Después de saborear tantas veces las mieles de la victoria, Robert Lewandowski pudo vivir en carne propia el amargo sinsabor de ser derrotado, por los mismos jugadores que hasta hace algunas semanas eran sus compañeros.
Algunas cosas nunca cambian, por más que los jugadores cambien de bando, de camiseta, de ciudad. El Bayern Múnich logró mantener su hegemonía sobre el Fútbol Club Barcelona, al endosarle para de tantos –cortesía de Lucas Hernández y de Leroy Sané– que les valieron los tres puntos, en la segunda jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League.
Luego del imponente recital contra el Viktoria Pilsen, donde se dio banquete con un ‘hat-trick’ que lo hizo ser distinguido como el mejor jugador del partido, el ariete polaco pasó sin pena ni gloria en su primer enfrentamiento ante su ex equipo.
Hay que reconocer que, durante la primera mitad de partido, el conjunto blaugrana salió con hambre y fueron superiores en el césped. Sin embargo, los bávaros se las arreglaron para mantenerlos a raya y conservar la portería inmaculada.
En la segunda parte todo cambió, los alemanes salieron mucho más enchufados, con las miras puestas en buscar el partido. Solo necesitaron cinco –de los segundos 45– minutos, para fusilar al guardameta culé y endosarle el 1-0.
Un testarazo de Lucas Hernández a los 50’, tras un tiro de esquina cobrado por Joshua Kimmich, sirvió para abrir el marcador.
Apenas cuatro minutos después (54’), llegaba el segundo gol que sentenciaba el partido y dejaba heridos de muerte a los pasajeros de la ‘Xavineta’. Jamal Musiala se sacó un pase, con el que dejó tirado a Andreas Christensen, recibió Sané que le ganó en velocidad al uruguayo Ronald Araújo y al lateral derecho Jules Koundé, para quedar de frente y –con un sutil remate cruzado– batir a placer a Marc-André ter Stegen.
Sin embargo, a pesar de la derrota, el director técnico catalán, Xavi Hernández asegura que su equipo fue superior, que dominaron el partido y sometieron al rival. “Estoy enfadado. La sensación es que dominas, pero pierdes. El aprendizaje es duro, estoy enfadado y orgulloso también… hemos sido mejores, pero esto va de ganar”, puntualizó el entrenador.
El Barcelona, ciertamente, se impuso en la posesión de balón (53-47); algo que, bien podría decirse, es la obsesión del Xavi desde su época de jugador, sobre todo a partir de la etapa en que estuvo bajo las órdenes de Pep Guardiola. “El balón fue nuestro”, llegó a decir el estratega.
La próxima fecha de este grupo, está pautada para el martes 4 de octubre, cuando los alemanes reciban la visita del Viktoria Pilsen, a la vez que los catalanes tendrán que viajar a Milán, para visitar al Inter en el Giuseppe Meazza.