Nicolás Maduro informó el pasado domingo que está estudiando la posibilidad de ampliar el esquema 7+7, debido al incremento en el número de contagios por COVID-19 registrados en Venezuela en los últimos días.
La propuesta es flexibilizar la cuarentena durante siete días y radicalizarla durante 14. En la alocución, Maduro aceptó que no se puede volver a un esquema radical indefinido, porque la economía venezolana no aguantaría estar paralizada nuevamente durante tanto tiempo.
En este sentido, gremios privados sostienen que multiplicar los días de cuarentena no garantiza que el número de contagios disminuya. Por lo tanto, exhortan a las autoridades a fijar las estrategias en la bioseguridad y no en el cierre de establecimientos comerciales, industriales y empresariales.
El presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, aseguró que desde que inició el esquema 7+7, implementado por el gobierno de Nicolás Maduro, los empresarios han expresado que no es funcional, ya que no se garantiza la continuidad operativa de las empresas.
“Nosotros hemos sido bastante claros en este sentido y así se lo hemos hecho saber al gobierno nacional. El esquema 7+7 y ahora el 7+14 no permite que las empresas puedan trabajar de manera continua y ante este escenario no puede existir planificación de ningún tipo. Nuestra posición institucional siempre ha sido avanzar hacía un esquema más flexible siempre y cuando se garanticen todas las medidas de bioseguridad posibles”, explicó.
En declaraciones al portal Banca y Negocios advirtió que este nuevo esquema planteado por el Ejecutivo nacional podría incrementar la informalidad en el sector, porque muchos comerciantes no tienen la capacidad de seguir manteniendo largos esquemas de cuarentena.
Afirmó que si el Ejecutivo decide mantener el esquema y no dar ningún paso en cuanto a la flexibilización, “debe avanzar de manera más rápida y efectiva, por lo menos, en lo que tiene que ver con la digitalización de la economía, que incluye la facturación digital, así como mejorar y racionalizar la recaudación fiscal, impulsar las cuentas en divisas y todo lo que haga más viable la ejecución del teletrabajo”
Capozzolo recordó que en Venezuela al menos 45% de los ciudadanos trabajan por su cuenta y “deben salir a la calle todos los días a buscar el sustento para ellos y sus familias, y los esquemas restrictivos no ayudan a la mitad de la población”.
Explicó que ante la medida tomada por Maduro de decretar 14 días de cuarentena radical incluida la Semana Santa, la gran mayoría de los comerciantes del país han tenido que bajar sus santamarías porque los establecimientos pertenecientes a los sectores priorizados solo representan entre 10% y 20% del total del comercio.
Insistió en que la gran mayoría de los gremios empresariales del país, entre los que se encuentra Consecomercio, han reiterado que “una semana no es suficiente para atender los costos o los gastos, ni la nómina de los trabajadores que ayudan a mantener operativas a las empresas, por lo que se necesita un esquema de continuidad operativa”.
Centros comerciales también son afectados
Claudia Itriago, directora ejecutiva de la Cámara Venezolana de Centros Comerciales, Comerciantes y Afines (Cavececo), aseguró que los centros comerciales más afectados por la medida de cuarentena radical que se aplicó para el asueto de Semana Santa son los que están ubicados en las zonas turísticas del país, porque tradicionalmente reciben gran afluencia de temporadistas.
Señaló que entiende la medida aplicada por el Ejecutivo nacional por la situación que vive el país en este momento. Sin embargo, afirmó que también hay que evaluar las complicaciones y los obstáculos que atraviesan los comerciantes por la pandemia y la crisis económica.
“Si hay algo que uno nota es que hay comercios de calle que están abiertos, pero a los de los centros comerciales no le permiten tener abiertos, cuando nosotros tenemos incluso medidas de seguridad aprobadas por el Ministerio del Comercio”, dijo
Indicó que el número que se estaba manejando sobre el índice de desocupación en toda Venezuela hasta el mes de febrero es entre 12% y 15%, y recalcó que esta no es la cifra total para todos los centros comerciales, sino un promedio.
Puntualizó que este fenómeno se da sobre todo en el interior del país muchas veces por el tema del 7+7, pero además por las fallas en el suministro de agua, electricidad, el gas y el aseo urbano.
«Tenemos la esperanza que santa marías se vaya cerrando otra vez la brecha y pasemos a los números normales que son entre un 8 a un 10%, sin embargo, es fundamental que se permita una continuidad en las operaciones dentro de los centros comerciales», precisó.
Itriago indicó que le han dejado saber al Ministerio del Comercio que los planes restrictivos no son el procedimiento adecuado para ningún sector económico, porque no se tiene continuidad en la operación.
“Cuando tenemos semanas de cuarentena o cuando los horarios son restringidos, esto sucede mucho en el interior del país, vemos mucha más presencia de personas en las calles porque si deben ir, por ejemplo, al banco y tienen un horario limitado o un día especifico, mucha gente se encuentra en esos horarios porque no tiene la posibilidad de realizar sus tramites y sus compras en otro momento. Esto se lo hemos explicado a las autoridades, pero ellos insisten en mantener los planes implementados hasta los momentos”, señaló.
Reveló que el gremio no tiene un cálculo exacto de las pérdidas desde inicios de la pandemia, ya que desde 2020 se perdió de balance probable que había. Pero espera que se tomen las medidas pertinentes para iniciar la recuperación no solo de los centros comerciales, sino de todos los sectores del país.
Precisó que un factor fundamental para recuperar la economía nacional es la vacunación contra la COVID-19. Por lo tanto, apuesta a que se haga de manera rápida y coordinada a fin de que todos los trabajadores del país cuenten con esa protección.
Con información de Banca y Negocios