Delcy Rodríguez, vicepresidenta de la administración de Nicolás Maduro, calificó como un “ataque cibernético” orquestado desde Estados Unidos la falla de más de 130 horas que mantuvo fuera de línea a la plataforma del Banco de Venezuela, lo cual afectó a millones de usuarios en todo el país.
La también ministra de Finanzas señaló que desde la nación norteamericana se “busca degradar el funcionamiento de los servidores del banco”, y aseguró que la huella digital del presunto ataque cibernético quedó reflejada en el sistema ITS. Contó que una vez que la institución bancaria se percató de la situación “decide protegerse (…), lo que derivó en la suspensión de las actividades”.
Actualmente, en la plataforma del Banco de Venezuela se puede cobrar y canjear los bonos otorgados a los empleados públicos y a los venezolanos censados en el Sistema Patria. Asimismo, posea una amplia disponibilidad para cancelar distintos compromisos patrimoniales y de servicios públicos.
Tal como le pasó a Luis Checa, quien la semana pasada y después de sortear varias adversidades, logró concretar la compra de un vehículo, pero al momento de dirigirse al Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT) no pudo concretar el proceso de poner los papeles al día por la paralización de la plataforma del banco estatal.
“Solo se puede pagar por el Banco de Venezuela o por el BOD, pero en BOD no carga la página porque dice que la conexión está lenta y hay que tomarse fotos y subirlas a la plataforma del INTT desde el banco y no se puede. Como no logré hacer el pago, me toca esperar hasta la próxima semana flexible porque ellos no trabajan en radical, es decir, una semana sin papeles”, detalló.
José Granados lamentó que la noche del martes 14 de septiembre le habían hecho el pago de sus remuneraciones laborales y la mañana siguiente, cuando se disponía a hacer mercado para su casa, la plataforma ya se encontraba inhabilitada. “Nos tocó pedir prestado, porque no teníamos ni harina para hacerle arepas a las niñas. Me daba mucha rabia porque tenía más de 400 millones de bolívares en el banco y no los podía usar. ¿Sabes qué es malo? Cuando tienes plata y debes andar como si no la tuvieras”.
Daniela y Alexandra también se vieron afectadas con la caída de la plataforma: “A mi tía le llegó el mensaje del bono y también tenía un dinero de la pensión en el banco la pobre. Me tocó prestarle de mis ahorros, que no son mucho, casi que nos repartimos lo básico para que ambas pudiéramos solventar durante la semana pasada y el fin de semana”.
Paula comentó disgustada que tuvo que pagar datos extras para su celular, que es postpago, porque ella suele pagar la facturación de la línea a través de la plataforma del Banco de Venezuela. “No tenía chance de dirigirme hasta Digitel, la app no me abría y el banco caído, tuve que meterme en otro banco y meterle saldo al celular como si fuera una línea prepago para poder mantenerme comunicada, porque no tenía forma de pagar la factura vencida”.
Aún para el lunes 20 de septiembre la falla continuaba y aunque lo que se espera como usuario y cliente era una explicación emitida desde la entidad bancaria, no hubo uno como tal. El banco generalmente suele enviar mensajes de texto informando las posibilidades de pago que brinda la plataforma, así como información sobre la pandemia de la COVID-19 y de los bonos del sistema Patria, pero en esta oportunidad no fue enviado ni un solo mensaje con una explicación para los usuarios.
Ese mismo lunes en las distintas redes sociales del banco fue publicado un comunicado, en el que se podía leer que el servicio sería restituido a la una de la tarde, del 20 de septiembre, pero en simultáneo por los grupos de WhatsApp rodaba otro comunicado que decía que la restitución del servicio sería pasadas las tres de la tarde.
Lo cierto es que las quejas a través de las redes sociales no se hicieron esperar cuando llegada la noche aún habían usuarios que no podrían ingresar a sus cuentas.
Quienes sí corrieron con suerte y pudieron ingresar al banco para poder verificar sus estados de cuenta denunciaron que les aparecían “transacciones fantasmas”, incluso algunos por montos que aseguraban no poseer en sus cuentas.
“A mí me dejaba entrar a la cuenta, pero cuando iba a la casilla de consulta se me cerraba la página. Luego, ingresé desde la aplicación del celular que abrió con más facilidad y supuestamente en los días que estuvo la plataforma caída había hecho tres transferencias por montos que superaban los 200 dólares al cambio, cada una. Ya quisiera yo tener esa plata y no estar regateando por ahí hasta llegar a la quincena”, aseguró Marco Hernández entre risas.