Con cuatro, furro y tapabocas cantaron los parranderos de Los Teques

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    En Venezuela diciembre suena al ritmo del furro, el cuatro y la tambora, y da vida a la gaita con la parranda que la acompaña. Durante todo el año, las agrupaciones musicales se preparan para recorrer las calles y casas a dicho son, pero ante una realidad de pandemia, restricciones y medidas de bioseguridad esta tradición sufrió cambios, aunque sigue presente y Los Teques, la segunda capital gaitera del país luego de Maracaibo, no es la excepción.

    “Desde hace 13 años hacemos La Bajada del Furro y esta vez tuvimos que realizarla de manera virtual” dice Humberto Zapata, presidente de la Fundación Día del Gaitero, la cual tiene cerca de cuatro décadas llevando el sonido tradicional de la Navidad a los venezolanos.

    Pero adaptarse a una modalidad a distancia no es el único obstáculo que enfrentan. “Es algo muy triste sentirse parrandero en una pandemia en la que se está restringido ante una realidad delicada como es este virus que se ha llevado a muchos gaiteros porque nosotros somos quienes llevamos la alegría, pero actualmente con el sentimiento de que se nos fue un parrandero es difícil y no es lo mismo, que en años anteriores cuando compartiamos en los hogares, ahora siempre hay un asiento vacío de un integrante que ya no está y se nos han ido muchos”

    Zapata tiene 52 años parrandeando, comenzó a los seis años de edad con la agrupación Estrellas de Oro y afirma que todo lo bonito que ha tenido ha sido haciendo gaitas. Este mes le compuso una al uso del tapabocas porque comprende la importancia de usarlo a pesar de que acostumbrarse a cantar y tocar un instrumento escondiendo la mitad de su cara de dicha al hacerlo, ha sido diferente.

    Miguel “Niño” Correa, furrero, indica que en 2020 y por la pandemia “tuvimos muchos inconvenientes y por eso los eventos los hicimos privados y vía Internet y los que pudieron de alguna manera vieron los videos, pero trabajamos para que la gente se sienta cómoda con el trabajo que hacemos”.

    Correa es parrandero desde los ocho años “y voy a cumplir 58, esto lo hacemos desde que estábamos en la escuela y ya voy a tener 50 años en el ambiente y me siento complacido y satisfecho”.

    El mejor recuerdo que tiene Correa es de la primera Bajada del Furro que hizo la fundación, “fue sin sonido y nos reunimos un grupito de seis personas con un furro, una tambora, una charrasca y un cuatro, y participaron músicos que hoy en día están consagrados como maestros gaiteros y así nos fuimos formando como un grupo”.

    “Nos llaman parranderos pero en realidad somos gaiteros de corazón”, expresa Zapata mientras Correa dice que a pesar de los cambios de este años llevar el sonido de las fiestas navideñas “es una satisfacción que hacemos con mucho cariño y llevamos por dentro. Sabemos que cuando tocamos transmitimos lo que sentimos y las personas lo reciben”.

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