Desde hace más de una década Venezuela permanece sumergida en una crisis económica que todavía sigue causando estragos en los bolsillos de los ciudadanos, ante la inflación, la falta de confianza en la moneda nacional y la pérdida del poder adquisitivo.
Anteriormente, enero era considerado el «mes de las rebajas y liquidaciones»; sin embargo, economistas advierten que la inflación del primer del año 2023 podría ser similar a diciembre de 2022.
Aarón Olmos, Manuel Sutherland y Luis Bárcenas coincidieron en que la inflación de enero podría ser similar -aunque un poco menor, a diciembre del año pasado. Esto debido a que no hay indicios de que el gobierno de Nicolás Maduro reformule sus políticas económicas que, para los expertos, no son las adecuadas.
«La tendencia en el mes de enero podría ser mantenerse similar a la de diciembre, quizás no 37%, pero sí pudiera estar alrededor de 30%». Lo que estamos viendo en enero de 2023, es que pudiese manifestarse un alza a nivel de precios», dijo Olmos.
De acuerdo al Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la inflación mensual de diciembre de 2022 cerró en 37,2% y la acumulada en 305%, lo que llevó a los economistas a estimar que el país está al borde de que regrese la hiperinflación.
De los 13 rubros que calcula el OVF, 9 presentan hiperinflación, están por encima del 50%, indicó Olmos, al recalcar que enero es un mes donde se genera un menor flujo de caja a nivel de las empresas, mientras que las personas están recuperándose del efecto de diciembre.
A principios del año pasado El Observatorio Venezolano de Finanzas informó que la inflación de Venezuela para el mes de enero de 2022 fue de 4,8%, “observándose ligera aceleración respecto al mes de diciembre de 2021 cuando ese indicador registró a un aumento de 4,3%”.
No obstante, Olmos enfatizó que dar un número exacto de la inflación para este mes «sería irresponsable», por lo que habría que esperar que finalice.
Para el especialista, el mes de enero, por lo general, tiene el mismo efecto cercano al último trimestre del año, que muestra un aumento de precios por el efecto de diciembre: pago de utilidades, prestaciones, bonificaciones.
«Lo cierto es que los precios luego de subir en los meses de octubre, noviembre y diciembre, pocas veces tienden a retroceder, a excepción de algunos rubros de temporadas», tomando en cuenta la situación económica del país, aseveró Olmos.
«Pero en el caso de Venezuela, donde hay una inflación en moneda nacional que se mide en una moneda extranjera -es decir, que vemos que los precios aumentan en bolívares y también en divisas- eso de alguna manera patenta que el Ejecutivo solamente calcula la variación de precios en bolívares», señaló.
La inflación no va a ser baja, no va a ser lo que debería
Asimismo, Manuel Sutherland apuntó a que lo más probable es que el ritmo inflacionario baje durante el primer mes del año 2023, pero no a los niveles que debería ocurrir en una economía estabilizada.
«Yo creo que la inflación no va a ser baja, no va a ser lo que debería, porque lamentablemente no notamos que el gobierno haga verdaderamente un cambio en la política monetaria que nos llevó a inflaciones muy altas, que más o menos el año pasado pudo haber llegado anualmente a los 300%», expresó el economista.
Sutherland enfatizó que la inflación de diciembre pudo haber estado en alrededor de 40%, según consultoras privadas, lo que ratifica los indicadores de que Venezuela estuvo al borde de la hiperinflación.
Para Sutherland, «es bastante probable que al ver eso, el gobierno reduzca drásticamente el ritmo de emisión de dinero que le había impreso a la política monetaria en los últimos dos meses y que la inflación vuelva a estar, más o menos, al promedio de los meses anteriores a octubre de 2022 y que pueda ser entre 10% y 15% si el gobierno no hace aumento salariales, bonos fantasmas, compras a proveedores o gastos extremos que, de alguna manera, no tienen capacidad para cubrir con los ingresos ordinarios», explicó.
Dijo que si el Ejecutivo cumpliera con todas estos factores, «probablemente expanda un poco la base monetaria, pero a un ritmo mucho menor», cuidándose de otro auge hiperinflacionario.
Además están las exigencias de los trabajadores de la administración pública, que claman salarios dignos y justos, «pero que el gobierno, dado a la crisis que sus mismas medidas económicas han generado, no pueden honrar», añadió el director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO).
Ritmo de crecimiento elevado, pero menos agresivo
Por su parte, Luis Bárcenas, economista y jefe de Ecoanalítica, expresó que la tendencia para el mes de enero es que los precios seguirán mostrando un «ritmo de crecimiento elevado», pero menos agresivo que lo visto en diciembre.
Entre los factores que inciden en el aumento de los precios, agregó Bárcenas, está la política cambiaria, que va de la mano con la desconfianza del venezolano en su moneda nacional, que recurre a la compra de dólares estadounidense para «protegerse de la inflación».
El economista destacó que también «hay elementos para pensar que el ajuste no va a ser tan radical como el que vimos en diciembre. Una de ellas es que, según información extraoficial, el Banco Central de Venezuela continúa con intervenciones agresivas en el mercado cambiario a través de la venta de divisas”.
A raíz de esas intervenciones, explicó, “se esperaría que parte de esos bolívares emitidos en diciembre sean recogidos por ese mayor flujo de divisas y ese volumen de gasto que el gobierno mostró a finales de diciembre pareciera haber cesado en parte. Esa combinación de cosas va a hacer que mantengamos en enero un ritmo de los precios altos, pero inferior a lo visto en diciembre», puntualizó el jefe de Ecoanalítica.
Otro elemento adicional que contribuye al incremento de los precios en el mercado que describió Bárcenas es la «dependencia que tienen los precios a lo ocurrido en meses previos», que es que cuando en un mes la inflación aumentó. Se espera, entonces, que en los próximos meses tenga el mismo comportamiento.
Añadió que «las cifras semanales están indicando un ritmo de crecimiento muy similar que se mostraba en un mes de 2022 en promedio».
A pesar de las circunstancias económicas, el experto considera que la economía venezolana podría seguir creciendo, «pero a niveles menos notorios que lo visto en el último año».
Esto le hace pensar que se podría hablar de una «suerte de atentar contra una mayor recuperación de la economía local», debido a que los precios son un elemento clave para la recuperación de los hogares y empresas del país.
«Gran parte de la recuperación que se ha vivido en el último año se ha sustentado, en parte, por un mayor auge en el consumo, sobre todo, a nivel general de bienes esenciales y otros tipos de bienes, relacionados con ciertos estatus de la población. Por lo que al afectar en materia notoria las decisiones de gasto, la inflación puede provocar que las expectativas de crecimiento para este año se reduzcan», concluyó.
Bárcenas advirtió que si Venezuela sigue registrando una inflación promedio mensual por encima de lo visto en el año pasado, «no habría duda de que la recuperación no va hacer tan noticia como lo visto en 2022», a lo que se le suma la falta de financiamiento y créditos bancarios.