Con un año de retraso, los países del G20 retoman la cumbre contra el cambio climático en Glasgow (la COP26) acuciados por la última alerta de la ciencia y exhibiendo planes insuficientes, tras revisarlos la ONU, para cumplir el Acuerdo de París: que la Tierra no se recaliente mucho más de 1,5 ºC en 2100.
Durante este lunes y martes los jefes de Estado sostendrán conversaciones climáticas internacionales en Escocia y hablarán sobre lo que va a hacer su país ante la amenaza del calentamiento global. Desde el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al presidente de Seychelles, Wavel John Charles Ramkalawan, se espera que digan que su país hará todo lo que pueda, desafíen a sus colegas para que hagan más y en general suban el tono de sus mensajes.
“Hace mucho que la humanidad ha agotado el tiempo en el cambio climático”, diría el primer ministro británico, Boris Johnson, en la sesión inaugural del lunes, según declaraciones preparadas que publicó su oficina el domingo por la noche. “Queda un minuto para la medianoche y debemos actuar ahora”.
Los jefes de gobierno más destacados, como Biden, Johnson, el indio Narendra Modi, el francés Emmanuel Macron e Ibrahim Solih, presidente de las afectadas Maldivas, tomarán la palabra este lunes.
La idea es que hagan los grandes gestos políticos, tracen las líneas generales de acuerdo y después deleguen en otros funcionarios para concretar los cruciales detalles. Ese fue el sistema que permitió alcanzar el histórico Acuerdo de París de 2015, explicó a The Associated Press la exsecretaria de clima de Naciones Unidas Christiana Figueres.
“Para los jefes de Estado, en realidad es un uso mucho mejor de su capacidad estratégica”, dijo Figueres.
Esta cumbre debería servir para cerrar las brechas entre lo que hay que hacer para cumplir el Acuerdo de París –que supone frenar la subida de la temperatura del planeta en márgenes razonables– y las acciones reales.
Xi Jinping, presidente de China, el mayor emisor de dióxido de carbono, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, no acudirán a Glasgow. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, también decidió no viajar, según indicó la agencia estatal turca Anadolu, que no dio un motivo para el cambio de planes.
Con información de VOA y eldiario