Hace una semana parecía que el humo blanco en las negociaciones, entre la Major League Baseball y la Asociación de Peloteros que hacen vida y carrera en la liga, estaba cerca de producirse. Esto último luego de un par de reuniones que terminaron con éxito.
No obstante, nada está más alejado de una realidad que parece ser de otra naturaleza, debido a que los propietarios de las 30 organizaciones que conforman la MLB parecen estar negados rotundamente a ceder, en lo que a las peticiones que se han hecho -en nombre de los jugadores- respecta.
Desde el sindicato ven como un intento de manipulación el principal tópico en el que se basa la propuesta realizada desde la Oficina del Comisionado; la cual consiste en el uso del bateador designado universal, que implicaría que los lanzadores de la Liga Nacional ya no tendrían que batear (a menos que tengan en sus filas a un Shohei Ohtani).
La liga también ha sido enfática en que están dispuestos a eliminar las compensaciones de selección de Draft, en caso de que un jugador rechace una oferta calificada.
La oferta calificada es la que un determinado equipo le ofrece a un jugador que está punto de entrar en tiempos de agencia libre, es por un año más de contrato y la cifra esta la misma para todos los activos y todas las organizaciones; en 2021 la misma fue de 18.4 millones de dólares.
Si el jugador decide no aceptar la oferta que le mantenga atado por un año más al club, el equipo que lo contrate deberá compensar al de origen con algunos jugadores, prospectos de sus granjas. El exitoso agente Scott Boras, llegó a decir en su momento, que “la oferta calificada es una gran locura que reduce en mucho el verdadero valor de los agentes libres afectados”.
Ahora bien, por más que los representantes de los 30 equipos estén planteando esto como su propuesta principal, si bien es cierto que favorece en cierta medida a los jugadores, también es cierto que ellos quieren otras compensaciones.
La MLB, a través del comisionado Rob Manfred, se ha negado a cooperar en el punto que corresponde a una nueva distribución de las ganancias corporativas. La Asociación de Jugadores está luchando -sobre todo- por el talento joven emergente, pues están solicitando un incremento del salario mínimo, entre otros incentivos para los prospectos.
En reuniones recientes, y como lo informó Hispano Post, el sindicato había presentado una propuesta en la que se mostraron abiertos a negociar, dejando a un lado uno de sus principales objetivos, que era que la agencia libre se midiera de acuerdo con la edad del jugador, y no por su tiempo de servicio en Las Mayores.
También es válido mencionar que, en las propuestas presentadas por la Major League Baseball, hay ciertos puntos que asegurarán mayores ingresos para los clubes y sus propietarios, como el hecho de que los uniformes ahora podrían llevar parches de publicidad (como ocurre en otras disciplinas) o los playoffs extendidos por los que tanto han presionado.
Hoy, martes 1° de febrero de 2022, está pautada una nueva reunión entre las partes. Pero lo cierto es, que están lejos de ponerse de acuerdo y el reloj comienza a correr en su contra; ya comienza un nuevo mes, han transcurrido dos desde que decidieron irse a un cierre patronal y el ‘Opening Day’ está pautado para el 31 de marzo.
Febrero es mes de volver al trabajo, los lanzadores y receptores deberían reportarse -en teoría, en el deber ser- dentro de dos semanas, mientras que los jugadores de posición deberían hacerlo paulatinamente después.
Si estos desencuentros retrasan la programación de los ‘Entrenamientos Primaverales’, lo más probable es que el calendario de la temporada regular también deba ser modificado; los propietarios ya dejaron claro que no tienen problemas en que se pierdan algunos juegos en el camino.
De una u otra manera, decidan lo que decidan, si el calendario sufre modificaciones y/o recortes, el termina siendo el principal afectado es el espectáculo y -por ende- el aficionado que es el que consume el contenido y el que paga por ello.