Los Bravos de Atlanta comenzaron la temporada, obligados a afrontar la difícil situación de tener que dejar ir a su jugador franquicia, cuando el inicialista Freddie Freeman acordaba un pacto multianual con los Dodgers de Los Ángeles.
A pesar de contar con la presencia de alto impacto que supone tener al venezolano Ronald Acuña Jr. en sus filas, si alguien ha asumido el rol de líder de esta organización, fungiendo como la principal figura ofensiva de los vigentes campeones, ese es el antesalista Austin Riley.
El infielder de 25 años de edad, ha sabido destacar por encima de jugadores de los que se esperaba dieran el golpe de autoridad, para asumir las riendas en el campo, como el caso del propio criollo, o del recién llegado Matt Olson adquirido vía cambio desde los Atléticos de Oakland, o incluso del torpedero Dansby Swanson.
La clave de todo, en la temporada de Riley, ha sido la constancia. Durante los primeros tres meses de campaña, su desempeño no fue el más sobresaliente, pero sí fue constante; en cada uno de ellos conectó seis cuadrangulares, produjo en torno a las 15 carreras y su promedio siempre estuvo alrededor de los 260 puntos.
Sin embargo, la explosión y el despertar ofensivo que tuvo Austin en julio fue algo descomunal, que inmediatamente colocó todos los focos sobre él, al punto de meterse de lleno en la pelea por ser el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional y de hacerse merecedor de una gran extensión de contrato a modo de premio; aunque esto último también es un seguro de vida para Atlanta, para evitar su fuga.
Como se dice coloquialmente en el mundo del beisbol, y de los deportes en general, Austin Riley mató la liga; con 25 carreras impulsadas y 21 anotadas, el nativo de Memphis también sacudió 11 vuelacercas y terminó el mes con .423 de promedio. Además, también bateó 15 dobletes y acumuló .459 de porcentaje de embasado.
Este lunes, los Bravos de Atlanta anunciaban por todo lo alto que había llegado a un acuerdo con el tercera base, para extender su relación por una década, a cambio de 212 millones de dólares, que en promedio serían 21.2 millones al año.
El pacto será hasta la temporada 2032 y el equipo se guardará una opción para 2033, dependiendo del rendimiento que ofrezca el pelotero en los próximos años. Esto, a su vez, se traduce en el acuerdo más lucrativo que hayan otorgado los Bravos a un jugador, en toda la historia de la organización.
Riley va encaminado a colocar cifras récords en 2022, con 31 dobles y 29 cuadrangulares, está a solo dos y cuatro –respectivamente– de igualar las mejores marcas de su carrera, cuando todavía faltan dos meses para terminar la temporada.
Asimismo, vale destacar que su promedio ha mejorado notablemente, hasta ubicarse en .301; su tope son los .303 que acumuló en 2021. A su vez, ya suma 120 indiscutibles, mientras que la mayor cantidad que ha conseguido son 179.
Por otro lado, el extraordinario desempeño del ‘27’ de los Bravos, lo convirtieron –sin lugar para las sorpresas– en el Jugador del Mes de la Liga Nacional, distinción que comparte con Aaron Judge, de los Yankees de Nueva York, como el elegido en la Americana.
Es imposible, cuando vemos a Austin Riley, no pensar en el legendario Chipper Jones –hoy un miembro del Salón de la Fama– y reconocer al joven pelotero como un digno heredero de la esquina caliente.