El próximo domingo 29 de mayo unos 38,8 millones de colombianos acudirán a las unas de votación para elegir a un nuevo presidente, en lo que sería la primera vuelta. La decisión parece estar bastante definida, según los últimos sondeos de opinión presentados por las cadenas de noticias de ese país, en las que anuncian al izquierdista Gustavo Petro, como el eventual ganador y nuevo huésped de la Casa de Nariño.
El segundo lugar se lo disputa, aparentemente y de manera sorpresiva, según los mismos estudios de opinión, el independiente Rodolfo Hernández. Quedaría en un posible tercer lugar, sin posibilidades latentes de pedir una segunda vuelta, el centro derechista Federico ‘Fico’ Gutiérrez.
La mirada de Venezuela, entre otras naciones, está puesta en esta contienda electoral, ya que significaría el cambio de una era con la salida de Iván Duque y gran parte del apoyo político del expresidente Álvaro Uribe.
El cese de este mandato podría significar también la renovación de las relaciones bilaterales, dado que el mandatario saliente cortó todo tipo de relación con la administración de Nicolás Maduro y su contacto ha sido con el ala opositora representada por Juan Guaidó y el gobierno interino.
Además, es de recordar que Colombia ha sido el país que ha albergado la mayor cantidad de venezolanos que decidieron migrar. De acuerdo con datos ofrecidos por Migración Colombia, ese país ha acogido cerca de 1.800.000 venezolanos, de los cuales cerca de 763.000 han logrado regularizar su situación, mientras que cerca de un millón se mantienen a la espera.
Colombianos buscan un cambio
Kevin Villarreal Miranda, politólogo, magíster en Ciencia Política y consultor en el Centro de Análisis y Entrenamiento Político (CAEP) de Colombia, advirtió que «las encuestas, fotografía del escenario electoral, evidencian que la ciudadanía colombiana siente un desgastante por parte del gobierno nacional. La mala imagen del presidente Duque y las decisiones tomadas han generado un malestar general sobre su partido y sobre su líder natural. En ese sentido, vemos que todos los candidatos están hablando de cambio y sus mensajes tienen un vínculo emocional de transformación y de unidad».
Sobre la tendencia a favor de Gustavo Petro que se evidencia en las encuestas, Villarreal dijo: » Petro lidera la intención de voto y sigue creciendo gradualmente, Federico Gutiérrez se evidencia como la segunda propuesta de preferencia por el electorado. Llama la atención que, aunque está de segundo en las encuestas, parece que hay un estancamiento en la intención de voto”.
Añadió que quizás una de las razones de lo anterior sea “por el crecimiento inesperado que tiene el candidato Rodolfo Hernández, que parece le pisa los talones a Federico y es el que más crece en las encuestas y el que tiene más espectro para seguir creciendo. Relegado queda Fajardo, que antes de iniciarse las campañas políticas era el llamado a ser el opositor más fuerte de Petro. Probablemente le esté pasando factura el no haber tomado posición en las elecciones pasadas, donde decidió guardar silencio y no tomar bando en un país donde la polarización es muy marcada».
Aunque los recientes sondeos mostraron gran ventaja para Petro, el analista argumentó que «según las encuestas no habrá un ganador en primera vuelta. Petro, que se denomina progresista en un país religioso, conservador y de derecha, propone una economía alrededor de la vida, de fortalecer las riqueza desde lo natural y protección del medio ambiente. Petro, en un país polarizado, representa uno de los extremos del espectro político. se le señala de populista y genera dudas frente al papel intervencionista que tendrá el Estado en la economía».
Expectativas de una segunda vuelta
Villarreal dijo que en una segunda vuelta la figura de Gutiérrez podría tomar visibilidad: «La segunda propuesta que parece estará en segunda vuelta es la de Federico Gutiérrez, quien se proclama defensor de la seguridad, de la tradición. Habla de la defensa de las libertades y la familia. Se le relaciona con el continuismo, pues la clase política afín al gobierno y el partido de gobierno lo está apoyando».
Al independiente lo calificó como «irrespetuoso»: «Rodolfo Hernández, que parece estar en un empate técnico con Federico, se presenta como un hombre que lucha contra la corrupción, aunque tenga investigaciones abiertas por corrupción. Rodolfo es un personaje que figura con su lenguaje coloquial, se muestra irrespetuoso con la justicia, pues no acata los fallos que han salido en su contra».
También criticó la imparcialidad de las autoridades. «Hay un manto de dudas sobre el registrador y las elecciones, desde hace días se ha venido abonando el terreno sobre un posible fraude desde todas las campañas que están en disputa. Se habla de un software fraudulento, a los observadores internacionales no se les dejó ingresar al país, se habla de compra masiva de votos, aplazamiento de las elecciones, cambio de testigos electorales, cambio de jurados y cero capacitaciones».
¿Voto castigo?
Ahora, sobre la posibilidad de un voto castigo hacia la ideología uribista en las elecciones del domingo, el politólogo y coordinador del Centro Gumilla en el estado Lara, Piero Trepiccione, opinó que ”más que personalizar una responsabilidad para este panorama político colombiano, de cara a estas elecciones del próximo domingo realmente es un voto castigo al manejo de la política colombiana».
