La escasez de gas licuado (GLP) o de bombona se agudiza con la quema del combustible en las refinerías de Cardón y El Palito, ubicadas en los estados Falcón y Carabobo, respectivamente, alertaron fuentes del sector petrolero que pidieron no mencionar sus nombres.
«Parte de la solución del problema -que ocasiona a diario protestas en las comunidades exigiendo el gas- está en las refinerías de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), pero Puerto La Cruz y Amuay están paralizadas y Cardón y El Palito tienen severas limitaciones operacionales», explicó uno de los consultados.
Precisó que actualmente los compresores de gas húmedo de las dos últimas refinerías están dañados, lo cual impide procesar el GLP y tiene que ser quemado. «Esto explica las columnas de humo que la gente ve salir por las chimeneas de las refinerías», indicó.
Sobre las cifras de los volúmenes desechados, otra fuente señaló que Pdvsa mantiene un gran secretismo al respecto. «Ese gas se desperdicia mientras muchos venezolanos, especialmente en el interior del país, se ven forzados a cocinar con leña debido a la escasez de GLP de bombona», expresó.
A través de las redes sociales, trabajadores de El Palito informaron a mediados de septiembre que habían logrado reactivar el compresor, pero enseguida se paralizó por problemas técnicos.
Otra noticia que causó confusión sobre la posibilidad de volúmenes importados de GLP fue dada por el ministro de Asuntos Exteriores, Jorge Arreaza, quien a través de Twitter anuncio la llegada de un barco con «gas condensado» desde Irán.
«El ministro se equivocó. No existe gas condensado, sino condensado a secas y ese hidrocarburo se usa como diluente para mejorar la calidad de los crudos pesados», precisó uno de los consultados.
El GLP, mezcla de propano y butano, es utilizado por 89% de la población venezolana.
Otra fuente de suministro es la producción nacional de GLP proveniente de las áreas de gas libre de El Furrial, Santa Bárbara y Josepin en el norte de Monagas, el cual es transportado por tubería al Criogénico de Jose en Anzoátegui para su procesamiento.
«El problema es que los yacimientos gasíferos de Monagas se agotan por falta de mantenimiento e inversión, además de que el gas producido contiene menos propano y butano afectando la calidad del GLP», explicó.
El Criogénico de Jose también tiene limitaciones operativas por el deterioro de las instalaciones. Las fuentes revelaron que allí se extraen unos 5.300 barriles diarios de gas de bombona, un poco más de 10% del consumo nacional de 52.000 barriles al día.
Según las fuentes, la solución es importar GLP para abastecer el mercado interno, pero la prioridad de la administración de Nicolás Maduro es la gasolina. Pdvsa no importa GLP desde mediados de 2019.