La producción agroindustrial y alimenticia en Venezuela creció 23%, entre septiembre de 2022 y septiembre de 2023. Esto según un estudio realizado por la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines (SVIAA).
«La producción agroindustrial y alimenticia en Venezuela experimentó un crecimiento de 23% porque los rubros de mayor consumo aportaron un alto porcentaje al cálculo estadístico que refleja ese 23%, que está próximo a los datos de Cavidea y a datos del sector de la industria de alimentos», sostuvo Carlos Indriago, secretario general nacional de la SVIAA.
Detalló que en el estudio evaluaron 30 empresas, entre ellas, 12 agroindustriales y 18 de la industria alimentaria. Los rubros que midieron fueron: harina de maíz precocida, azúcar refinada, sal refinada, arroz, pasta, bebidas gaseosas, untables, productos lácteos, cárnicos y enlatados.
«Los resultados que se obtuvieron del estudio reflejan que hubo un crecimiento de 23% en el sector agroindustrial, en función de los rubros con mayor producción y ventas, que fueron harina de maíz precocida, arroz, azúcar refinada, sal refinada y bebidas gaseosas», agregó Indriago.
En relación con la capacidad operativa de las empresas consultadas, arrojó que trabajan, en promedio, a 47,5%. «El valor mínimo fue de 27% y el valor máximo de 68%», precisó.
Necesidades y recomendaciones
El representante de la SVIAA indicó que uno de los problemas que registraron las empresas está relacionado con la materia prima para la producción de los alimentos.
«Los productos de mayor facilidad de adquisición de materia prima fueron los cereales, la caña de azúcar y las hortalizas», mientras que «los rubros de mediana y difícil adquisición fueron raíces, tubérculos y frutas», puntualizó Indriago.
En cuanto a las necesidades que apuntan las empresas agroindustriales y alimentarias del país, según el estudio de la SVIAA, es que «se tiene que reactivar todo lo que está relacionado con los envases y empaques a nivel nacional».
«La oferta que existe en la actualidad no satisface la demanda de todas las industrias agroindustriales y alimentarias del país, por lo que estás empresas han tenido que traer estos productos a través de importadores o compra directa en el extranjero, que ha aumentado el precio del producto final», advirtió Indriago.
Otro factor es la falta de materia prima relacionada con edulcorantes, saborizantes y estabilizantes. «Estos productos no se están obteniendo a nivel nacional y todos ellos tienen que ser traídos del extranjero, que también está aumentando su precio», acotó.
Asimismo, alertó que muchas de las empresas agroindustriales y alimentarias que operan en el país no están actualizadas con las certificaciones y normas nacionales.
«Aunque los productos evidentemente cumplen con todas las normas establecidas, las certificaciones tienen que ser actualizadas con el propósito de que estas puedan contar con el respaldo en caso de hacer negocios de expansión y crecimiento a nivel nacional e internacional», señaló Indriago.
Las maquinarias y los equipos son otra de las necesidades de las empresas que arrojó el estudio de la SVIAA.
«En Venezuela tampoco existe suficiente capacidad para satisfacer la demanda, por lo que es muy posible que un futuro cercano ocurra un problema con respecto a las florecencia de las plantas industriales y alimenticias», dijo
Recomendó al Estado venezolano controlar y evitar el contrabando de alimentos, así como establecer planes organizacionales que vayan de la mano con el Plan Nacional de Siembra y el Desarrollo de la Agricultura por Contrato, además de entablar parámetros de calidad para los productos alimenticios.
Adopción de tecnología en la agroindustria
Por su parte, el ingeniero agrónomo Saúl López, presidente de la SVIAA, resaltó que el sector agrícola de Venezuela requiere avanzar en la adopción de tecnologías para impulsar la producción nacional.
«Se habla agroindustria 4.0, pero vemos dentro del instrumento que hicimos en el estudio que hay empresas que ni siquiera tienen RP que es planificación de recursos empresariales. Tienen algunas cosas de administración, pero muy obsoletas, no manejan Big Data», afirmó López.
A su juicio, la falta de tecnología en las empresas genera dificultad para hacer los estudios de mercado en el sector agroindustrial, «para tener todos los datos y tomar decisiones asertivas».
«Es decir, cuál es mi capacidad operativa que debo tener para abastecer el mercado y cómo lograr exportar. Todos hablan de exportar, pero para exportar hay que tener trazabilidad, hay que cumplir unas normas, hay que certificarse, hay muchos pasos que dar», comentó el ingeniero agrónomo.
En esa línea, recomendó a las empresas a realizar «pequeñas inversiones en materia tecnológica porque de verdad no son tan elevadas».
Estas inversiones debería enfocarse, según López, «en un robusto sistema de planificación de recursos empresariales y otras inversiones que van a permitir que nuestra agroindustria pueda volver a ocupar espacios y cautivar mercados que teníamos antes, como las islas del Caribe y otros espacios que teníamos de exportación», aseveró
Otro punto que considera que se debería tomar en cuenta es revisar nuevamente el Acuerdo 28″ entre Venezuela y Colombia, aprovechando la Cumbre Binacional de la Macrorrueda de Negocios que se desarrolla en Caracas.
«Deben revisarse muchas cosas porque sigue siendo asimétrico. Beneficia totalmente a que Colombia nos exporte productos terminal, todo tipo de producto del agro, y nosotros casi nada; sobre todo en materia prima de enérgico, petróleo y minas y eso debe cambiar», aseveró.