Definidas las series para las semifinales de la UEFA Champions League, el torneo ya es solo cosa de cuatro. Dos ingleses, dos españoles, se batirán en duelo por un pase para la Gran Final en el Stade France de París.
Luego de vencer por 3-1, a domicilio, al Chelsea Football Club, en el Stamford Bridge de Londres; el Real Madrid se complicó la vida en el partido de vuelta, disputado ayer en el Santiago Bernabéu. A los 14’ del primer tiempo los ‘blues’ avisaban que venían por lo suyo, con un tanto de Mason Mount tras una seguidilla de 29 pases continuos.
En la segunda mitad el defensor Antonio Rüdiger –de lejos el mejor del partido para los británicos– ponía la paridad en el global (3-3), con un remate de cabeza en un tiro de esquina que no debió ser, mientras el reloj marcaba el minuto 50.
Los merengues, que jugaron a defenderse durante casi todo el partido, estaban contra las cuerdas en un partido que en la mesa se veía como un mero trámite. A los 62 minutos de partido, Marcos Alonso parecía sentenciar el encuentro, con un gol que posteriormente fue dudosamente anulado por el colegiado, lo que generó obvias críticas.
Sin embargo, el Chelsea no bajaba los brazos a pesar de que el Madrid daba señales de vida, con un testarazo de Benzema que se estrelló en el travesaño. Pero a los 74 y medio, el teutón Timo Werner se sacó un as de la manga, con una bonita jugada en la que dejó retratada a la defensa blanca, para marcar el tercero.
La cuestión es que, esto es la Champions League y estamos hablando del Real Madrid, el equipo que más veces la ha ganado (13) y que sabe bien como jugarla. Sin contar que hay una mística especial en torno al club blanco, cuando de noches mágicas se habla.
Al minuto 79, casi agonizante el Real Madrid, Luka Modric sacó su casta de genio y colocó un centro, como puesto con la mano, para que el recién ingresado Rodrygo les devolviera el alma al cuerpo sin dejar caer el balón; el global se empataba a cuatro goles por lado y se iría el partido al alargue.
Ya en la prórroga no había mucho que hacer, la bestia estaba despierta y tenía hambre de gloria, de seguir viva, de estar en semifinales. Al minuto 95 vinicius se sacó un bonito centro del sombrero de mago, para que ‘monsieur le chat’, Karim Benzema rematara a placer el gol que les daba el pase.
Por otro lado, en Alemania, el Villarreal lograba la épica de arrebatar al Bayern Múnich la etiqueta de todopoderoso, de imbatible y de favorito al título. Si ya habían guapeado, una semana antes, en el Estadio de la Cerámica, con la victoria 1-0; lo que hizo el ‘submarino amarillo’ ayer fue heroico.
La primera mitad pasó por debajo de la mesa, no se hicieron daños irremediables. Pero a los pocos minutos del segundo tiempo, en el 52’, el de siempre, Robert Lewandowski decía que el cuadro bávaro seguía con vida, con auténtico golazo desde el borde del área.
No obstante, a pesar del tanto del polaco, los alemanes no estaban finos y no se veían cómodos. De 23 disparos, solo cuatro fueron a puerta y para su breve fortuna uno de ellos entró en forma de gol.
Pero el cuadro amarillo no se rendía, con solo el 32% de posesión, tuvieron una llegada muy limitada de cuatro remates; uno solo llevaba intenciones y potencial para ser gol. Cuando todo parecía listo, para que el partido se fuera a la prórroga, apareció el nigeriano Samu Chukwueze que –a pase de Gerard Moreno– igualaba el partido en el minuto 88, lo que le daba el pase a los españoles a una semifinal de Champions, por primera vez desde el año 2006.
Un día después
Este miércoles santo continuaba la acción, en los cuartos de final de la Champions, con un Liverpool que también tenía un partido trámite con el Benfica de Portugal, al que le tocaba viajar a Inglaterra para caminar solos en Anfield Road.
Ibrahima Konaté adelantó a los británicos a los 21 minutos de partido, que luego empató Gonçalo Ramos a los 32, para irse al descanso con un gol por lado.
Nada más volver del entretiempo, el brasileño Roberto Firmino marcó un doblete para dejar sentenciada la serie y asegurar el pase a la siguiente fase para el conjunto red. Sin embargo, el club lisboeta no se daba por vencido.
Roman Yaremchuk descontó al minuto 73 y Darwin Núñez hizo lo propio en el 81, para poner la paridad en el partido, con un marcador de tres tantos por lado. Aunque ya era demasiado tarde para la reacción portuguesa, pues los de Liverpool todavía tenían ventaja de dos, gracias al marcador global y a la goleada de la ida.
Por su parte, en Madrid, el Atlético buscaba desesperadamente un gol, que les permitiera empatar el 1-0 que les había endosado el Manchester City en el Etihad Stadium, una semana antes en las botas de la estrella belga Kevin De Bruyne.
La escuadra rojiblanca tuvo las oportunidades, con 14 disparos, de los que solo tres llevaban peligro de gol. Mientras que los ‘citizens’ estaban cómodos, manteniendo la posesión del balón (61%) como dicta el estilo de su entrenador Pep Guardiola.
El equipo celeste solo disparó diez veces y uno solo balón fue a puerta. El partido terminó con la igualdad a cero, y el Manchester City avanza a la siguiente fase, donde tendrán que verse las caras con el Real Madrid de Karim Benzema y Carlo Ancelotti, por un lugar en la final.
La ida comenzará en la capital española, en el estadio Santiago Bernabéu que tantas noches mágicas de Europa ha vivido, el próximo 4 de mayo de 2022. Ese mismo día, el Villarreal recibirá en la Cerámica al Liverpool, con la misión de conseguir una nueva épica, luego de eliminar a la Juventus (octavos) y al Bayern de Múnich.
Todavía falta por definirse el día en que se llevarán a cabo los partidos de vuelta, que serán en Inglaterra, en el Etihad y en Anfield Road, respectivamente. Lo cierto es, que la magna cita será el 28 de mayo en París, para definir al flamante campeón.