El siempre polémico ala-pivot de los Golden State Warriors, Draymond Green vuelve a ser noticia desde lo negativo, esta vez por problemas dentro del propio vestuario de los vigentes campeones de la NBA. La magnitud del conflicto en el que se encuentra envuelto el jugador es tal, que incluso se habla sobre la posibilidad de que sea traspasado.
La propia organización californiana emitió un comunicado, en el que informan que se le abriría una investigación al jugador de 32 años, luego de que este protagonizara una pelea con su compañero de equipo Jordan Poole, al que agredió fuertemente con un puñetazo directo al rostro.
La discusión entre ambas figuras se produjo durante un entrenamiento cerrado que tuvo el equipo, lo que encendió las alarmas en las oficinas de la franquicia, por el simple hecho de que el video de la agresión se filtrara a los medios de comunicación.
El gerente general, Bob Myers informó que el puesto cuatro habría ofrecido disculpas y que cualquier castigo sería manejado internamente. Sin embargo, el hecho de que se filtrase el video aumentará el nivel de tensión en torno al conflicto y mucho se ha especulado si el jugador debe o no ser sancionado.
En principio, la idea era que no se viera privado de ningún encuentro oficial, pero ahora se habla de que podría estarse perdiendo algunos compromisos en el arranque de la temporada. De hecho, el pasado jueves Poole estuvo presente en la práctica pautada, pero Green no apareció.
“Draymond se disculpó con el equipo esta mañana, Jordan estaba allí, yo estaba allí con el equipo, los entrenadores y todos sus compañeros lo escucharon y las cosas ya están calmadas”, aseguró Myers.
Por su parte, Green también emitió algunas declaraciones en las que reconoce que sus acciones no fueron las correctas. “Fallé como hombre y como líder con lo sucedido. He estado en un mal momento mentalmente y he trabajado mucho para superarlo pero todavía queda por hacer”.
Asimismo, el ‘23’ de los Warriors también dijo que por más que se disculpe con palabras, sus acciones son las que van a hablar por él y que ahora su comportamiento tiene que ir en la misma dirección de sus palabras, para reforzarlas y demostrar un arrepentimiento sincero.
Green está próximo a iniciar el tercero, de un acuerdo por cuatro años con Golden State, a razón de 99.7 millones de dólares. Sus ingresos para la temporada 2022-23 son de 25.8 millones, por lo que quedaría pendiente una cantidad cercana a los 27 millones y medio de dólares.
Sin embargo, el jugador tiene una opción unilateral, con la que puede decidir si activar ese último año de contrato, o –en su defecto– salirse del mismo y declararse agente libre. Ante esta posibilidad, y teniendo en consideración este nuevo altercado, la organización podría estar interesada en buscarle un nuevo destino al veterano.
Entre los equipos con los que ha sido relacionado el jugador de 32 años de edad, figura principalmente Atlanta Hawks, que estarían buscando a alguien para acompañar a Trae Young y a Dejounte Murray. Para ello, los de Georgia estarían dispuestos a incluir en la transacción a John Collins.
Por otro lado, también se ha especulado sobre un posible interés de los Nets de Brooklyn en reunir a Green con Kevin Durant, para conformar un nuevo ‘big three’ junto a Kyrie Irving. La pieza que los neoyorquinos pudieran poner en la mesa, sería –nada más y nada menos que– Ben Simmons.
Cabe recordar que Simmons fue la carta fuerte que recibió Brooklyn el curso pasado, como parte del paquete que llegó desde Filadelfia en el cambio por James Harden.
Está claro que la posición principal del australiano es la de base, pero los Nets ya cuentan con Irving para ese rol. Además, sus cualidades de tirador no son precisamente las que lo caracterizan como un jugador élite.
Es por ello que Steve Nash estaría interesado en sacar provecho de la estatura de Simmons, así como de sus altísimas capacidades defensivas, para probarlo como ala-pivot y pivot.