquia El Valle de Caracas, quien explicó que participó en el simulacro de votación del pasado domingo y como recompensa le dieron una caja con alimentos distribuidos por los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción).
Yo no soy de ningún partido político, pero el domingo a las 10 de la mañana llegó un vecino que es delegado del PSUV y me dijo que si quería ganarme una caja CLAP tenía que participar en el simulacro electoral y bueno me fui con él y otros más hasta el liceo Fermín Toro. Hicimos una cola, votamos y afortunadamente nos cumplieron y nos entregaron la caja, pero ya estando aquí en El Valle, precisó el ciudadano, quien pidió mantener su nombre en reserva para evitar represalias.
Explicó que el proceso fue bastante lento, porque tuvo que realizar una larga cola para poder ingresar al centro de votación.
Por el tema del coronavirus la gente de la milicia estaba pendiente que llevaras puesto el tapabocas y te rociaban las manos con cloro. Pero los autobuses llegaban a cada momento y por eso se veía un gentío en la televisión. Luego, ya cuando estaba en la mesa, tuve que poner mi cédula en una cajita porque los funcionarios no la pueden tocar y después puse la huella. En ese momento fue que me dejaron votar y la máquina es distinta porque antes uno marcaba en el tarjetón y ahora es directamente en la pantalla, y yo me volví un ocho, pero yo andaba era pendiente de mi caja, aclaró.
No todo fue malo
El Observatorio Electoral Venezolano aseguró que 51% de sus observadores calificó como bueno el desenvolvimiento del simulacro, 27% lo percibió regular y 13% lo encontró excelente.
El simulacro electoral, en consecuencia, funcionó bien. Casi tres cuartas partes de los observadores calificaron entre bueno y excelente el funcionamiento de la herradura. Esta actividad del cronograma electoral, dos veces diferida, ha resultado útil para probar y poder fortalecer la plataforma y la logística electoral. Asimismo, algunos hechos observados deben servir de indicador al árbitro para tomar correctivos a tiempo, detalla un informe del OEV.
Coincide con Súmate al señalar que más de la mitad (57%) de nuestra red observó que al centro al cual asistieron fueron trasladados electores con recursos públicos. Una proporción similar de observadores vio personas con vestimenta alusiva a algún partido político en los alrededores del centro, en su gran mayoría favorables al oficialismo, afirma el OEV.
El simulacro también debe servir para señalar y corregir las evidencias de ventajismo oficial que, de hecho, ya ha dado muestras en las últimas semanas, de modo de evitar que estas prácticas se repitan durante la campaña electoral, recién extendida en su duración a un mes exacto, ni a la jornada de votación del próximo 6 de diciembre, sostiene el observatorio.
Sobre los organismos de seguridad que se encontraban en el centro, la Milicia Bolivariana fue el más visto, por 92% de los observadores, mientras que los efectivos del Plan República por 87% de los observadores.
En tiempo de pandemia, las medidas de bioseguridad implementadas durante el simulacro merecen una mención especial. La mayoría de los observadores del OEV las calificó de regular (35%) a bueno (33%), mientras que 15% tuvo una experiencia excelente.
En muchas filas a las afueras de los centros, los electores no respetaron la sana distancia física de al menos metro y medio entre ellos, algunos de los cuales se quitaban o se ponían mal el tapaboca antes de ingresar a la instalación. Se trata de un comportamiento social que, a decir verdad, no dista mucho de lo que se puede observar en una cola cotidiana para acceder a un supermercado o a una farmacia en cualquier ciudad del país, detalla el informe.
Durante la jornada, uno de cada cuatro observadores advirtió la participación de algún actor (votante, personal logístico, efectivos de seguridad, etc.) sin portar tapabocas, o haciendo uso incorrecto o erróneo (por debajo de la barbilla, en las orejas y/o sin cubrir la nariz). A la mayoría de los observadores no se les tomó la temperatura, pero sí les fue suministrado gel antibacterial al participar en el simulacro.
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