Las tropas revolucionarias ocupan la Habana en medio de saqueos y disturbios. Camilo Cienfuegos llega por instrucciones de Fidel Castro para ocupar el control militar de la Habana y evitar que el Directorio Revolucionario Estudiantil tomara fuerza. El Movimiento 26 de Julio controla la capital y las banderas rojinegras se ven por doquier.
El 8 de Enero de 1959, Fidel Castro entra en la Habana, recibido multitudinariamente y pronunciando un histórico discurso en el Campamento Militar de Columbia. Era un caudillo con carisma y gran habilidad oratoria que le permitía hablar por horas improvisando lo que decía. Sin duda, sabía lo que quería y cómo hacerlo.
Castro no ocupa el poder de inmediato, se mantiene como jefe de las fuerzas armadas. Contaba con la bendición de la CIA y Washington. Nombra presidente al abogado Manuel Urrutia LLeó, quien fue el magistrado que presidió su juicio cuando fue capturado después del ataque al cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953.
Urrutia nombra un gobierno que incluía cubanos de prestigio y algunos militantes del 26 de Julio. El gabinete lo integran José Miró Cardona como Primer Ministro, Regino Boti en Economía, Rufo López Fresquet en Hacienda, Roberto Agramonte en Relaciones Exteriores, Armando Hart en Educación, Enrique Oltuski en Comunicaciones, Oswaldo Dorticós en Leyes Revolucionarias, Manuel Ray en Obras Públicas, Luis Orlando Rodríguez como Ministro del Interior, Ernesto Che Guevara como ministro de Industria, Faustino Pérez como Ministro de Recuperación de Bienes Malversados, y Felipe Pazos a cargo del Banco Nacional de Cuba.
Pero desde el principio se comenzó a detener personas y empezaron los fusilamientos a pesar de protestas de muchos países, incluyendo Estados Unidos. Se comenzaron a expropiar las propiedades de los miembros del gobierno de Batista, se promulgaron la ley de reforma agraria y la ley de reforma urbana y las expropiaciones se extendieron a los ciudadanos comunes y corrientes.
Finalmente fueron las propiedades de extranjeros, fundamentalmente norteamericanas las que fueron expropiadas, y Estados Unidos protestó y se encontró que si bien antes les ordenaba a los gobiernos cubanos lo que debían hacer, ahora sus quejas encontraban oídos sordos. Los miembros del gobierno original habían estado renunciando, y Fidel Castro le hizo un show mediático al presidente Urrutia, quien se vio obligado a renunciar y asilarse hasta que pudo salir del país. Finalmente Castro fue nombrado primer ministro y Oswaldo Dorticós como presidente. Conocí a Urrutia tiempo después en la casa de Modesto Vázquez en México. Un buen hombre.
Los cubanos empezaron a salir por miles hacia donde podían, pero fundamentalmente hacia Miami. El 17 de Marzo de 1960 la CIA recibió órdenes del presidente Dwight Eisenhower para derrocar al gobierno de Castro organizando una fuerza paramilitar de exiliados cubanos para invadir la isla y aprobó otras médicas como suspender las compras de azúcar y terminar las entregas de petróleo. El 19 de Octubre se impuso un embargo en el comercio con Cuba que excluía alimentos y medicinas para presionar a Cuba a pagar las propiedades expropiadas.
Las relaciones entre ambos países se siguieron deteriorando y el 3 de enero de 1961 Estados Unidos rompe relaciones diplomáticas con Cuba. Ese Enero, toma posesión John Kennedy como presidente de Estados Unidos y hereda el plan de Eisenhower contra Cuba. La CIA organiza campos de entrenamiento en Guatemala y el 17 de Abril se produce la invasión de Bahía de Cochinos bajo la dirección de la CIA. Una invasión mal planeada, mal ejecutada y mal apoyada. Sin apoyo aéreo, los brigadistas fueron derrotados por las fuerzas castristas. La CIA y el gobierno norteamericano hicieron el ridículo y los cubanos terminaron siendo unas marionetas abandonadas a su suerte por la CIA y el gobierno norteamericano.
Tiempo después, los brigadistas sobrevivientes fueron liberados y enviados a Estados Unidos, cambiados por Tractores Agrícolas, una operación que se complicó por el embargo que impedía enviar dinero o maquinaria a Cuba. Tras su liberación, fueron recibidos como héroes, pues lo son y así terminó este triste episodio.