Señaló que los colombianos buscan un cambio ”al manejo desde el gobierno de temas que no tienen un apego importante con la sociedad, al abuso, al autoritarismo, a ciertas prácticas de violaciones de derechos humanos que se han sembrado en el imaginario colectivo de los colombianos. Además, el hecho de no tener una calidad vida óptima hace que los colombianos se vuelquen hacia otras opciones políticas».
A su juicio, «hay un cansancio hacia la clase política colombiana tradicional que no se reinventó o le está costando muchísimo reinventarse. Por eso, ese desapego y esa búsqueda de otras alternativas políticas».
Implicaciones para Venezuela
Sobre las implicaciones que podría tener una eventual victoria de Petro para Venezuela, Trepiccione indicó: «Creo que independientemente de quién gane las elecciones en Colombia, el panorama con respecto a Venezuela va a cambiar. Muy probablemente se reabran las fronteras, se reactive de alguna manera el comercio bilateral, porque hay un cambio de perspectivas y de visión en la política exterior no solo en Colombia, sino en la Unión Europea, en Estados Unidos con respecto al caso de Venezuela y la búsqueda de otras alternativas, otras estrategias para poder favorecer un cambio político e institucional en Venezuela».
Aseguró que la normalización de las relación entre ambos países es vital independientemente del resultado de las elecciones en Colombia. ”Ya se ha esbozado durante la campaña electoral donde el tema de Venezuela fue protagonista. Se esbozó que la reapertura de las fronteras y de las actividades económicas, más allá de las diferencias políticas, es algo que eventualmente podría ser un hecho. Probablemente más rápido o más lento según el resultado electoral, pero enmarcado en esa nueva realidad».
Es de la opinión que la relación entre los dos países va a tender a mejorar, “al menos términos pragmáticos, más allá de las diferencias ideológicas. Creo que la salida de Duque va a favorecer el acercamiento de ambos gobiernos, independientemente de quién resulte electo, porque es una necesidad de ambos países retomar sus relaciones en función de regularizar esa situación traumática de cerca de dos millones de venezolanos que están en suelo colombiano, una situación de vulnerabilidad».
Trepiccione espera que la normalización de la situación entre ambas naciones beneficie a los venezolanos en el país neogranadino. «La situación de los venezolanos en Colombia va a depender del mejoramiento de las políticas públicas en ese país, su sistema de salud, de atención y, sobre todo, la forma en que el gobierno ponga la temática hacia los venezolanos y maneja una narrativa con la migración venezolana”.
En este particular, Villarreal puntualizó que «frente a Venezuela Petro ha dicho que restablecería las relaciones con Venezuela, incluida la reapertura de la frontera. Federico Gutiérrez menciona que no habrá relaciones diplomáticas, pero que buscará la forma de reactivar comercialmente la frontera. Frente a Guaidó no se hace mención alguna en los debates, posiblemente Federico lo reconozca en tanto tiene afinidades con la clase política que apoya al gobierno nacional. Petro, aunque no menciona a Guaidó, si se refiere al gobierno de Maduro como una dictadura que a coartado el pluralismo y es un gobierno que mata».
El ambiente está calmado
Como ha ocurrido en países latinoamericanos, generalmente, el ambiente puede estar convulso días antes de una elección. Más cuando las alternativas son tan distantes ideológica y políticamente. No obstante, Eduardo Rengifo, un venezolano que se encuentra en Colombia desde el pasado martes 24 de mayo, como parte de la misión internacional de observación electoral para las elecciones presidenciales del domingo 29 de mayo, ofreció su opinión al respecto.
«He visitado Cúcuta y, actualmente, me encuentro en Bogotá. Desde el lunes se activaron seis puestos de votación fronteriza y el ambiente en Cúcuta es tranquilo. La gente en su vida normal. Lo que pude percibir de los ciudadanos comunes, como taxistas, comerciantes, personas en la calle, era una especie de apatía. Algunos manifestaban que no iban a votar, mientras otros ni se acordaban; la dinámica propia de una ciudad fronteriza muy movida y muy ágil», dijo.
Aseguró que las autoridades han mostrado interés en salvaguardar la seguridad de los colombianos: «En estos momentos Bogotá se percibe como una ciudad tranquila. La Registraduría y el Consejo Nacional Electoral de Colombia han venido haciendo unos grandes esfuerzos para garantizar el cumplimiento del calendario electoral, y así lo hicieron saber en la jornada de instalación de la misión de observación internacional, cubriendo las más de 102.000 mesas electorales que van a estar en funcionamiento para esta primera vuelta de las elecciones».
Rengifo ofreció detalles de la misión a la que pertenece: «La misión de observación internacional está conformada por más de 400 observadores, manifestaban que es la misión electoral más grandes. Son para ellos las elecciones más observadas de la historia. Están enfocados en generar la confianza necesaria para consolidar el voto como mecanismo de expresión popular y seguir consolidando el sistema democrático».
Concluyó que ”todo el aparato del Estado está en aras de garantizar la seguridad. Calculan más de 300.000 efectivos policiales desplegados por los centros electorales. Se ve un esfuerzo institucional por parte del Estado para garantizar el orden y la seguridad de todos los habitantes y electores. Ha sido hasta el momento una experiencia interesante porque ellos están muy enfocados en garantizar el cumplimiento cabal de las elecciones».