El presidente entrante del Banco Mundial nació en India y forjó allí su éxito comercial temprano, un hecho que, según sus partidarios, le da a Ajay Banga una valiosa perspectiva sobre los desafíos que enfrentan los países en desarrollo que se supone que el banco debe ayudar.
Pero no todos están seguros de que se pueda contar con Banga, quien ha pasado la mayor parte de las últimas dos décadas en el mundo corporativo estadounidense, para sacudir el banco en la forma en que algunos creen que debería ser .
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, habló sobre las credenciales de Banga esta semana al margen de las reuniones de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en Washington.
Banga, actualmente vicepresidente de la firma de capital privado General Atlantic, tiene más de 30 años de experiencia empresarial, incluso como director ejecutivo de Mastercard y en los directorios de la Cruz Roja Estadounidense, Kraft Foods y Dow Inc.
“Tiene las habilidades de liderazgo y gestión, y la experiencia financiera adecuadas para dirigir el Banco Mundial en un momento crítico de su historia”, dijo Yellen.
Eso se produjo después de que el presidente Joe Biden, al nominar a Banga en febrero, anunciara su “experiencia crítica” al lidiar con desafíos mundiales urgentes como el cambio climático, a pesar de que su currículum muestra poco que ver con las credenciales climáticas.
El Banco Mundial, el banco de desarrollo más grande y antiguo del mundo, incluye 189 países miembros con la misión de reducir la pobreza y generar prosperidad en el mundo en desarrollo.
La amenaza del cambio climático es un foco importante, y el banco se presenta a sí mismo como el mayor financiador de la acción climática en los países en desarrollo.
Pero los líderes y activistas de las naciones más pobres, especialmente aquellas vulnerables al clima extremo empeorado por el cambio climático, han pedido reformas masivas en todo el sistema de bancos multinacionales de desarrollo.
Dirigidos por la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, y respaldados por el presidente francés, Emmanuel Macron, impulsaron algo llamado Iniciativa Bridgetown, que haría más fácil y rápido que los países en desarrollo afectados por desastres climáticos obtengan dinero con tasas de interés más bajas tanto para la recuperación como para la recuperación.
Banga reemplazará a David Malpass, un designado de Donald Trump que anunció que dejaría el cargo en junio, un año antes, luego de ser presionado por negarse a decir si estaba de acuerdo con el consenso científico sobre el cambio climático.
Los analistas de finanzas climáticas se sienten aliviados de que Banga al menos crea que el cambio climático es causado por los combustibles fósiles. Pero muchos son escépticos de que su experiencia, que incluye períodos en Nestlé, Pizza Hut y Mastercard, sea una opción natural para las finanzas climáticas.
Y aunque proviene de un estado de la India con problemas climáticos, una nación que lucha simultáneamente contra la creciente demanda de energía y los efectos del cambio climático, su larga carrera en Estados Unidos se suma a su actitud de esperar y ver.
Anit Mukherjee, miembro principal de Observer Research Foundation America, un grupo de expertos dedicado al desarrollo global de India, calificó la ascensión de Banga como “un momento de orgullo para India”.
“Al crecer en India, Banga probablemente comprenderá los problemas que enfrentan los países en desarrollo. También está claro que entiende los mercados de todo el mundo”, dijo Mukherjee, quien ha trabajado de cerca en la reforma de los bancos multilaterales de desarrollo. “Todavía no está claro si comprenderá los desafíos del financiamiento y el desarrollo climáticos”.
Harjeet Singh, jefe de estrategia política global de Climate Action Network International, calificó la partida de Malpass como una oportunidad histórica para «cambiar el sistema». Pero Banga es solo vino añejo en una botella nueva, dijo Singh.
“Ha trabajado en corporaciones cuyo principal motivo es la ganancia. Cuando se trata de desarrollo, especialmente del cambio climático, se trata de justicia y equidad”, dijo Singh. Los antecedentes de Banga “no inspiran confianza”, dijo.
“Nos enfrentamos a múltiples crisis, incluido el cambio climático, la crisis de la deuda y la crisis bancaria. No podemos continuar con los mismos sistemas que son responsables de estas crisis”, dijo Singh.
Luiz Vieria, coordinador del Proyecto Bretton Woods, que vigila al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, lamentó como injusta la tradición según la cual EE.UU. designa típicamente al titular del Banco Mundial y Europa al titular del FMI. Banga “ni siquiera cumple con los criterios mínimos”, dijo.
Hijo de un oficial del ejército indio, Banga nació en 1959 y se educó en algunas de las principales instituciones de la India. Cuando la economía de la India se liberalizó a principios de los años 90, Banga pudo trabajar y ascender en las filas de las corporaciones multinacionales que irrumpieron en la India.
Desde que se mudó a los EE.UU. a principios de la década de 2000, Banga ha ocupado posiciones prestigiosas en el mundo corporativo, incluida la dirección de Mastercard y la dirección de Exor y Temasek, grandes compañías de cartera cuyas carteras son diversas e incluyen compañías de medios como Mediacorp y The Economist, así como empresas de automóviles como Ferrari.
“Nombrar a alguien como Banga es una excelente manera de abrir la conversación con los países en desarrollo”, dijo Suranjali Tandon, profesor asistente en el Instituto Nacional de Finanzas y Políticas Públicas, un instituto de investigación afiliado al gobierno indio.
Pero Tandon se preguntó si Banga podrá o estará dispuesto a cambiar drásticamente la forma en que funciona el Banco Mundial.
“Su experiencia en el sector privado lo hace versado en asumir grandes riesgos y obtener altos rendimientos”, dijo.
“La financiación del desarrollo, especialmente la financiación climática, se trata de inversiones de alto riesgo y bajo rendimiento. Dado esto, no veo que el Banco Mundial se transforme radicalmente bajo su liderazgo”.
Fuente: AP