Mucho se ha hablado de la crisis política, económica y social por la que atraviesa Venezuela, que ha provocado la migración de al menos 5 millones de venezolanos buscando nuevas oportunidades. Para mediados del año 2018 se calculaba que 22.500 médicos venezolanos habrían emigrado, pero se presume que, dada la emergencia humanitaria compleja, esta cifra pudo aumentar considerablemente.
Sin embargo, siempre hay quienes deciden quedarse y hoy Día del Médico Venezolano contamos las historias de tres de esos jóvenes especialistas que tomaron la decisión de permanecer en Venezuela.
Hicimos del consultorio un ambiente familiar para nuestros pacientes. Eso no lo encontré en ninguna otra parte del mundo a donde fui a especializarme y una que otra vez podía pensar en emigrar, contó José Luis Clemente, fisioterapeuta de 35 años de edad.
Para María Alejandra Salazar, médico oftalmólogo de 30 años de edad, la evolución académica fue una de las principales razones para quedarse en Venezuela.
Me gradué de médico en la Central (UCV) a los 23 años de edad y de oftalmólogo a los 28 años, tengo aproximadamente 2 años ejerciendo. Decidí quedarme en Venezuela porque a pesar de la crisis, aquí hay oportunidad educativa. En mi caso es muy difícil la convalidación en otro país. En lugar de perder ese tiempo, se puede invertir en más estudios y evolución académica que siempre se van a necesitar porque graduarse de especialista no es suficiente, indicó Salazar.
Humberto Sandoval, médico especialista en cirugía oncológica de 34 años de edad, contó que se graduó en el año 2010 en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado del estado Lara, y su preparación académica la complementó con dos postgrados: uno en cirugía general (2016) y otro en cirugía oncológica (2019) y a principios del año en curso decidió emigrar, pero a Caracas.
Me mudé a Caracas para ejercer mi profesión, dijo, y sobre la decisión de permanecer en el país que lo vio formarse como profesional aseguró que se mantiene aferrado a la idea de que: La mayoría de los que nos quedamos es siempre por la esperanza de un cambio.
Clemente, explicó que para él ha sido muy valiosa la oportunidad de acercarse a los pacientes, algo que a su juicio no se consigue en otros países. Me gradué en 2006 y tengo un consultorio en Las Mercedes desde 2007. Venezuela es ese doctorado del día a día donde aplicas todo lo que aprendes afuera. Tenemos un concepto de consultorio médico de fisioterapia familiar. En otros países la gente acude por algo muy específico, hacen su terapia y se van, no está ese calor venezolano.
Ante la crisis te reinventas
Los médicos aseguraron que la mejor manera de reinventarse ante la crisis que somete su actuación y prestación de un servicio de calidad es fortalecer los conocimientos, dolarizar los costos y optar por vacantes en instituciones privadas. Ninguno de los tres tiene pensado emigrar del país en un futuro cercano, se mantienen esperanzados en un futuro mejor.
El que se haya ido tanta la gente, por un lado, es lamentable y, por otro, se abren oportunidades en espacios que antes eran impensables. Por ejemplo, se abren cupos en clínicas, los que quedamos tenemos bastantes oportunidades laborales. Quizás no sean las mejor pagadas, pero por lo menos este año se está dando un vuelco en cuanto a honorarios, ya que todo está subiendo y están dolarizados los salarios, afirmó Salazar.
Clemente comentó que al principio le costó un poco aceptar el cobro en dólares, porque un tratamiento fisioterapéutico se realiza entre 5 y 8 sesiones generalmente. Como tenemos un concepto de acompañar al paciente nos tocó pensar en cómo cobrar un monto que no golpee tanto a su bolsillo cuando el paciente tiene que acudir a terapia de 2 a 4 veces a la semana. Pero nos ha tocado empezar a engranar esa modalidad, porque también todos los servicios nos los cobran en dólares, explicó.
Para Sandoval la idea de emigrar se mantiene latente, aunque no es su plan estratégico. No está entre mis planes emigrar pronto, pero siempre es una opción que muchos manejamos en nuestra mente. De hacerlo me iría a un país como España, ya que puedo hacer la homologación del título de médico venezolano.
Mantenerse luchando
Yo sigo ejerciendo como cualquier médico venezolano, señaló la oftalmóloga. Pero hay que seguir creciendo académicamente, porque si no vas a evolucionar no tiene sentido quedarse en Venezuela y, además, hay que evaluar muy bien la situación de cada uno antes de tomar una decisión. Creo que los que hemos decidido quedarnos, debemos sacarle provecho a nuestra decisión.
Añadió: Cada situación y persona es diferente, hay que evaluar bien su situación y a partir de eso tomar una decisión. Mi hermano está recién graduado de médico y empezando un postgrado en el Hospital Domingo Luciani, tiene dos compañeros que emigraron y ahora están de vuelta al país empezando un postgrado desde cero. Están atrasados por lo menos 5 años con respecto a mi hermano.
Consejo que fortalece el cirujano oncológico: «Para quienes aún están indecisos les podría decir que valoren muy bien todas las posibilidades. Ninguno de los caminos, el irse o quedarse, será fácil. Y a los que decidan quedarse mi consejo es que en tiempo de crisis la mejor inversión que pueden hacer es en sí mismos».
El fisioterapeuta les aconsejó a las nuevas generaciones que se prioricen su trabajo sea cual sea su decisión. Veo complicado decirles que no emigren, pero lo único que los puede enriquecer son sus conocimientos. Mi recomendación a los que se quedan es que hagan las cosas bien, prepararse; esa es la única fórmula posible para quedarse en Venezuela. Si decides quedarte o irte siempre apostarlo todo.