Un hombre fue detenido por el homicidio de su hijo, de 5 años de edad, identificado como Osleyner Ismael Díaz Mejias, en la calle Prado, zona rural de Parque Caiza, municipio Sucre del estado Miranda.
El padre, Alfredo Machado, de 42 años, había manifestado en un principio que el pequeño se cayó de una bicicleta, pero luego se logró conocer que el menor presentó un rasguño en el rostro, golpes en el cuerpo y marcas de correazos en la espalda y piernas.
La madre del niño estaba hospitalizada con cáncer de cuello uterino, por lo que no podía cuidarlo y lo dejó en un principio con su abuela en el barrio La Dolorita, en el municipio Sucre de Miranda.
Al pasar un tiempo el estado de salud de la madre del niño se complicó, por lo que su padre se lo llevó a vivir con él en Parque Caiza.
Cuando los funcionarios acudieron a la vivienda, donde ocurrió el crimen, el cuerpo del pequeño estaba sobre una cama, con su ropa y zapatos puestos.
Denuncias de maltratos
Los vecinos denunciaron que el niño era maltratado por su padre. En una oportunidad le vieron un hematoma en su rostro, así lo contó para Hispanopost Norelys Muñoz, vecina del menor.
«En una (ocasión) le pregunté a (Alfredo) si le había pegado por algo que él hizo y dijo que era porque el niño estaba comiendo muy lento. Para golpearle tan fuerte la cara y cerrarle el ojito, fue él mismo el que le pegó y luego le pidió perdón», narró Muñoz.
Las denuncias de maltrato a Osleyner las conocía también el consejo comunal del sector.
La casa donde ocurrió el crimen
Hace siete meses el niño vivía con su padre en la casa, situada en la calle Prado, zona rural de Parque Caiza.
Esta vivienda le pertenecía a una mujer de 60 años conocida como Aura. Al ella fallecer de un infarto, la casa quedó en manos de Alfredo Machado. Los vecinos no sabían cuál era la relación que tenían ambos.
Se conoció que Machado laboraba en las caballerizas de la zona y hacía labores de desmalezamiento en terrenos del sector.
Este martes, antes de que se descubriera que el niño había sido asesinado, una vecina vio cuando Machado caminaba de un lado a otro con las manos en la cabeza, le pareció extraño en ese momento, pero no sospechó sobre lo ocurrido.
La autopsia realizada al cadáver del infante reveló: taponamiento cardíaco por hemopericardio, traumatismo torácico cerrado severo.