Para los fanáticos del tenis, el año comienza realmente hacia finales del mes de enero, con la llegada del Australian Open, que en la edición de 2022 se jugará desde el lunes 17 hasta el domingo 30. Todos los ojos están puestos en el serbio Novak Djokovic, actual número uno del mundo, y no precisamente por su performance o por ser el vigente campeón.
El tenista no ha sido vacunado en contra de la COVID-19, por lo que en teoría no debería poder ingresar a territorio australiano, y mucho menos participar en el torneo. Sin embargo, este se las ha arreglado para recibir una exención médica que certifica que la inyección le produciría fuertes efectos secundarios.
Esto, por supuesto, ha generado cierta inconformidad y quebranto, tanto en personajes ligados a la disciplina, como en los propios habitantes del país. Karen Andrews, ministra de Interior, ha manifestado que el serbio tendrá que justificar que no puede ser vacunado.
«Si bien el Gobierno (regional) de Victoria y Tenis Australia pueden permitir que un jugador no vacunado compita en el Abierto de Australia, es el Gobierno de Australia el que hará cumplir nuestros requisitos en la frontera australiana», señaló la funcionaria en un comunicado.
No obstante, Andrews no aclaró cuáles serían las acciones en caso de que Nole no cumpla con los requisitos; solo se limitó a decir que las cuarentenas para viajeros no vacunados en la cuidad de Melbourne son asunto del gobierno local del estado de Victoria.
Por su parte, luego de que el número uno del mundo anunciara -este martes- que asistiría al evento, tanto el gobierno regional, como Tenis Australia (organismo que rige el tenis en el país y organizador de la contienda) aseguraron que no se la ha dado un trato especial.
Scott Morrison, primer ministro de Australia, había anticipado hace algunos días que todos los atletas y personas que asistan al torneo deberían estar vacunados. Posteriormente evitó profundizar en la polémica, asegurando que la exención es asunto del gobierno de Victoria.
Las críticas no se hicieron esperar
Como era de esperarse, diversas figuras expresaron su opinión sobre lo que está ocurriendo en torno al jugador serbio y su participación en el primero de los cuatro torneos oficiales que conforman el Grand Slam de tenis.
Stephen Parnis, quien fuera vicepresidente de la Asociación Médica Australiana, manifestó su descontento a través de su cuenta de Twitter, donde destaca el hecho de que otorgar esta exención al jugador, es un mensaje claro y atroz para las personas que buscan reducir el riesgo del virus en Australia.
Además, el médico no dudó en señalar directamente al jugador: “No importa lo buen jugador de tenis que sea. Si se niega a vacunarse, no se le debería permitir la entrada. La vacunación es una muestra de respeto, Novak».
Asimismo, Toni Nadal -entrenador, preparador y tío de Rafael Nadal- también ha emitido su opinión sobre el tema, a través de su columna de opinión en El País de España. «Debo reconocer que, hasta el anuncio de este martes, yo pensaba que el jugador serbio renunciaría a participar en el torneo, o que se inocularía la vacuna».
Nadal aprovechó el momento, para cerrar con contundencia: “Son casi seis millones de personas, las que han perdido la vida por este maldito virus y muchos otros millones los que nos hemos puesto la vacuna. Quiero pensar que Novak no es ajeno a todo esto y que despejará las dudas en señal de humana sensibilidad y comprensión».
Kevin Barlett, jugador australiano de rugby, criticó también lo ocurrido, asegurando que (Tenis Australia y el entorno del Djokovic) le están viendo la cara de tontos al mundo entero. “Es el tenista más grande de la historia… ha ganado 20 Grand Slams, 87 títulos y miles de millones sin que sepamos que tenga algún problema médico”.
Los tenistas australianos James Duckworh y Alex de Miñaur también opinaron, apelando a la ironía y tildando de ser “muy interesante” la decisión de otorgarle una exención a Nole.
Pica y se extiende
En todo caso, a pesar de toda la polémica, Novak Djokovic ya se encuentra en Melbourne, para preparar su participación en la competición. Aunque las cosas no pintan tan color de rosa para el tenista serbio.
El jugador arribó al estado de Victoria en la noche australiana de este miércoles, sin embargo, no ha podido entrar de forma oficial al país, pues su visa no ha sido otorgada.
El Gobierno de Victoria ha denegado la entrada del serbio por un error en su visado, y más en concreto con la declaración de viaje presentada por el serbio a su llegada, tal y como apunta el diario australiano The Age.
El primer ministro, Scott Morrison manifestó que estarán a la espera de las pruebas que avalen la exención recibida por el jugador. Además, aseguró que no se le dará un trato especial, si sus argumentos no son convincentes, “estará en el siguiente avión de vuelta a casa”.
Mientras tanto, la ministra del deporte de Victoria, Jaala Pulford fue más tajante, al manifestar que no se le prestará asistencia al jugador para que solicite su visado. “La aprobación de los visados depende del Gobierno Federal y las exenciones médicas son asunto de los médicos», sentenció la ministra.