El alza continua de los precios, tanto en bolívares como en dólares, que lleva años golpeando el bolsillo de los venezolanos -2022 cerró con una inflación de 305,7%, según el Observatorio Venezolano de Finanzas- ha incidido en los patrones de consumo de los ciudadanos, al punto que para una familia poder alimentarse, pagar servicios básicos y tener un mínimo de entretenimiento requiere 1.200 dólares mensuales.
Así lo afirmó el economista Luis Bárcenas, de la firma Ecoanalítica, quien explicó que sobre cuánto dinero necesitan los venezolanos para vivir «hay varias visiones», pero de acuerdo con la canasta global el monto 1.200 dólares mensuales solo correspondería a una familia de cuatro integrantes.
«Si nos vamos exclusivamente a los gastos alimentarios, bajo la métrica del Cendas-FMV, una familia requiere al menos de 400 dólares, prácticamente 100 dólares para persona, pero si nos vamos a un concepto más amplio de canasta, incluyendo servicios públicos como pago de agua, electricidad y transporte, servicios de salud mínimos y un mínimo de gasto en entretenimiento, según nuestra cifra, la canasta básica general apunta a un costo superior a los 1.200 y 1.300 dólares para una familia de cuatro personas», afirmó Bárcenas.
El economista recalcó que «no estamos hablando de servicios de lujos, estamos hablando de servicios mínimos», lo que refleja que la distorsión de precios en Venezuela ha generado un encarecimiento de la vida del ciudadano «a unos niveles tales que los gastos adicionales de alimentos superen el gasto que una familia requiere exclusivamente para alimentos».
En ese sentido, Luis Bárcenas fue claro al señalar que este escenario es probable que siga ocurriendo en los próximos meses en Venezuela, «con crecimientos de precios en bolívares de dos dígitos por mes y una inflación que probablemente persista», agregó.
Oscar Meza, presidente del Cendas-FMV, resaltó que en un país que tenga una economía medianamente estable lo normal «un salario mínimo debería cubrir el costo de la canasta alimentaria familiar y dos salarios mínimos deberían cubrir la canasta básica familiar, que incluye alimentos y seis rubros indispensables para el mantenimiento de una familia a lo largo de un mes», lo cual no ocurre en Venezuela.
Dijo que en las reuniones tripartita que se llevaron a cabo en Margarita con la mesa técnica de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), «la definición del salario mínimo estaba destinada a los que cobran menos», teniendo como referencia el costo de la canasta alimentaria para los trabajadores.
En cuanto a los patrones de consumo de los hogares venezolanos, según Meza, «el 56% del ingreso familiar de los salarios mínimos o de los ingresos que recibe una familia en el mes de diciembre, teóricamente, se destinaba a la compra de alimentos».
Adicionalmente, se suman los gastos por servicios básicos de agua, electricidad, transporte, salud, renta del teléfono, calzado y vestimenta, sin incluir el servicio de educación, debido a que la mayoría de los niños que viven en zonas populares estudian en instituciones públicas y están cerca de su vivienda.
Asimismo, el presidente del Cendas-FMV comentó que recientemente se agregó a la lista de gastos de una familia el pago de arriendo o alquiler que, comúnmente, es un anexo en una zona popular, que ronda por los 60 dólares mensuales.
En el caso de los servicios de salud, «una consulta médica viene saliendo en 25 dólares. Por supuesto, viene saliendo en la mitad de lo que está en cualquier otra parte, pero hablamos de una zona popular en Caracas o los Valles del Tuy», puntualizó Meza.
La mayor de los ingresos se va en la alimentación
El salario mínimo en Venezuela fijado desde septiembre en 130 bolívares, al cambio oficial actual se ubica en menos de 6 dólares mensuales. Según Oscar Meza, una familia de cinco integrantes, hipotéticamente, cuenta solo con un ingreso entre uno y dos salarios mínimos para un hogar, es decir, menos de 12 dólares mensuales.
Las estimaciones del Cendas-FMV, apuntaban que para el mes de diciembre se requerían 63,24 salarios mínimos y 2,10 salarios diarios, para poder cubrir solamente el costo de los alimentos de una familia de cinco personas.
Meza indicó que la canasta básica familiar «viene siendo el doble de la canasta alimentaria, que en el mes de diciembre era equivalente a 485,06 dólares mensuales».
«Un dato importante es que una persona requiere 100 dólares cada mes para poder cubrir los gastos en alimentación y el doble (200 dólares) para poder cubrir alimentos y los gastos esenciales que mencioné», agregó.
Luis Bárcenas expresó, por su parte, que del poco ingreso que tienen los trabajadores, más del 90% lo gastan para medio poder alimentarse. «En promedio, un hogar gasta más de la mitad e incluso, en algunas mediciones más del 90% de los ingresos que perciben en alimentos», dijo tomando como referencias las mediciones de Ecoanalítica y del Cendas-FMV.
Esto lo lleva a estimar que el patrón de consumo actual en Venezuela «es al menos dos terceras partes en alimentos y el resto de los ingresos a otros tipos de gastos».
«Dentro de esos alimentos, se consume lo más esencial, probablemente una dieta pobre en proteínas, más rica en carbohidratos, lo que es una dieta poco sana», añadió Bárcenas.
Según las mediciones del Cendas-FMV, una canasta alimentaria mínima -que no incluye recreación, ropa, calzados ni lujos- se ubicaba en enero en 380 dólares para una familia de cuatro personas.
Sin embargo, esta situación también varía dependiendo del estrato social o grupos etarios de la población. «El estatus social más pobre en Venezuela depende mucho de la ayuda del Estado no solo del pago de salarios, sino también de bonificaciones a través del sistema Patria. Y esos bonos se han visto fuertemente afectados por la política antiinflacionaria que ha emprendido el Gobierno desde mediados de 2018», puntualizó el economista.
Bárcenas recalcó que a pesar de que esta situación «ha cambiado un poco» con la dolarización de facto que vive el país, debido a que una gran cantidad de venezolanos ha podido acceder a divisas de forma más recurrente, «todavía hay una parte importante de la población del estrato bajo que recibe ayuda del Gobierno»
«De hecho, esta población que se ve duramente afectada por las condiciones paupérrimas del salario mínimo gasta menos del 10% de sus ingresos en cuidado personal, servicios de salud y educación», concluyó el economista.