“El año 2023 cierra con enormes brechas de protección y de defensión para las personas adultas mayores. Siguen siendo esa nube gris, donde hay un gran vacío en donde algunos hablan de recuperación, pues es una recuperación probablemente asimétrica, que no permea hacia todos los segmentos de la sociedad y mucho menos hacia las personas adultas mayores”, señaló Luis Francisco Cabezas, director general de la organización civil Convite.
Reiteró que la sensación de que unos pocos en el país son los que se encuentran beneficiados económicamente se deja ver con mayor fuerza en los adultos mayores: “Pareciera ser una burbuja anclada en ciertos sectores muy reducido de la población, no siendo ellos las personas adultas mayores. Ellos enfrentan enormes desafíos para poderse alimentar, para poder cubrir los costos de medicina y poder ser atendido en el sistema de salud. Además, hay que sumarle otras variables asociadas a la inseguridad, que pareciera estar de vuelta en Venezuela”.
Otro de los problemas que acosan a este grupo etario en Venezuela, especialmente desde que se agudizó la ola migratoria, es el abandono, lo que las hace enfrentarse a la soledad. «Esto se ha traducido en un vertiginoso deterioro de la salud emocional de las personas adultas mayores, hecho que se ve reflejado, por ejemplo, en el informe de victimización que hizo Convite, que refleja un incremento, con respecto al año pasado, de 15% de la data de suicidios en personas adultas mayores”.
Asimismo, como sucede con la mayoría de las organizaciones civiles que prestan servicios no gubernamentales a la sociedad venezolana, Convite no cuenta con data oficial del Estado, en cuanto a la situación real de los adultos mayores; por eso, Cabezas indicó que: “eso de los que se conoce, porque recordemos que nuestro estudio abarca solo un barrido de todas aquellas noticias que salen en portales noticiosos, que son publicadas por algún medio de comunicación. Es decir, que hay una cifra negra que desconocemos, lo que apunta a que esa cifra puede ser aún mayor”.
Sin posibilidades de vida
Otra de las variables que se mezclan con la indefensión de los adultos mayores, es su imposibilidad de tener acceso a la recreación, “al acceso a dispositivos de movilidad, a aquellas personas adultas mayores que tienen movilidad reducida, tampoco tienen acceso a ello. También un elemento importante es la precariedad de los servicios públicos, que afecta de forma diferenciada a las personas adultas mayores. Por ejemplo, sin ir muy lejos, en Chacao, el municipio más envejecido de Venezuela, que tiene aproximadamente el 27% de su población adulta mayor, es un municipio que enfrenta dificultades para el acceso al agua potable”.
Asimismo, señaló que algunas localidades, en especial en las barriadas e interior del país, donde el acceso al aseo urbano es complejo, muchas personas suelen aplicar la quema de basura como una solución sanitaria, pero esto solo empeora el estado de las personas adultas mayores que padecen de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
“Eso produce episodios de asma que pueden incluso ser letales. Se mantienen cortes de electricidad en las regiones de seis, ocho horas, y que siguen provocando en muchos casos incendios dentro de viviendas para poder alumbrar. 2023 es un año en el que se ensancha la brecha de protección y de indefensión en la que viven las personas adultas mayores en Venezuela”.
Cabezas destacó que los adultos mayores en Venezuela requieren de “posibilidades de vida” que van desde lo más básico, como servicios públicos óptimos, hasta cuidados y atenciones relativas a cada una de sus afecciones específicas.
“La pensión equivale a poco menos de 3 dólares para vivir todo un mes. Ni sumando los epilépticos bonos, porque no hay una regularidad ni una universalidad para el otorgamiento de esos bonos a toda la población de adultos mayores, y la pensión logran completar ni 10 dólares para vivir todo un mes”, dijo.
Señaló que, de acuerdo con o indicado por el Banco Mundial, una persona requiere de aproximadamente 2 dólares diarios para poder vivir fuera de la línea de pobreza: “Estaríamos hablando de 60 o 65 dólares mensuales, pero los adultos mayores en Venezuela, no logran completar ni 10 dólares mensuales para vivir un mes. Nadie habla de lujos o privilegios, solo que puedan vivir bien, tener una dieta acorde y medicación para sus respectivas enfermedades crónicas”.
Añadió que las personas adultas mayores en Venezuela requieren de salud, alimentación, cuidados, protección y «si hay un verdadero interés político, deberían haber programas focalizados para brindar un plan de emergencia de atención privilegiada que esté dirigido a estas personas adultas mayores que estén solas. No podemos seguir permitiendo que se nos sigan muriendo de hambre”.
En cuanto a las casas de asilo, detalló que éstas instituciones presentan “una difícil situación”, y acotó que tanto el subsidio económico, como alimenticio que ofrece el Seguro Social a estos recintos de cuidado “es cada vez más menguado».
«En ocasiones reciben estos insumos en mal estado y deben ser descartados. Debemos tener en cuenta que muchas veces estas personas fueron abandonadas allí y cuando se les llama a los responsables para pedir alimentos o medicinas, resulta que no están en el país. Sencillamente dejaron abandonada a la persona adulta mayor allí”.
Violencia agravada
Otro de los flagelos que siguen perjudicando la vida y seguridad de los adultos mayores es la violencia. El director de Convite señaló que “cada año entre 300 y 350 personas adultas mayores pierden la vida de forma violenta en Venezuela, y 2023 no fue la excepción. En el primer semestre, 136 personas adultas murieron por causas violentas, en la que muchas de esas muertes tienen una gran responsabilidad el Estado, porque ocurrieron por situaciones de negligencia, por no haber atención o por atención tardía en centros hospitalarios”.
De igual forma, Convite registró que en el segundo semestre de julio a diciembre se incrementó esta cifra: “De enero a junio fueron 136, de julio a diciembre fueron 164 muertes que totalizan entre los dos semestres, 300 personas adultas mayores que perdieron la vida de forma violenta. También nos preocupa que en el segundo semestre se incrementaron los suicidios con respecto al primer semestre del año 2023”.
Dijo que de las 136 muertes que ocurrieron el primer semestre, 21% de ellas fueron suicidios. «En el caso del segundo semestre de 2023, 26,5% de 164 muertes violentas fueron por causa de suicidios. De igual forma, causa preocupación la cantidad de arrollamientos de personas adultas mayores, lo que da cuenta de la poca cultura de los conductores y motorizados que no respetan las aceras, pasos de peatones y semáforos”.
La delincuencia común también tocó a la puerta de muchas de estas personas adultas mayores durante 2023, según Cabezas: “Muchas de ellas murieron a manos del hampa por razones fundamentalmente de robos que, en muchos casos, ocurrieron dentro de sus propias viviendas, es decir, que la vivienda ha dejado de ser un espacio seguro para estas personas, especialmente para aquellas que viven en situación de soledad”.