Bitcoin y las empresas de criptomonedas están luchando con la creciente posibilidad de que Estados Unidos trate de prohibir a estos activos digitales “silenciosamente”.
Como todos los adelantos tecnológicos del mundo, existen personas a favor y en contra de los mismos. Desde que Satoshi Nakamoto el 31 de octubre del año 2008 creó el primer bitcoin, se inició un movimiento de detractores de esta criptomoneda, no obstante a pesar de los ataque que llevan 15 años, el token ha sobrevivido.
Comenzando por Warren Buffet hasta llegar a Bill Gates, son muchas las personas con influencia mundial que creen únicamente en el dinero Fiat, el cual es palpable, puede depositarse en instituciones financieras y gastarse de una manera cómoda mediante transferencias o el pago en efectivo.
En las últimas semanas ha sonado mucho el nombre de Elizabeth Ann Warren, una influyente senadora demócrata de Estados Unidos quien aseguró que está «construyendo un ejército anti-cripto» como parte de su campaña de reelección.
A través de la red social Twitter, propiedad de uno de los grandes defensores de las criptomonedas Elon Musk, la dirigente política alienta a sus seguidores a apoyar la causa de acabar con el mercado cripto y agradece tanto sus metas futuras como sus éxitos pasados.
La Ley contra el lavado de dinero de activos digitales de 2022, a la que se opusieron tanto los republicanos como otros demócratas, fue la culminación de los intentos de Warren de destruir el negocio.
Igualmente la ahora candidata a la reelección declaró en febrero de este 2023 que volverá a presentar la medida ante la instancia legislativa. Elizabeth Warren quiere blindar a los “individuos más vulnerables” de los activos digitales, por considerarlos peligrosos.
Como resultado, tiene la intención de adoptar ampliamente las pautas contra el lavado de dinero (AML), incluso para los sistemas DeFi y las billeteras autohospedadas.
“Naciones rebeldes, oligarcas, capos de la droga y traficantes de personas están utilizando activos digitales para lavar miles de millones en fondos robados, evadir sanciones y financiar el terrorismo”, dijo la senadora en diciembre junto con la introducción de la Ley contra el lavado de dinero de activos digitales, y agregó que el proyecto de ley «ayudaría a cerrar las lagunas del lavado de dinero criptográfico».
Marco regulador solido
Por su parte, Janet Yellen quien actualmente es la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, ha señalado no estar en contra de las criptomonedas, pero subrayó la importancia de implantar un marco regulador sólido para las mismas.
En declaraciones a Reuters, la funcionaria de la administración de Joe Biden, dijo que Estados Unidos está participando en conversaciones con sus aliados sobre la regulación de las criptodivisas y que el Departamento del Tesoro también había realizado una serie de informes en los que se exponían preocupaciones “significativas”.
Una prioridad clave, indicó, sería garantizar la protección de los activos de los clientes y la segregación de esos activos para evitar problemas como los observados con FTX.
“Lo bueno de una explosión como la que vimos es que no ha salpicado al sector bancario. Los reguladores bancarios han sido muy cuidadosos con las criptomonedas”, dijo.
La industria está alerta
La revista especializada en temas financieros Forbes, explica que la industria de las criptomonedas ha estado en alerta desde que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los EE.UU. incluyó en la lista negra a la herramienta de criptomonedas Tornado Cash, por temor a que fuera la primera de más acciones de cumplimiento por venir.
Por su parte, Coin Center advirtió que un proyecto de ley recientemente presentado conocido como Restrict (que restringe la aparición de amenazas de seguridad que ponen en riesgo la tecnología de la información y las comunicaciones) corre el riesgo de abrir la puerta a una futura prohibición de bitcoin y las criptomonedas.
«Aunque los objetivos principales de esta legislación son empresas como TikTok, el lenguaje del proyecto de ley podría usarse para bloquear o interrumpir las transacciones de criptomonedas y, en casos extremos, bloquear el acceso de los estadounidenses a herramientas o protocolos de código abierto como bitcoin», dijo Coin Center en su blog.
Insiste Forbes, que el sentimiento anti-bitcoin y criptográfico aumentó significativamente luego de la última caída de precios que eliminó alrededor de US$ 2 billones de valor del mercado criptográfico hasta 2022, hundiendo a muchas empresas criptográficas en el caos y culminando con la implosión del importante intercambio FTX en noviembre.
«Si las autoridades tienen la intención de frenar ese progreso, deberían declarar ese objetivo abiertamente y perseguirlo a través de canales democráticos transparentes», escribió Kevin Reynolds, editor en jefe de Coindesk, en un artículo de opinión. «Espero que la administración de Biden no quiera acabar con las criptomonedas. Suponiendo que ese sea el caso, la Casa Blanca debe demostrar claramente su intención positiva”.
Con información de Forbes y Reuters