Falta de políticas públicas impide frenar la violencia contra personas LGBTIQ+ en Venezuela

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Venezuela sigue sumido en un ambiente de discriminación y desconocimiento a la diversidad sexual, aseguran defensores de los derechos de las personas LGBTIQ+, así como miembros de la comunidad, que ven con dolor el asesinato de tres venezolanos durante el Mes del Orgullo en el municipio Baruta.

Yendri Velásquez, miembro de Caleidoscopio Humano y defensor de los derechos humanos de las personas LGBTIQ+, señaló que en gran medida estos llamados “crímenes de odio” ocurren por la inoperancia del Estado venezolano.

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“Tenemos conocimiento de cuatro asesinatos cometidos este año en el municipio Baruta. El primero fue a inicios de año, cuando un joven homosexual que ejercía la profesión de estilista fue asesinado brutalmente en Baruta. Luego sucedieron estos tres asesinatos, que son por los que estamos protestando frente al Concejo Municipal, como lo fue la pareja gay asesinada en su apartamento y la mujer trans que fue asesinada y descuartizada en uno de los sectores populares del municipio Baruta”, dijo.

Los familiares y amigos de las víctimas Ronnie Ramírez y Carlos LaPlace, atacados en su propia vivienda; y Elizabeth Rondón, una mujer trans de 33 años de edad que fue asesinada y descuartizada en el sector Minas de Baruta, esperan justicia. Para que investiguen los dichos casos, fue designado un fiscal de la Defensoría Delegada del Área Metropolitana de Caracas y otro de la Defensoría Especial Nacional para la Protección de los Derechos de la Diversidad Sexual.

“Lamentablemente, los crímenes de odio suceden y van a seguir sucediendo por la misma inacción del Estado, ante la violencia social y cultural que vivimos las personas LGBTIQ”, indicó Velásquez. Opinión que comparte Melanie Agrinzones, activista y cofundadora de Uquira, quien subraya que en ocasiones estos crímenes están asociados con el desinterés de quienes deben velar por la seguridad y derechos de estas personas, como lo son los cuerpos armados.

“Las personas LGBTIQ+ no se sienten seguras aquí ni en ningún lado. En un Estado donde no se te reconocen los derechos no estás seguro. Vivimos en una sociedad conservadora que todavía no ha avanzado mucho en estos temas. Siento que hay más juventudes que tienen conocimientos de estos temas”, indicó.

Agregó que “Caracas puede ser una ciudad hostigante para las personas LGBITQ, donde no pueden expresarse sin recibir algún mensaje de odio o discriminación, comenzando por los propios entes del Estado que deberían protegerlos (policías, guardias), que son bastante machistas y si no se sienten seguros o seguras, en ese sentido es bastante difícil estar en un país como Venezuela que carece de datos”.

Necesitamos datos

Ambos denunciaron la falta de data oficial en el país sobre casos relativos a la diversidad sexual. Desde la falta de información, educación, campañas de prevención hasta cifras oficiales sobre las víctimas de violencia con perspectiva de género u orientación sexual. Denuncian que sin este tipo de información se les hace imposible a las instituciones y organizaciones crear políticas públicas y campañas que velen por el crecimiento cultura de los venezolanos, en pro de una sociedad igualitaria, de respeto y no violencia.

“Es muy difícil conseguir datos precisos sobre la situación de las personas LGBTIQ+ en Venezuela y todavía no hay esa perspectiva de derechos humanos que nos permita a las organizaciones recabar datos. Aún hay muchos prejuicios. La ausencia de datos también pone en vulnerabilidad a las personas LGTBIQ+, porque sin datos no puedes tener un diagnóstico completo para generar políticas públicas y campañas. Las organizaciones trabajan como pueden y con lo que tienen”, agregó Agrinzones.

Advirtió que muchas de estas historias de odio son conocidas por la conmoción que generan en los allegados al colectivo, quienes buscan viralizar la información. “Se hizo ruido, pero qué ocurrirá con las personas LGBTIQ+ que no salen en los medios, que no sale pública su situación y otras formas de agresión. Por ejemplo, hace unos meses atrás ‘Ambar’, una organización de Venezuela, denunció el trato de entes de policías del Estado hacia mujeres trabajadores sexuales. Sabemos que algunas trabajadoras sexuales son mujeres trans y esto se debe a la precariedad que viven muchas personas de la comunidad, debido a que aquí no existen derechos que las protejan”.

