“En Venezuela no hay una política de sustitución de importaciones”

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La administración de Nicolás Maduro exoneró del pago de impuestos de importación, Impuesto al Valor Agregado (IVA) y tasa por determinación del régimen aduanero a más de 4.450 productos. Para el economista Leonardo Buniak, esta medida tendrá un impacto positivo en el consumo; sin embargo, “está orientada fundamentalmente a favorecer las importaciones en detrimento de la producción nacional de bienes y servicios”.

Puntualizó que el modelo impuesto en Venezuela es claramente importador. “Aquí no hay una política para sustituir importaciones, no hay una política de promoción de la producción que compita con las importaciones. Uno esperaría de cualquier gobierno socialista un modelo de sustitución de importaciones para favorecer la producción nacional, pero con este mecanismo pasa lo contrario: se promueven las importaciones a expensas de la producción nacional de bienes y servicios, y a expensas de la producción nacional de bienes transables”.

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Explicó que la industria manufacturera es la principal perjudicada con esta medida porque favorece las importaciones de bienes y productos finales que, además, va en detrimento de la generación de empleo. “Esta medida obedece a toda una estrategia económica que promueve las importaciones, dado el deterioro tan importante o la incapacidad del Estado venezolano para relanzar a la industria manufacturera”, dijo.

Enfatizó que, aunque la administración de Nicolás Maduro quisiera reactivar el sector productivo, no podría porque le faltan tres cosas: electricidad, combustible y gas natural. “Al no tener esos elementos esenciales para la industria manufacturera venezolana, el único mecanismo que ha conseguido el gobierno para llenar los anaqueles de los supermercados es la importación de bienes. Esto explica por qué, a pesar de la severa crisis que tenemos y de la pandemia, los locales que expenden alimentos están llenos de productos y no hablo solo de los bodegones ni los puerta a puerta, también de los supermercados”, indicó.

Buniak señaló que las divisas para pagar las importaciones “salen del proceso de dolarización transaccional producto de las exportaciones del sector privado, que logra exportar algunas cosas, y la generación de divisas por el sector formal de la economía; pero también de un sector que es de una economía subterránea, de sombra, oscura, donde hay un conjunto de prácticas ilícitas que se producen en las fronteras venezolanas que permean dólares hacia adentro, como del narcotráfico, contrabando de extracción de gasolina y de oro, así como actividades en las fronteras, que tienen que ver con grupos delictivos que operan allí, grupos de extorsión, secuestro y contrabando”.

Manifestó que los productos importados vienen más baratos porque hay sobreevaluación del tipo de cambio, lo que abarata artificialmente las importaciones con desgravámenes como el IVA.

“En otras palabras, el mensaje que el gobierno le está enviando a todos los productores, empresarios y emprendedores venezolanos es que no hagas en casa lo que es más barato importar que producir. Este modelo genera desempleo en Venezuela, pero genera empleo en otros países. Cada vez que importamos bienes y servicios se genera empleo en otro país”, acotó.

Para el economista que “el principal perjudicado con esta medida es el sector primario (productores), así como el sector secundario (manufacturero e industrial), siendo y el sector terciario (comercios) el principal beneficiado; y todo esto en detrimento de la producción nacional, un modelo bien maquiavélico”.

Por su parte, Tiziana Polesel, presidenta Consecomercio, destacó que esta es una medida aislada porque lejos de beneficiar, perjudica a algunos sectores de producción nacional y crea para los comerciantes una situación compleja.

Detalló que desde el gremio piden que se apliquen igualdad de condiciones porque algunos de esos productos que tienen exoneración del IVA para entrar al país se fabrican en Venezuela. Sin embargo, acotó, no están exonerados de ese impuesto los insumos necesarios para la fabricación de los mismos, por lo que se coloca en una posición de “notable desventaja” al producto nacional.

Indicó que las importaciones “puerta a puerta” son un régimen que está destinado principalmente a quienes lo utilizan para adquirir artículos para su propio consumo. “Pero a quienes nos corresponde comercializar los productos no podemos hacer uso de estos servicios porque tenemos que nacionalizar la mercancía, pagar los aranceles correspondientes”.

Sin 7+7 como punto de partida para reactivar la economía

Acotó que el esquema 7+7 no favorece la reactivación económica del país. A su juicio, esto se logra con confianza, estabilidad y una serie de condiciones “que no las da un decreto de exoneración de un número determinado de productos”, dijo. Señaló que “se necesitan otras cosas para que se reactive la economía, la principal es que se levante el 7+7”.

“Que el flujo económico este condicionado en su mayoría a 7 días de actividad y 7 días de inactividad, eso no va a contribuir absolutamente a ningún tipo de reactivación económica. Lo que estamos solicitando es que se levante esta modalidad, eso va a ser un punto de partida para esa reactivación”, sostuvo.

A los factores que influyen en la no reactivación de la economía “se suma una deficiencia notable en los servicios públicos, como el transporte y energía eléctrica”.

“Vacunación contra la COVID-19 más levantamiento del 7×7 y solventar de alguna manera la falta de servicios públicos lo más pronto posible, así se reactivaría la economía”, enfatizó Polesel.

¿Qué establece es decreto?

De acuerdo con el Decreto N° 4.619, publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.625, las exoneraciones de 4.450 productos del pago de impuesto de importación estarán vigentes hasta el 31 de agosto, salvo los productos sanitarios destinados a la prevención y control de la pandemia de COVID-19, cuyas exoneraciones se prolongarán hasta el 31 de diciembre.

En el artículo 4 del instrumento se establece que los bienes muebles de capital, bienes de Informática y telecomunicaciones con sus partes, piezas y accesorios no producidos en el país o con producción insuficiente estarán exonerados del IVA y pagarán una alícuota de entre 0% y 2% del arancel de aduanas.

El artículo 5 establece la exoneración del impuesto de importación y el IVA a los «bienes muebles corporales» relacionados con el sector automotor.

El artículo 8 prevé que estos productos quedan sometidos a un «régimen contingente arancelario», cuyas exoneraciones de importaciones quedan a la discreción de la ministra de Finanzas y vicepresidente ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez.

El artículo 22 prevé que «el incumplimiento de alguna de las condiciones por parte de los beneficiarios, ocasionará la pérdida del beneficio de exoneración prevista en este Decreto.

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