Ante todos los problemas que han persistido en el campo venezolano, como la escasez de insumos agrícola y combustible, y sumado a ello la pandemia de la COVID-19, productores de hortalizas de Bailadores, estado Mérida, consideran que en 2021 su producción fue “algo positiva” en comparación con 2020, debido a que se han abierto los mercados y han podido seguir produciendo rubros como zanahoria, brócoli, coliflor, repollo, cilantro, y cebollín.
Alfonso Morales, productor de hortalizas en Bailadores, comentó que con la llegada de la pandemia en 2020 la producción agrícola en Los Andes se vio muy afectada, debido a que se aplicó una cuarentena radical y los mercados tuvieron que cerrar. Aunado a ello, tuvieron problemas para poder operar por falta de insumos agrícolas y de diésel.
“Sin embargo, 2021 fue algo positivo, a diferencia de 2020, porque seguimos produciendo. Nosotros trabajamos con todos los rubros. Vamos sembrando variado lo que es zanahoria, cebolla, cebollín. También la papa y el ajo, aunque estos dos últimos son un poco costosos”.
Explicó que los rubros se van alternando durante todo el año, ya que no hay un ciclo de siembra fijo como ocurre en el llano, que se produce maíz y frijol chino. “Acá se van rotando los rubros, porque la producción es más corta. En tres meses ya se pueden producir hortalizas, mientras que los productores de otros rubros pueden tardar un poco más para poder sacar sus cosechas”.
Morales aclaró que ya los productores de hortalizas no producen las mismas cantidades que antes producían. “El comportamiento de la producción para el año 2020, cuando inició la pandemia, fue mucho más duro que en 2021. Se perdieron muchas hortalizas al inicio, pero poco a poco se ha vuelto a la normalidad. No obstante, siempre han quedado detalles técnicos por resolver, como lo es la escasez del combustible en el país. Pero se han abierto los mercados y la gente se ha reinventado, buscando la forma de subsistir a pesar de las dificultades”, dijo.
Cifras de Fedeagro: Disminuyó 20% a 30%
El productor aseguró que “para nadie es un secreto que la producción agrícola en Venezuela ha disminuido y en el rubro de hortalizas también. Según cifras oficiales de Fedeagro, la producción de hortalizas disminuyó entre 20% y30% en 2021 y ha venido disminuyendo, en parte, por toda la problemática con los insumos, la falta de combustible y otros factores que han hecho una merma en esta producción”.
Recalcó que hay “muchas dificultades con la producción y todos los rubros, pero en el de hortalizas es más fuerte”, debido a que el tema de la escasez de insumos agrícolas y las semillas se ha vuelto uno de los más delicados.
“Muchos de los insumos hay que comprarlos afuera. Tenemos que cruzar la frontera para poder comprar y eso, por supuesto, eleva los costos de producción. Adicional a ello, muchas veces las hortalizas están a muy bajos precios, por lo que no se cumple con las expectativas o queda muy poca ganancia”, expresó.
Alfonso Morales indicó que la materia prima que usan los productores de Los Andes es uno de los problemas más grandes porque, además de que compran los insumos en Colombia, cada día suben y se pagan en dólares. “A nosotros nos pagan las cosechas en bolívares y tardan para cancelarlos y todo eso se complica. Adicional, está la falsificación de los insumos agrícolas. Se compra una semilla, se siembra y no nace porque es de mala calidad y ello ha hecho que la agricultora merme”, comentó.
Dijo antes un sobre de semillas de repollo costaba 160 dólares y ahora cuesta 240 dólares, aumentó 80 dólares, y a eso se suma el impacto que tiene en los costos de la cadena de producción. “Aquí hay que organizarnos, sembrar con mucha más, muchos se van a pérdida con sus productos”, expresó.
El productor de hortalizas señaló que la demanda también ha disminuido por las dificultades económicas que tienen las personas. “Los que compraban un kilo de papa ahora compran medio kilo. Sin embargo, se sigue produciendo y surtiendo los mercados del país, aunque eso ha decaído entre 50% y 60%. Así como ha disminuido la producción, también ha disminuido la demanda”, afirmó.
Aseveró que Venezuela no produce lo suficiente para alimentar al mismo país. “Es lamentable decirlo, pero pasan desde Colombia papa, cebolla, zanahoria y otros rubros. Líderes agricultores venezolanos han denunciado lo que está afectando el mercado nacional, ya que primero se debe apoyar lo nuestro y lo que se produce en el país”, sugirió.
“Estamos trabajando con financiamiento propio”
Morales enfatizó que los productores del pueblo Bailadores en Mérida “estamos trabajando con financiamiento propio, ya que los créditos agrícolas han desaparecido casi en su totalidad, como Agroisleña que fue expropiada por el gobierno. Ellos antes daban financiamiento y eso se acabó, lo que es fuerte porque muchos agricultores no tienen con qué sembrar”, contó.
Indicó que el salario de un agricultor o un jornalero varía entre 5 a 8 dólares diarios con sus comidas. “En líneas generales es un poco más o bastante frente al salario mínimo porque casi que un día de trabajo es un salario mínimo en Venezuela. Aunque esos 8 dólares se reducen también a muy poco porque el trabajo es bastante fuerte, tiene mucha exigencia física y la situación económica está complicada”, destacó.
Asimismo, indicó que hace falta que se le “inyecte” un poco de dinero al campo e existan incentivos para los productores venezolanos. “Faltan semillas, buenas maquinarias, entre otros. El gobierno debe abocarse a la problemática y a dar el financiamiento que se necesita”.
“Esperamos para este año que el gobierno se ponga la mano en el corazón y apoye al sector agrícola y a los trabajadores de hortalizas, de verdura, los de carne, leche y todos los que sufren y tienen las mismas dificultades. Esperamos que este sea un año de mucha esperanza y que las dificultades sean resueltas”, puntualizó.