Humberto Figuera dejó la presidencia de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV) el pasado 15 de marzo y esa responsabilidad pasó a ser asumida por Marisela de Loaiza.
Tras su salida advirtió que hay temas pendientes por resolver con el gobierno, como es el caso del dinero en bolívares que acumularon las líneas aéreas en la época del control de cambios y que no se les permitió cambiar a dólares para ser repatriado a sus respectivas casas matrices, señala el semanario Exclusivas Económicas.
“Aún se encuentran represados aproximadamente 3.500 millones de dólares que están en los balances de las líneas aéreas como un activo que no han podido cobrarse”, dijo Figuera.
“Sería muy interesante que el país diera una muestra de que eso se vaya a cumplir en un momento determinado. Algunas se resignaron que eso lo van a cobrar más tarde que temprano, pero siguen operando porque Venezuela es un mercado interesante”, añadió.
Figuera advirtió que todavía persiste rezago del control de cambio que impide la adquisición de boletos para vuelos desde Venezuela hacia el exterior.
“No hay opción de pagar en bolívares porque si las líneas aéreas internacionales lo reciben cómo obtienen los dólares. La única manera para que las compañías puedan operar en Venezuela es que pudieran cobrar los boletos internacionales en divisas y eso lo entendieron las autoridades”, puntualizó.