La práctica de las empresas de ofrecer beneficios laborales a través de bonos en dólares no tiene el mismo efecto que en épocas anteriores ante la caída del poder adquisitivo de la moneda extranjera, lo cual pone nuevamente en aprietos a patronos y trabajadores.
A comienzos de este año un bono de 200 dólares mensuales rendía para los gastos de la familia, ahora alcanza apenas para cubrir la comida. Solicité a la empresa un aumento, pero alega que no puede darlo, contó un joven profesional que solicitó no mencionar su nombre.
Al respecto varios empresarios, que también pidieron guardar sus nombres en reserva, destacaron que tienen limitaciones para mejorar los paquetes laborales en dólares y mantener esa política en 2020, debido al incremento de los costos operativos y administrativos como consecuencia del impacto de la inflación.
Ronald Balza Guanipa, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Andrés Bello, dijo que, según estudios especializados, lo que en 2018 se podía comprar con 100 dólares hoy se requieren 300 dólares. Ahora necesitas más dólares porque los precios en bolívares se mueven más rápido por la inflación que el precio de la divisa, afirmó.
Indicó que el mercado de transacciones en la moneda estadounidense es pequeño, pese al incremento de la oferta de productos que se exhiben en los bodegones y otros comercios. En materia laboral indicó que en principio se vio la dolarización como una solución, pero para las empresas ya no lo es tanto.
Balza sostuvo que el origen del problema es el manejo de la economía por parte de la administración de Nicolás Maduro, donde persiste la falta de transparencia como, por ejemplo, no hacer público el Presupuesto de la Nación de inversiones y gastos para que las empresas puedan planificar y conocer los riesgos.
Jhonny Magdaleno, directivo de la Federación de Trabajadores de Carabobo, señaló que el pago de bonos en dólares está generalizado, pero las empresas han estancado los montos. De todas maneras, ese dinero es un paliativo de corto plazo para que el trabajador vaya resolviendo, pues los bonos no tienen incidencia en el salario ni en las prestaciones sociales, resaltó.