Arcos Dorado ofreció este martes 16 de abril un taller para periodistas sobre empleo inclusivo para brindar nuevas herramientas sobre cómo informar y comunicar las oportunidades laborales para los jóvenes, con mención especial a aquellos que están en el espectro autista, el cual fue abordado desde distintas visiones.
La principal enseñanza que arrojó este taller es la importancia y, a su vez, necesidad de reconocer que las personas dentro del espectro autista poseen una condición diferenciadora, pero son plenamente capaces de desarrollarse en diversas áreas.
La economista María Isabel Díaz habló del impacto que puede suponer la inclusión de una persona TEA (Trastorno del Espectro Autista) en la empresa: “Hay que pensar en el producto final que una persona TEA puede brindarle a la organización”.
Dijo también que los núcleos familiares tienen al menos un miembro TEA y muy posiblemente esté destinado al empobrecimiento porque los gastos familiares aumentan de acuerdo con las necesidades especiales o extras que esta persona supone debido a su condición.
Señaló que las empresas deben pensar de forma inclusiva al momento de adecuar sus espacios para las personas con alguna discapacidad; al tiempo que relató que, de acuerdo a estudios realizados por estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV), muchas de estas personas han sobresalido para ser empleadas en áreas como informativa, arte, diseño, matemáticas, procesos automatizados y atención al cliente.
Para finalizar, explicó que “muchas veces se presenta una cadena de fallas, la cual viene desde el gobierno que no nos ayuda a encausar a la persona TEA hacia el mercado laboral”.
Por su parte, la psicóloga Isabel Dubuc habló desde su experiencia familiar, ya que sus dos hijos están dentro del espectro autista. Pidió a los periodistas presentes en el taller que se quiten “las etiquetas” y se trabaje en la empatía de reconocer las diferencias.
Indicó que etiquetas como: “Es rarito”, “No tiene sentimientos”, “Va a explotar en cualquier momento”, entre otras con las que se suelen asociar a las personas neurodivergentes, son precisamente “las que obstaculizan la inclusión”; así como también solicitó reflexionar sobre los clichés y las sobrevaloraciones que se hacen de estas personas. “La idea es promover una imagen positiva y real de este grupo de personas”.
Reconocimiento y respeto
Por su parte, Caroline Ruiz, directora de la Asociación Civil Buena Voluntad, explicó que, según el concepto emanado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la discapacidad es vista únicamente cuando hay un conjunto de deficiencias, limitaciones y restricciones que incapacitan a la persona para hacer alguna tarea o actividad, porque en ocasiones ocurren limitantes o se poseen deficiencias que igualmente le permite desempeñarse en otras cosas.
Esta ONG se encarga de capacitar y ayudar a las personas TEA, especialmente a los jóvenes, para ser incluidos en el mercado laboral. Tras un proceso de evaluación de sus capacidades y de las necesidades de la empresa, Buena Voluntad ubica a los jóvenes que desean ser empleados.
También, señaló Ruiz, Buena Voluntad maneja un registro de al menos 70% de los casos en los que se presenta un miembro de la familia TEA, el padre abandona el hogar y es la madre quien se hace responsable de la familia, por lo que se fortalece la estadística del empobrecimiento familiar ofrecida más temprano por la economista María Isabel Díaz.
Antonella es una joven dentro del espectro autista que, durante el taller, contó su historia de superación, gracias a la orientación que recibió a través de la Asociación Buena Voluntad, quienes la capacitaron para que ingresara al departamento de administración y contabilidad del aeropuerto de Los Roques.
También contó que dada la situación económica y política del país, su presencialidad en el trabajo ha disminuido y como no le gusta el trabajo desde casa ha estado «haciendo una investigación por mi cuenta, para luego solicitar la ayuda de Buena Voluntad a ver si puedo trabajar en un banco o en Chevron».
Posteriormente, Ana Riera, directora de People and Culture de Arcos Dorados, explicó que diversidad e inclusión le otorga un valor empresarial de gran impacto a la nómina, de acuerdo con sus estudios, el rendimiento económico de la empresa aumenta 25%. Asimismo, “los millennials son la fuerza laboral más diversa de la historia, por lo que se genera 76% de empatía con la sociedad moderna”.
También 56% de las grandes empresas han experimentado más innovación entre los diversos equipos de trabajo, por lo que Riera compartiera datos de éxitos para su organización en cuanto a inclusión y diversidad.
Riera señaló que en cuanto al crew de Arcos Dorados, 60% son hombres y 40% mujeres, pero en cuanto a puestos más altos las estadísticas cambian, es decir, en la hoja de gerentes 51% son mujeres y 49% hombres. En cuanto a la distribución de ejecutivos, 53% son mujeres y 47% hombres.
Danisbel Gómez, periodista y profesora universitaria, tuvo la oportunidad de cerrar el taller y reforzó la idea de apoyar el trabajo inclusivo para el beneficio mutuo, tanto de las empresas como de las personas TEA.
«El empleo inclusivo es un mecanismo que permite que las personas con más dificultades para emplearse alcancen niveles significativos de movilidad social», concluyó.