En medio de la incertidumbre de un posible desabastecimiento de gasolina debido a que la refinería Cardón, en estado Falcón, presenta problemas, los conductores de Caracas hacen largas colas para surtir sus vehículos con combustible a precio subsidiado. De esta manera, también buscan evitar descuadrar el presupuesto familiar.
Fuentes del mercado interno de derivados de hidrocarburos, que solicitaron guardar sus nombres en reserva, aseguraron que la precariedad económica ha ocasionado un cambio en los consumidores.
«En las estaciones de servicio de la capital que venden la gasolina a precio subsidiado de 5.000 bolívares el litro siempre hay largas colas de más 12 horas pese a que la ciudad suele tener garantizado el suministro, al contrario de las bombas del interior del país», precisó un consultado.
El régimen de Nicolás Maduro aumentó el precio de la gasolina a partir del primero de junio de 2020, en un esquema que contempla un precio con subsidio y otro internacional de 50 centavos de dólar el litro.
El plan de nuevos precios estableció la venta de cupos hasta 120 y 60 litros mensuales para los vehículos y motos que acuden a los expendios con carburante subsidiado. El despacho de ese combustible se realiza de acuerdo con el terminal de la placa del carro correspondiente a un día preestablecido.
La gasolina a precio internacional se encuentra en las llamadas estaciones de servicio premium, que no tienen restricciones de suministro del carburante.
«En los primeros meses siguientes al alza de la gasolina, hacía el sacrificio e iba a la bomba premium. Sin embargo, cuando el dólar se disparó me ajuste solo al cupo subsidiado», contó un conductor que reside en el este capitalino.
Otro conductor de esa zona de la ciudad narró que, pese a ganar un ingreso de 250 dólares al mes, dejó de comprar gasolina a precio internacional porque se descuadra el presupuesto de su familia de cinco miembros.
«En la casa se usa el carro solo en traslados estrictamente necesarios. Para reducir el gasto en gasolina a veces voy a pie desde el edificio en San Bernardino hasta la oficina en Plaza Venezuela», refirió una ingeniera.
Las fuentes destacaron que entre el primero de junio y este jueves la paridad cambiaria del dólar frente al bolívar subió 81,32%, al pasar de 99.055 a 1.850.128,02 bolívares por dólar.
A la última tasa de cambio, llenar un tanque de 40 litros con gasolina en una bomba premium implica desembolsar 37 millones de bolívares.
«Ya no se trata de que los consumidores se valen de la viveza criolla para comprar gasolina a precio subsidiado, sino de la necesidad real de la mayoría de la población fuertemente golpeada por la inflación y la devaluación», sostuvo un consultado.
Esta situación, agregó, lleva a no asumir el gasto de la gasolina a precio internacional para satisfacer otras necesidades más prioritarias como la alimentación.
«Por eso, la gente acude a los cupos de combustible subsidiado, pues pagan 600.000 y 300.000 bolívares, mucho menos que la gasolina a precio internacional», insistió.
No obstante, un concesionario de un expendio subsidiado en el centro de Caracas aseguró:
«Todavía se ven camionetotas comprando el cupo, pero la mayoría de los conductores lo hace por necesidad».
“Si me paso unos pocos litros del cupo pago en dólares, pero siempre es mucho más barato», expresó un conductor.
Algunos usuarios se quejaron de últimamente en algunas bombas premium exigen pagar la gasolina en dólares en efectivo.