En medio de la guerra fría, los soviéticos comenzaron a construir en Cuba bases para proyectiles nucleares. Estados Unidos lo descubrió en octubre de 1962 y estableció un bloqueo total a la isla de Cuba. Esto se conoce como la crisis de Octubre que puso al mundo al borde de una guerra nuclear. Finalmente la crisis terminó con la firma de los llamados Tratados Jruschov-Kennedy en los que los soviéticos acordaron retirar todos los misiles de Cuba, y Estados Unidos, hablando a nombre de los cubanos sin tener la autoridad, se comprometió a no intervenir ni permitir ninguna acción para derrocar el régimen castrista. El futuro de Cuba quedó sellado.
Bajo la idea de que la presión económica podría terminar con el castrismo en Cuba, el congreso norteamericano aprobó la llamada Ley para la Libertad Cubana y la Solidaridad Democrática que fue firmada por el presidente Bill Clinton el 12 de Marzo de 1992, después de que aviones MIG cubanos habían derribado unas indefensas avionetas norteamericanas de los Hermanos al Rescate.
La Ley hizo más fuerte el embargo hacia Cuba, y estableció la modalidad de que solo el congreso norteamericano podría eliminarla, quitándole esa potestad al poder ejecutivo. La relación con Cuba que ya estaba congelada, se congeló aún más. Por cinco décadas nada pasó. Los cubanos seguían sufriendo la tiranía castrista y los norteamericanos solo se preocupaban de los cubanos cuando venían elecciones y necesitaban el voto cubano. Seguimos siendo marionetas de la política norteamericana recibiendo promesas que nunca se cumplían.
Así estuvimos hasta que el 17 de Diciembre de 2014 a través de anuncios simultáneos en La Habana y en Washington, los gobiernos de Cuba y Estados Unidos anunciaron que iniciarían un proceso de normalización y deshielo y que restablecerían relaciones democráticas. Los cubanos vimos esperanzados como se abría una posibilidad de cambio para Cuba. Algunos estaban a favor y otros en contra, pero a todos se nos abrió una ventanita de esperanza.
Pero las negociaciones no incluyeron al pueblo cubano, que nuevamente vio como el futuro de Cuba se decidía sin ser tomados en cuenta. Estados Unidos, dentro de las facultades que tiene el presidente, ha realizado concesiones a Cuba que prácticamente han reducido el embargo a su mínima expresión aunque sigue vigente.
El presidente Obama visitó Cuba y pronunció un extraordinario discurso que llegó a toso el pueblo y se repartió en a través de videodiscos DVD y Memorias Flash. Los cubanos se esperanzaron, pedro el gobierno de Cuba hizo oídos sordos y criticó el discurso de Obama como injerencista.
Casi todo se negoció, excepto la situación de los Derechos Humanos en Cuba y aclaro que esos derechos son universales y mandatorios, no opcionales. Cuba ha incrementado la represión. Cuba se abre al mundo menos a su pueblo. El gobierno cubano mantiene un bloqueo contra los derechos de los cubanos dentro y fuera de Cuba.
Mientras no se logre que en Cuba haya un cambio, se permita la existencia de opositores organizados, exista pluralismo y se respeta la separación de poderes, el pueblo continuará reprimido. Pase lo que pase afuera, los cubanos seguiremos siendo unas marionetas sujetas a los intereses políticos de los países.
Ojalá estas elecciones en Estados Unidos, traigan un nuevo gobierno continúe las cosas buenas que se han hecho, pero que tenga una actitud fuerte en la necesidad de un cambio en la actitud de Cuba hacia los derechos humanos. Sin eso, cualquier otro acuerdo o logro se verá demeritado.
Los cubanos reclamamos nuestro derecho a organizarnos políticamente, a poder retar democráticamente al gobierno actual por el poder, a decidir nuestro futuro y dejar de ser marionetas de Estados Unidos y otros países, porque el pueblo cubano está compuesto de personas y no títeres. No más represión, no más golpes, no más detenciones. ¿Es mucho pedir?
Queremos ser un pueblo libre y dejar de ser marionetas. Queremos decidir por nosotros y no que otros se atribuyan ese derecho. Queremos hacer nuestro futuro y no vivir un futuro incierto decidido por otros. Queremos ese cambio. ¿Se Podrá?