La administración de Nicolás Maduro ha solicitado de manera formal al gobierno de Gustavo Petro que sea la aerolínea estatal Conviasa la que inicie las operaciones entre Venezuela y Colombia para restablecer la conexión aérea entre ambos países, señala el semanario Exclusivas Económicas.
Como gesto de buena voluntad, agrega la publicación, el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Venezuela (INAC) autorizó las operaciones de Satena -aerolínea estatal colombiana- para que active su primera ruta internacional que tendría como destino Caracas.
Aunque la reanudación de las operaciones de Conviasa en Colombia depende única y exclusivamente de la dirección de aeronáutica civil de dicho país, la Oficina de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC) advirtió al gobierno de Petro, el pasado 26 de septiembre, que la aerolínea venezolana se encuentra sancionada y si realizan algún tipo de transacción comercial con dicha empresa, podrían igualmente recibir penalizaciones por parte del gobierno norteamericano.
Todo apunta a que la reanudación de vuelos entre ambos países depende exclusivamente al ámbito político. No obstante, fuentes del sector turístico venezolano dijeron a Exclusivas Económicas que el tema económico también pesa mucho, ya que las aerolíneas venezolanas autorizadas hasta el momento para volar al vecino país no tienen la capacidad operativa suficiente para competir con sus homólogas colombianas.
“Es un hecho que la conectividad aérea entre los dos países la vamos a recuperar; sin embargo, hay dos temas sobre la mesa para poder concretarlo. El primero es el político y el segundo es el económico. Cuando Wingo informó que ofrecería pasajes a un costo de 189 dólares por trayecto, eso causó muy mala impresión tanto en Conviasa como en las demás aerolíneas venezolanas porque lo ven como competencia desleal. Turpial, por ejemplo, solo cuenta con tres aviones y ellos ya tienen rutas internacionales para Cuba y Panamá. Necesitarían realizar nuevas inversiones para cubrir la ruta a Colombia, pero les sería muy difícil competir con las líneas colombianas”, explicó una de las fuentes que pidió mantener su nombre en reserva. Otro de los consultados indicó que con las tarifas de Wingo, hasta para Conviasa sería difícil competir.
“La estrategia de Colombia, sin duda, es acaparar el mercado entre los dos países. El mensaje de Wingo fue claro y aerolíneas como Latam y Avianca tendrán tarifas un poco más elevadas, pero no tan altas como las que deben colocar las aerolíneas venezolanas para que les sea rentable esta ruta. Tenemos información que aerolíneas venezolanas que tienen el visto bueno de Colombia para iniciar operaciones no estarían interesadas en retomar los vuelos hacia ese país porque les saldría muy costoso y los niveles de ganancia serían mínimos”, comentó la fuente.
El tema político ya se está trabajando. En declaraciones públicas recientes, el ministro de Transporte colombiano, Guillermo Reyes, reveló que están buscando una licencia de la OFAC para que Conviasa pueda aterrizar en territorio colombiano a la brevedad posible, sin consecuencias para ese país. No obstante la negociación para establecer tarifas competitivas para las líneas aéreas de ambos países todavía se mantiene y es posible que dure mucho más tiempo que las negociaciones políticas, ya que de activarse los vuelos de manera inmediata las grandes perdedoras serían las empresas venezolanas.
Por su parte, Wingo luego de haber colocado un importante número de boletos para sus vuelos programados en el mes de octubre, y supuestamente autorizados por el gobierno venezolano, ya inició el proceso de cambio de fecha o reembolso para todos aquellos pasajeros que adquirieron los tickets a través de agencias de viaje y mediante los canales de venta de dicha aerolínea. El reembolso podría durar hasta 20 días hábiles, según información oficial emitida por la propia empresa.