Velásquez explicó que en ocasiones son los medios de comunicación los que permiten hacer este monitoreo que debería ser realizado por las instituciones del Estado. “En Venezuela no existen cifras oficiales referente a los derechos de las personas LGBTIQ+. Las últimas que hay fueron recolectadas a través de un monitoreo de las noticias hecho por la Organización Acción Ciudadana contra el Sida hasta 2017. Para ese entonces se reportaban más de 90 asesinatos por orientación sexual, identidad y expresión de género”.

Expresó que desde el año 2017 Venezuela no refleja ningún tipo de cifras oficiales o no oficiales, “debido a la opacidad del Estado y la inacción para recolectar información para poder hacer seguimiento a la violencia que sufren las personas LGBTIQ en Venezuela”.

¡No más discriminación!

Uquira y Caleidoscopio Humano son tan solo dos de los movimientos sociales que se han organizado para velar por los derechos de las mujeres y las personas LGBTIQ+. Constantemente ofrecen información a través de sus redes sociales, llamando al reconocimiento de las personas LGBTIQ+ y a sus derechos. También desde allí se hacen el llamado al Estado a que refuerce la búsqueda de soluciones y se erradique el odio, la discriminación y rechazo de sus discursos hacia esta comunidad.

Velásquez detalló que es importante que el Estado trabaje para desmontar los estigmas y los prejuicios que están instaurados en la mente del colectivo. “Es necesario que el Estado y las instituciones ejerzan todo su poder para poder generar políticas, programas, leyes y la modificación de leyes que estén orientadas al cese de la discriminación, a la construcción de una sociedad igualitaria, de paz y no violencia”.

“Lamentablemente, en los últimos 20 años hemos visto que la homofobia y la transfobia se ha promovido a través de los voceros oficiales del Estado, a través de sus discursos de odio, discursos estigmatizantes y que promueven los prejuicios y la violencia hacia las personas LGBTIQ+”, advirtió.

Agrinzones denunció que en Venezuela “no hay derechos sustantivos ni positivos que protejan a las personas LGBTIQ+, no pueden acceder al matrimonio igualitario, no pueden acceder a la identidad de género”. Explicó que eso deriva en una “cantidad de violaciones de derechos”.

“Por ejemplo, está el caso de las personas trans a las que se les pedía la cédula para entrar al Metro, como ocurrió al principio de la pandemia. Cuando veían que la cédula no concordaba con la expresión de género, no las dejaban pasar. Eso ya es una violación”, apuntó.

Añadió que “existe una falta de educación sobre estos temas, donde todas las personas sean visibles”. “Que se naturalice que la diversidad, que no existe un solo modelo de familia, que no existe una sola forma de ser hombre o ser mujer y que existen matices en el género. Las teorías del género son muy poco habladas y cuando se habla es con prejuicio, el Estado no ha implementado políticas que sean realmente viables y que den como resultado una campaña en pro de la diversidad”, dijo.

La cofundadora de Uquira advirtió que desde la nueva Asamblea Nacional (AN) se ha profundizado esta estigmatización: “Tiene un montón de evangélicos queriendo obstaculizar los derechos de las mujeres y las personas LGBTIQ+. Venezuela, en general, no es un país seguro para las personas LGBTIQ+, necesitamos más educación. Creo que las instituciones, como las universidades, deben tomar bastante responsabilidad sobre esto. Ser más abiertos en estos temas, entender que somos diversos y que todas las personas merecemos los mismos derechos y que los derechos son para todas las personas”.

Velásquez insistió en que “el Estado venezolano no ofrece ningún tipo de garantía o protección a las personas LGBTIQ+. Existen algunas menciones de algunas leyes, que son bastante tímidas y que además no tienen ningún mecanismo efectivo para volver eso una realidad. Hay menciones como en la Ley del Trabajo y la Ley de Arrendamiento, que al momento de la verdad no se cumplen. En el trabajo siguen discriminando y cuando vas a arrendar siguen discriminando a las personas por ser gays, lesbianas, trans, intersexo o queers”.

Agrinzones reiteró que se trata de un trabajo conjunto: “Las organizaciones han hecho un gran trabajo en dictar talleres, en sensibiliza. Es momento que los entes del Estado también se sensibilicen en estos temas para que de verdad puedan proteger a las personas. Es necesario que los políticos hablen de este tema, sin politizar o instrumentalizar al movimiento, sino para generar cambios reales y positivos para las personas LGBTIQ+”.

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Keissy Bracho
Keissy Bracho
Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo Audiovisual Especializada en Comunicación Política, Opinión Pública, Marketing Político, Gestión de Políticas Públicas. Aprendiendo de Género

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