Al menos cuatro personas murieron y otras 70 resultaron heridas, el jueves 10 de octubre, en varias ciudades turcas situadas en la frontera por proyectiles disparados desde Tal Abiad, una de las localidades sirias en las que el Ejército turco inició una operación terrestre contra milicias kurdas.
«Un bebé sirio de nueve meses y nuestro oficial de la oficina de impuestos de Akçakale murieron a causa de los morteros y cohetes disparados desde Siria», informó en un comunicado la gobernación de Sanliurfa, una de las provincias afectadas por los proyectiles.
La artillería turca respondió al ataque y bombardeado de Tal Abiad, una ciudad en suelo sirio controlada por las YPG, las milicias kurdas que Ankara considera terroristas y que pretende expulsar de su frontera mediante la operación «Fuente de Paz» lanzada ayer.
El presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, anunció que al menos 109 miembros de las YPG han muerto desde que la operación militar.
Además, según la agencia Anadolu, las fuerzas turcas arrebataron hoy a las YPG siete pueblos en los alrededores de las ciudades de Tal Abiad y Ras al Ain.
Las YPG han sido aliadas hasta ahora de Estados Unidos en la lucha contra el yihadista Estado islámico, pero Ankara las considera como una organización terrorista por sus vínculos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía.
Con información de EFE