Guaidó se fue a Miami: «No se devuelve a un migrante o a un refugiado a una dictadura asesina»

Con un morral gris a sus espaldas, como única compañía, aterrizó en la madrugada de este martes en el aeropuerto de Florida, Estados Unidos, el líder opositor Juan Guaidó.

Quien hasta hace sólo meses fungía como presidente encargado de Venezuela fue prácticamente expulsado de Colombia y «acompañado» hasta el aeropuerto por las autoridades migratorias, hasta que tomara su avión y abandonara el territorio del país vecino. Luego de haber ingresado según explicó el canciller de ese país, Álvaro Leyva, de forma «inapropiada».

De este modo se impedía su aproximación, siquiera cercana, a la Conferencia Internacional sobre Venezuela que hoy se celebra en Bogotá y que espera reunir a distintas delegaciones con el propósito de destrabar la crisis económica, política y social que atraviesa el país.

Situación que se encuentra en un proceso detenido o estancado desde que se interrumpiera el diálogo establecido inicialmente en Ciudad de México, entre las delegaciones oficialistas y opositoras.

«No se devuelve a un migrante o a un refugiado a una dictadura asesina, que tortura y que viola sistemáticamente los Derechos Humanos», dijo Guaidó a los pocos periodistas que lo recibieron al llegar a territorio estadounidense.

Allí estaba la periodista venezolana Carla Angola, quien se pudo reconocer por su voz y por las respuestas que el dirigente le ofrecía directamente, llamándola por su nombre, y explicándole con detalle cómo fue su periplo desde Venezuela hasta Bogotá.

Guaidó dijo que hizo un trayecto desde Cúcuta por carretera hasta la capital colombiana, para participar en la agenda de reuniones con las delegaciones internacionales. Aclaró: «No en la conferencia sino en el marco de, para escuchar a las partes, como ellos mismos dijeron».

Pero a los minutos agregó: «Ustedes vieron las amenazas del canciller (Leyva), cuando mi expectativa es sencilla, que los países hablen en nombre de los Derechos Humanos de los venezolanos, esos que están en un refugio, que alcen la voz. Eso que Maduro me quería quitar y que no se lo vamos a permitir».

Reiteró su agotamiento físico y mostró su mochila, al recordar a los tantos millones de migrantes que han salido del país por causa de la crisis humanitaria: «Tengo más de 70 horas de viaje. De nuevo muy preocupado por mi familia y por mi equipo de trabajo, quienes ya han visto las consecuencias de una dictadura: torturados, perseguidos, y en este momento amenazados directamente (…) Han recibido llamadas, no sólo Fabiana (su esposa) sino su familia directamente».

Para cerrar su breve intercambio con los medios, dijo que en el día de hoy ampliaría detalles de su experiencia.

El diario español EL PAÍS citó a «una fuente diplomática» la cual asegura que incluso Estados Unidos habría mediado «para forzar al político a tomar el vuelo a Miami esta misma noche (la del lunes) a través de Jimmy Story, embajador de Estados Unidos para Venezuela».

Las fuentes citadas por este medio no descartan que la intervención de Estados Unidos buscara sacar del medio a esta especie de «piedra en el zapato» que dificultara una reunión, incluso antes de comenzar. Otros especulan que fue una manera ¿elegante? de que Guaidó se desmarcara del escenario local, donde desde hace ya varios meses no arrastra apoyo masivo, como sí produjo en años anteriores.

La cancillería colombiana aclaró, por su parte, que no había dispuesto un avión para la salida de Guaidó, sino que como había entrado de manera irregular en el país, lo condujo hasta el aeropuerto y verificó que se subiera al avión de una aerolínea comercial. “El pasaje ya había sido adquirido por él”, aclaró.

Fuente: Con información de EL PAÍS y @carlaangola