Los sectores que actualmente están haciendo mayor uso de las cuentas en divisas que ofrecen las entidades bancarias son el empresarial, el comercial y el corporativo, destacó el economista Leonardo Buniak. Señaló que ya las cuentas en divisas superan el 50% de todas las captaciones de la banca venezolana.
Por su parte Giorgio Cunto, economista y representante de la firma Ecoanalítica, agregó que para marzo de 2020 las cuentas en divisas han venido creciendo exponencialmente. Estas dentro de la banca privada ocupaban para marzo de 2021 el 50% de los depósitos aproximadamente. Y según las últimas estimaciones, se acerca al 60% de los depósitos.
Buniak subrayó que la dolarización transaccional supera el 70% a escala nacional. El promedio de operaciones en dólares en la frontera se encuentra por encima de 95%, mientras que en el oriente del país está en 82%.
Explicó que, a medida que la economía avanza en su proceso de dolarización transaccional y que el dólar continúa sustituyendo al bolívar como instrumento de pago y como reserva de valor, las captaciones en efectivo cada vez se hacen mayores.
En tal sentido, apuntó que, debido a la cantidad de transacciones que se efectúan en dólares, se va generando cada vez más efectivo, el cual, por razones de seguridad y de manejo, se mantiene en los bancos.
Agregó que las personas naturales normalmente no manejan altos volúmenes de divisas en efectivo y, por lo general, prefieren guardarlo en casa porque no hay una propensión elevada por parte del consumidor, de las personas naturales, de abrir cuenta de libre convertibilidad en los bancos.
En tal sentido, indicó que hay un porcentaje de la población que está utilizando Zelle y tarjetas de crédito internacionales.
El dólar se ha convertido en la reserva de valor
Por otra parte, Buniak sostuvo que el dinero tiene tres funciones: ser una unidad de cuenta, es decir, que los estados financieros de las empresas y de las personas se expresan en bolívares. La segunda función es ser instrumento de pago y la tercera es ser reserva de valor, es decir, ahorrar.
Detalló que de estas tres funciones el bolívar solamente conserva una de ellas: ser la unidad de cuenta, porque las otras dos han sido sustituidas por el dólar. “En este país no existe nadie que ahorre en bolívares”, comentó.
Beneficios de la dolarización transaccional
Respecto a los beneficios que trae la realización de transacciones en divisas, señaló que en el caso de la banca esta gana dinero en lo que se denomina “banca de servicio”, que son ingresos por comisiones. Es decir, cada vez que se realiza una transacción, en el caso de las llamadas cuentas custodias y cuentas en divisas, el banco cobra comisiones. De manera que en las instituciones bancarias la dolarización transaccional se ha convertido en una fuente de ingresos por comisiones y servicios.
Para el comercio el beneficio está en que el dólar informalmente ya es un instrumento de pago y una reserva de valor, y aceptar la divisa como instrumento de pago facilita las operaciones comerciales y financieras, además dinamiza las actividades económicas.
Añadió que el comercio se ve beneficiado porque la custodia del efectivo queda resguardada en el banco.
El dólar continúa quitándole espacio al bolívar
Cunto sostuvo que los agentes económicos están empleando divisas para sus operaciones y que la adopción de estas monedas fue de forma espontánea y emergente. “Proviene como iniciativa de los ciudadanos ante el colapso del bolívar por su episodio hiperinflacionario”, dijo.
Precisó que “el bolívar estuvo progresivamente perdiendo utilidad como reserva de valor porque los precios aumentan a velocidades vertiginosas, y no vale la pena ahorrar en bolívares”.
También perdió su utilidad como medio de cambio, según el economista, “en la medida en que estuvo escaseando o desapareciendo el efectivo. Además, los sistemas de pago electrónico sufren interrupciones debido a deficiencias en la infraestructura, caídas de conectividad y opacidad eléctrica”.
De igual forma, el bolívar perdió su utilidad como unidad de cuenta para fijar precios porque las cifras se volvían inmanejables, tanto para los sistemas internos de las firmas como los cálculos mentales que hacen los ciudadanos en operaciones cotidianas.
“Con la evaporación del crédito, debido a restricciones del encaje, los bancos han estado recurriendo a las comisiones para mantenerse a flote. El sector bancario está pulverizado, el valor de los créditos y el patrimonio de la banca son diminutos respecto al tamaño de la economía y también comparado con otros países”, manifestó.
En tal sentido, explicó que la banca se incorpora a este proceso de dolarización y busca recobrar relevancia dentro de esta dinámica, ya que en este momento los bolívares están perdiendo terreno respecto a las divisas, porque el valor de la moneda local no puede mantenerse.
Cunto resaltó que ahora es mucho más común encontrar valor en divisas que en bolívares. “Es un tema de disponibilidad relativa, es decir, hay muchos más dólares en circulación que el valor equivalente en bolívares en circulación”, puntualizó.
“Venezuela es de facto una economía bimonetaria, donde el bolívar tiene cierta importancia, especialmente en operaciones del sector público, porque muchas personas aún reciben bolívares como parte de sus ingresos, principalmente pensionados y empleados públicos. Pero la penetración de los dólares es algo transversal en todos los ámbitos de la economía venezolana y para todos los sectores económicos, poblacionales y demográficos”, señaló.