Lo que era un secreto dejó de serlo con la transmisión del más reciente capítulo de Keeping Up With The Kardashians. Se había rumorado que en un episodio de la última temporada se abordaría el tema del divorcio de Kim Kardashian y Kanye West. Y no solo la celebrity dejó que se registrara el momento en el cual se abrió con su familia, sino que da las primeras pistas del porqué la pareja no pudo seguir junta.
En un momento del episodio, Kim se abre frente a su familia y se cuestiona por el terrible momento que atravesó a mediados de 2020, cuando Kanye West decidió lanzarse por la carrera presidencial. Justo el 4 de julio, la fecha patria más importante de Estados Unidos, el rapero anunció su candidatura. A raíz de eso, se desencadenaron una serie de situaciones que dieron al traste con su matrimonio.
Entre otras cosas, West confesó, en pleno mitin con chaleco antibalas, que le había pedido a su esposa que abortara a la hija mayor de ambos, North, cuando supo que estaba embarazada.
La crisis familiar la resume Kim durante la emisión con un diálogo emotivo, aunque algunos han calificado como show. «Me siento como un maldito fracaso. Es mi tercer maldito matrimonio. Me siento como una maldita perdedora, pero no puedo ni pensar en eso. Quiero ser feliz”, dice entre otras cosas, al reconocer que eso de vivir ella en Los Ángeles y él en Wyoming no era funcional para la pareja.
Fuente: Keeping Up With The Kardashians