En cinco meses han fallecido más de 15 niños en el principal centro de salud pediátrica de Venezuela, el hospital José Manuel de los Ríos. En mayo la mitad perdió la vida y de ellos, cuatro mientras esperaban un trasplante. El Coordinador General del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), Carlos Trapani, aseveró que la razón gira entorno a que no hay condiciones que protejan a los infantes.
Muchas de las causas que dieron inicio a esta organización, con 34 años de labor, ahora están agravadas debido a que ser niño en Venezuela es muy peligroso, no hay condiciones materiales, sociales, familiares, políticas e institucionales para que los niños estén protegidos y eso hace que la infancia sea especialmente vulnerable, sentenció.
El abogado de profesión, enfatizó que los derechos que se les han violado a los menores no son solo el de la salud, sino también el de tener un nivel de vida adecuado, compartir con su familia, educarse, hacer deporte y jugar.
Si para un adulto sano es muy difícil ejercer sus derechos en Venezuela más para un niño y aún más con una enfermedad crónica, advirtió.
Cabe destacar que entre las limitaciones a las que se enfrentan estos pacientes está la suspensión el Programa de Procura de Trasplantes que dejó de funcionar en junio de 2017 y hasta la fecha el Ministerio del Poder Popular para La Salud no lo ha reactivado. Como solución a ello, el país creó un convenio con Italia pero también está inactivo.
El coordinador de Cecodap afirma que estos niños tienen años esperando trasplantes y las familias no saben de bloqueo. Es responsabilidad del Estado buscar los mecanismos para responder.
J.M de los Ríos en terapia intensiva
La falta de insumos básicos para realizar el tratamiento y el deterioro de la infraestructura del J.M. de los Ríos, esta última advertida en 2014 por la Contraloría General de la República, dirigida en ese momento por Manuel Galindo, despliegan las dificultades que encaran estos menores de edad.
En febrero del año pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas de protección a favor de los pacientes con problemas renales de este ambulatorio, y en octubre, Cecodap solicitó una ampliación para incluir otros 13 servicios, entre ellos el de hematología.
En el plazo de un año desde que se dictaron las medidas (febrero 2018-febrero 2019) fallecieron ocho niños en este centro clínico, según el informe del Centro Comunitario de Aprendizaje.
A lo que Trapani responde que los daños no son a futuro, los daños los estamos viviendo hoy.
Actualmente, 26 niños continúan en una lista de espera por trasplante de médula ósea, desde un principio estaba conformada por 30 pacientes, los cuatro restantes fallecieron este mes.
El jurista expresa que si un Estado no puede proteger la vida de 30 niños mucho menos va a proteger la vida de todo un país. Y describe que el Hospital J.M. de los Ríos es un centro asistencial que está en terapia intensiva con un respirador y lo único que lo mantiene con vida son las donaciones, fundaciones y las ONG.
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