Desde hace meses, seguidores del acontecer del mercado del acero nacional e internacional han estado viendo los esfuerzos de la administración de Nicolás Maduro para atraer inversionistas que refloten las actividades -muy venidas a menos- en el complejo Alfredo Maneiro de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), localizado en Matanzas, estado Bolívar, al sur del país.
Sin embargo, el secretismo oficialista en torno a las negociaciones ha puesto en alerta a los sindicatos.
En una nota de prensa, Carlos Ramírez, dirigente obrero sindical de Unidad de Coincidencia, y Luis Alfonzo de la agrupación civil Lazos de Guayana, denunciaron que la negociación de marras se realiza en total secreto.
En el texto, ambos dirigentes aclaran que no son contrarios a la apertura económica ni tampoco partidarios de ideas dogmáticas estatistas, pues están conscientes de la bancarrota financiera del Estado venezolano.
Señalan que la mala situación de Sidor -como consecuencia de la corrupción y falta de mantenimiento e inversión en los últimos 15 años- requiere atraer inversionistas para reflotar la empresa, estatizada por Hugo Chávez a mediados de 2008.
Antes de esa fecha, la siderúrgica era operada por el grupo Techint de Argentina e Italia, el cual elevó la producción a 3,5 millones de toneladas en 1997.
Desde la estatización, la caída de la producción ha sido constante y para fines de 2023 se calcula que llegará a ubicarse en 119.000 toneladas.
En este contexto, entra en el juego la Corporación Jindal Steel & Power (JSP) de la India para «un acuerdo inminente».
Los dirigentes rechazaron que las negociaciones de Maduro con la empresa de la India -para privatizar a Sidor además firmar un contrato de suministro de mineral de hierro con la Ferrominera del Orinoco- «se estén realizando a puerta cerradas entre las partes».
Advirtieron que ejecutivos medios, técnicos y trabajadores de Sidor, ni el país, han sido informados sobre la marcha y detalles de esas negociaciones.
JSP es una corporación industrial de la India con divisiones de siderurgia, energía, minería, construcción e infraestructura.
Su capital de inversiones es de unos 30.000 millones de dólares y su facturación de 8.000 millones de dólares anuales.
Con una nómina de 20.000 personas, JSP produce 10 millones de toneladas de acero al año y 16.000 toneladas de carbón metalúrgico, además de generar 1.700 megavatios de electricidad.
En América Latina, JPS tiene proyectos y negocios en Bolivia, Chile, Brasil y México.
Negociación con muchas aristas
Fuentes calificadas del sector siderúrgico, que solicitaron guardar sus nombres en reserva, destacaron que desde 2022 ejecutivos y técnicos de JSP realizan recorridos por las instalaciones de Sidor para identificar la magnitud de los trabajos de recuperación de las plantas y procesos del complejo Alfredo Maneiro.
Sin embargo, las fuentes precisaron que la empresa de la India plantea al gobierno de Maduro tener 51% de las acciones de Sidor para poder operar con autonomía.
Actualmente, el Estado venezolano posee 94,4% de participación accionaria en Sidor.
El restante 6,6% pertenece a 5.800 accionistas clase B conformados por trabajadores, extrabajadores y sobrevivientes.
Muchos de este grupo está dispuesto a vender sus acciones dentro de una propuesta de condiciones y justiprecio.
Las fuentes revelaron que el presidente de JSP, Naveen Jandal, ha expresado la exigencia de tener 51% de participación accionaria en Sidor para realizar las inversiones requeridas -calculadas en más de 2.000 millones de dólares- así como garantizar la autonomía de su gestión.
La corporación también plantea reducir más de 50% la nómina de Sidor de 11.500 trabajadores, de los cuales 9.000 son activos y 2.500 jubilados y sobrevivientes.
«Los indios no quieren asumir los pasivos laborales, por lo que al gobierno le toca bajar la nómina de trabajadores activos, de los cuales 500 son de la milicia obrera, cuerpo de combatientes, logos de licitación y consejos productivos de trabajadores, quienes -por su falta de calificación técnica y profesional- no llenan el perfil dentro de una empresa de carácter privado.
En cuanto a los jubilados que actualmente están dentro de la nómina sidorista, el Ejecutivo también deberá asumir ese gasto.
Los sindicalistas han alertado que la reducción de personal en Sidor ya arrancó con las jubilaciones forzosas a 5.000 trabajadores sidoristas no requeridos que fueron enviados a sus casas a comienzos de 2020 con motivo de la cuarentena de la COVID-19.
Otros puntos en la negociación con JSP tienen que ver con la garantía de suministro de 250 millones de pies cúbicos diarios de gas, 750 Mw de hidroelectricidad y 8,5 millones de toneladas de mineral de hierro para que las operaciones de Sidor sean las adecuadas.
El volumen de mineral de hierro corresponde al acuerdo de suministro de JSP con Ferrominera del Orinoco.