Petróleos de Venezuela (Pdvsa) está cortando lazos con el magnate naviero Wilmer Ruperti, un viejo aliado de Hugo Chávez. El empresario venezolano fue la figura clave que ayudó a romper entre finales de 2002 e inicios de 2003 la huelga petrolera que tenía como objetivo sacar del poder al fallecido gobernante.
Ruperti, un excapitán de barco, utilizó su experiencia en el transporte marítimo para abrir una brecha en el bloqueo del puerto e introducir gasolina rusa al país. La acción fue vista por muchos como un punto de inflexión que eventualmente condujo al final de la huelga y que resultó esencial para mantener a Chávez en la silla de Miraflores.
Ahora, de acuerdo con Bloomberg, Pdvsa canceló un contrato con Maroil Trading Inc., perteneciente a Ruperti. La medida se produjo después de que una auditoría interna, ordenada por el recién nombrado titular de Petróleos de Venezuela, Pedro Tellechea, encontrara discrepancias en los pagos.
Por su parte, Ruperti aseguró que no hubo irregularidades y que aún le deben 300 millones. El centro de la discrepancia actual entre el magnate y la empresa estatal se encuentra un contrato de cinco años firmado en 2016, revela la agencia de noticias.
Según el acuerdo, Maroil acordó invertir 138 millones de dólares en una terminal marítima de Pdvsa. A cambio, a Maroil se le otorgó el derecho de vender y retener la mayor parte de las ganancias de alrededor de 12 millones de toneladas métricas de coque de petróleo, un subproducto del petróleo que se usa para producir electricidad y encender hornos de cemento en todo el mundo.
En una entrevista que retoma Bloomberg, Ruperti dijo que el contrato, que vence en 2021, se extendió por dos años debido a la pandemia. Pdvsa, dice el empresario, niega que se haya extendido el contrato y quiere que Maroil pague los cargamentos de coque de petróleo vendidos después de la fecha límite original de 2021.
En marzo, Reuters informó que Maroil debía 432 millones de dólares a la petrolera estatal. Ruperti, por su parte, asegura que Pdvsa le debe a su empresa más de 300 millones de dólares, ya que la compañía logró exportar un poco más de 6,5 millones de toneladas de las 12 millones a las que tenía derecho.
A pesar de la enorme diferencia de los reclamos, las conversaciones son “amistosas” y hay “disposición” de ambas partes para llegar a una solución, aseguró Ruperti en la entrevista.
Fuente: Bloomberg