Cuando durante una salutación de fin de año, el entonces Presidente de la República Hugo Chávez hizo el anuncio, muchos pensaron que se trataba de una broma por el Día de los inocentes. Era el 28 de diciembre de 2006.
Pero no lo fue. Ese día, el hoy difunto Chávez dijo que no le renovaría la concesión a Radio Caracas Televisión, la cual se vencía el 27 de mayo de 2007. Y así fue. Hace 15 años, a las 11:57 pm, un video grabado con parte de los trabajadores del canal en el que interpretaban el himno Nacional despidió la señal televisiva.
Hasta ese momento, artistas y demás personal del canal pedían encarecidamente a Chávez que reconsiderara la media. A Nelson Bustamante le tocó despedir, entre lágrimas propias de él y sus compañeros, una señal abierta que no ha regresado.
Tan pronto concluyó el himno, la imagen se apagó. Una pantalla negra le dio paso a las barras de colores. Minutos más tarde, volvió la señal con la imagen de Gustavo Dudamel levantando la batuta, también para que sonara el “Gloria al bravo pueblo”. Pero esta vez con la Sinfónica Simón Bolívar y el logo de la Televisora Social, TVES.
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La promesa de Bustamante al despedirse, «Venezuela, nos vemos pronto», se cumplió. RCTV Internacional apareció mes y medio después en señal por cable. Y con ella la disputa de si debía cumplir las regulaciones de Conatel. El canal continuó con su trabajo y programación al aire, a excepción de las cadenas.
Esto hizo que el órgano advirtiera a las compañías cableoperadoras que si continuaban emitiendo esa señal estarían al margen de la Ley. En enero de 2010, cualquier posibilidad de transmisión quedó, finalmente, cerrada.
La vida de RCTV después del cierre
Desde entonces, se convirtió en productora no solo para Venezuela sino para el exterior, tanto de cuñas, como de películas, series y telenovelas, las cuales en Venezuela se transmitieron por Televen. Incluso, por mucho tiempo ese canal lo hizo con ¿Quién quiere ser millonario?, uno de los más icónicos programas de RCTV, con su animador habitual, Eladio Lárez.
La sede de Quinta Crespo continúa funcionando a puertas cerradas. Es necesario tramitar y tener un permiso para poder acceder a ella. Durante sus operaciones, el edificio fue asediado y atacado constantemente por afectos al gobierno; debido a la política abiertamente crítica del canal.