Ante las limitaciones técnicas y operacionales de las refinerías de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la imposibilidad de importar gasolina, el régimen de Nicolás Maduro implantará medidas de emergencia para reducir aún más el consumo interno del carburante, aseguraron fuentes del sector petrolero que solicitaron guardar su nombre en reserva.
«Se trata de un plan, cuya puesta en funcionamiento es a corto plazo, que contempla incrementar el precio del litro de gasolina subsidiada con el fin de reducir en por lo menos 20% el número de consumidores de este combustible», explicó uno de los consultados.
Refirió que al gobierno madurista se le cierran las opciones para evitar se agrave el desabastecimiento en el centro del país y muy especialmente Caracas, región con más prioridad que el interior, donde prevalecen las enormes colas de vehículos frente a las estaciones de servicio.
«La puesta intermitente en operación de las refinerías de Pdvsa -el viernes arrancó de nuevo la planta de gasolina en Cardón, estado Falcón- no garantiza satisfacer la demanda de forma confiable y sostenida», resaltó otra fuente.
Advirtió que con el continuo enciende y apaga de las instalaciones, sin cumplir los protocolos de operaciones y seguridad, las refinerías corren el riesgo de paralizarse. «No por semanas como ahora sino durante meses», afirmó.
Las fuentes destacaron que la alternativa de la gasolina importada está muy lejos, debido a la vigilancia del gobierno de Donald Trump para hacer cumplir las sanciones contra el régimen de Maduro. Muestra de ello es la reciente detención de los cuatro buques con combustible procedente de Irán.
«En su desespero, Maduro está tratando de convencer a México para realizar un envío humanitario de gasolina, pero esto coloca al presidente (Manuel) López Obrador en una posición delicada con su vecino Estados Unidos», reveló otro de los consultados.
Precisó que el consumo interno venezolano de gasolina ha caído a de entre 80.000 y 60.000 barriles diarios -la quinta parte de la demanda de hace dos años- por la fuerte contracción de la economía agravada con la semi parálisis de la cuarentena del COVID-19.
«Pero ni siquiera con este desplome del consumo, Pdvsa puede atender los requerimientos de gasolina en el mercado interno. Por ello, el régimen busca opciones para disminuir mucho más el consumo», insistió la fuente.