Entre quejas y halagos se desarrolla la jornada de vacunación en Caracas

En medio de quejas por la ausencia de las dosis de inmunización y halagos por el buen desempeño del operativo en Chacao y Baruta transcurrió el recorrido realizado por HispanoPost por los centros de vacunación ubicados en los municipios que conforman en Distrito Capital.  

Cerca de las 10:15 am, en el Gimnasio Vertical de Petare, uno de los centros de vacunación del municipio Sucre, unas 20 personas esperaban a las puertas de la instalación deportiva por una respuesta positiva. Sin embargo, muchos aseguraron que no era la primera vez en la semana que se acercaban al lugar con mensaje del sistema Patria en mano y luego de esperar un par de horas los encargados del centro les informaban: “Ya no hay vacunas”.

Jessica García, de 46 años de edad, reclamaba que, a pesar de ser una persona con movilidad limitada y que ha acudido varias veces a la cita, aún no había sido vacunada contra el coronavirus. “Uno ha venido para acá varias veces. ¿Cuál es la burla? Si le están mandando el mensaje a uno por medio del gobierno, es porque tienen las vacunas. Soy una persona discapacitada, tengo dos días viniendo y lo que hacen es burlarse de uno ¡Váyanse! Y cuando vienen sus conocidos, sí los inyectan ¿Será un negocio que tienen aquí o cómo es la cosa?”.

García aseguró que su mamá se encuentra hospitalizada por COVID-19 y que, aunque ella es la encargada de cuidarla en el centro de salud, cada mañana acude al Gimnasio Vertical de Petare con la esperanza de ser vacunada: “Ayer nos mandaron a irnos e inyectaron a personas aquí, porque hay testigos de que los inyectaron ¿Hasta cuándo es esto? Tengo una persona hospitalizada con el COVID, mi mamá, yo la cuido de noche. Vengo amanecida del hospital y no me quieren inyectar”.

En la sede del gimnasio, una de las encargadas del consejo comunal de esa parroquia informó a HispanoPost que ya tenían aproximadamente una semana que no aplicaban la vacuna china, Sinopharm, “porque no nos ha llegado más”. “Hoy no llegó la rusa, por eso no se está vacunando, pero hasta ayer estuvimos inyectando viejitos”, dijo.

No obstante, Miguel Ángel Guzmán, de 74 años de edad, aseguró que este jueves fue la segunda vez que se acercaba al centro de vacunación sin poder recibir la deseada inyección. “Vine ayer y hoy, llegué temprano. Estaba oscurito cuando llegué. Me dijeron que se acabaron, que no hay”. Lo mismo pasó con Janeth San Juan, de 71 años de edad, quien corrió con la misma suerte de Guzmán.

“Tengo dos días viniendo y tampoco, no hay vacunas. No hay nada. Entonces, ¿qué es lo que pasa aquí? ¿O las venden o se las llevan para la casa y las guardan o qué hacen con ellas?”. San Juan indicó que ella se acercó al gimnasio sin mensaje del sistema Patria, solo había sido referida por una amiga que ya se había vacunado en el lugar.

También desde Petare, Carmen Peña, de 82 años de edad, alzó su voz contra “el desorden” de quienes llevan a cabo las jornadas de vacunación en el municipio Sucre. “Yo vine para acá porque a mí me pasaron el mensaje para venirme a vacunar. Salió una señora en la mañanita: ‘Se pueden ir porque aquí no hay vacunas’. Entonces, yo digo: si yo tengo un mensaje que me llegó a las 10 de la noche, entonces es un desorden porque me están citando y ahora me dicen: ‘Quién sabe, cuándo vienen”.

Censura: “Solo vas a sacar una versión”

Mientras los habitantes de Sucre elevaban su reclamo a quienes se encargaban de ese centro de vacunación, así como ocurrió en días anteriores en las inmediaciones del Millenium Mall, donde los asistentes denunciaron que siguen haciendo convocatorias y desde el viernes de la semana pasada no se aplican vacunas, HispanoPost se trasladó al Libertador para constatar cómo transcurría el proceso en ese municipio.

Cerca de las 10:40 de la mañana en la Escuela Nacional Robinsoniana, de la avenida Sucre de Catia, la información era que en el sitio se estaba vacunando a todos los asistentes, aún sin que les hubiese llegado el mensaje de Patria. Héctor, el encargado del centro, caminaba hacia la cola para informar a los que esperaban que: “Hoy ya no hay más vacunas, vengan mañana, bien temprano”.

Así que para ese momento ya no estaban presentes las personas que habían sido vacunadas y que pudieran dar su testimonio. Sin embargo, Héctor acusó a HispanoPost de querer “sacar solo una versión”, la de quienes no se habían vacunado.

Acto seguido nos amenazó con mandarnos a desalojar con los “defensores” del sector. No obstante, durante la discusión, Héctor confesó que este jueves solo recibió una dotación de 240 vacunas, entre chinas y rusas, para atender a 120 personas con mensaje y a otras 120 que no habían sido convocadas. “La semana pasada recibimos entre 1.500 y 1.800 dosis diarias. El sábado llegaron 400 y hoy solo 240”, dijo antes de que se caldearan los ánimos.

Chacao y Baruta repuntando en orden

Visitar los centros de vacunación de los municipios Baruta y Chacao fue como cambiar de realidad. Orden, limpieza, amabilidad y respeto caracterizaron el recorrido por las instalaciones del Concejo Municipal de Baruta y el liceo Gustavo Herrera. En el primero HispanoPost fue recibido por el vigilante de la institución y el personal de comunicaciones de Georgette Topalián, presidenta de la instancia.

Había hileras de sillas dispuestas bajo un toldo. Solo dos señoras esperaban su turno, mientras varios trabajadores estaban pendientes para actuar según sus responsabilidades, en un ambiente donde se respetaban todas las medidas de bioseguridad requeridas por la pandemia.

Lourdes Betancourt, de 59 años de edad, se lamentaba por no tener aún 60 años para ser vacunada con la Sputnik V. “El mensaje me llegó antier en la tarde, pero no vi el mensaje. Me tocaba venir ayer, pero vine hoy y me atendieron de maravilla. Lo que me parece gravísimo es no poderme tomar ni una cerveza en 21 días”, dijo entre risas.

Mientras tanto, en el auditorio del liceo Gustavo Herrera de Chacao el personal opera incluso con medidas preventivas para poder vacunar a las personas que no están en condiciones de caminar hasta el sitio donde se aplica la inyección. Un enfermero se encarga de descongelar la formulación y se traslada hasta el exterior del lugar para aplicar la dos a un señor que supera los 80 años de edad, que no podía bajarse del carro de su hijo.

Por ello, tanto Reyes Audar, de 75 años de edad, y Elvira Rodríguez, de 67 años de edad, agradecieron el orden con el que se desarrolló la jornada. “Lo he visto muy bueno. Bastante avanzado, bastante bien. Me dijeron que estuviera aquí antes de las dos. Llegué a la una y mira ya me vacunaron. Creo que no me tardé ni media hora. Pero uno tiene que cuidarse, es la parte principal, porque la vacuna te ayuda, pero también uno tiene que cuidarse”, dijo Audar. Al tiempo que Rodríguez, aseguró que no tardó “casi nada, yo acabo casi de llegar. Estoy sudando porque me vine caminando desde Chacaíto”.