A las 2 de la tarde de este domingo 31 de octubre, un grupo de militantes de la Unidad iniciaron una modesta concentración en la Calle 1 de los Jardines de El Valle. El motivo era que el candidato a la Alcaldía del municipio Libertador de Caracas, Tomás Guanipa, realizaría un recorrido por el barrio El 70, el cual es conocido por ser uno de los más grandes de la populosa parroquia capitalina.
Fueron nueve los jeep de 12 puestos cada uno los que subieron a las personas que, con volantes, banderas y ataviados con sus franelas y tapabocas con el símbolo de la manito, llegaron hasta la parte más alta del barrio, un lugar donde se puede apreciar la inmensidad de Caracas y se respira un clima de paz y tranquilidad, a pesar de ser una zona que hasta hace algunos meses estuvo azotada por la banda de un delincuente cuyo seudónimo era “El loco Leo” y que fue dado de baja por las autoridades.
A las 3:50 pm y con un clima muy agradable apareció montado en una moto el candidato de la manito, como le conoce la gente. De inmediato la curiosidad de los vecinos se hizo presente y comenzaron a tomarle y pedirle fotos a Guanipa, quien con mucho entusiasmo aceptaba mientras invitaba a los lugareños a votar el próximo 21 de noviembre.
Un Ford Fiesta Power blanco con un sonido de miniteca iba abriendo el camino y anunciando que un dirigente político estaba de visita en el barrio. “Aquí tenían tiempo que no venía un político. El último que vino fue el señor José Guerra, quien subió y bajó esta comunidad varias veces y por eso le recordamos, porque siempre estuvo pendiente de nosotros”, comentó una señora que prefirió mantener su nombre bajo reserva, ya que trabaja en un ente gubernamental.
El aspirante a la Alcaldía de Caracas, estaba acompañado de varios candidatos al Consejo Municipal de Libertador, quienes escuchaban y tomaban nota de los requerimientos de los habitantes de la comunidad.
“La problemática más extrema que nosotros tenemos es la alimentación. El sueldo que ganamos no nos alcanza y a penas sobrevivimos con las bolsas del CLAP, que medio se puede comer porque esa harina de maíz que trae parece arena, el arroz es de muy mala calidad. Pero no podemos hacer más nada porque si ganamos 7 o 10 bolívares mensuales y un kilo de arroz nos cuesta 4 bolívares y una harina buena te cuesta también 4 bolívares, entonces no podemos pagar absolutamente más nada”, aseguró una mujer que se identificó como maestra y activista de la comunidad, pero prefirió no dar su nombre.
Afirmó que necesitan “sueldos dignos”. “Aquí hay mucha gente con desnutrición, pero lo más graves es que son niños, adultos y ancianos los que están pasando por esta calamidad. Tenemos que entender que para comenzar a solucionar esto es necesario salir a votar el próximo 21 de noviembre, porque si no lo hacemos, entonces seguiremos dependiendo de las migajas que nos da el gobierno”, dijo.
Trabajo, servicios públicos y una escuela
En cada casa vereda y callejón en los que entraba Tomás Guanipa las solicitudes e incluso las exigencias eran las mismas: trabajos con mejores remuneraciones, mejorar los servicios públicos y una escuela para el barrio, la cual existía, pero fue derrumbada hace más de 15 años por órdenes de los bomberos de Caracas y Protección Civil, ya que la estructura era muy pesada y el terreno donde se encontraba ubicada estaba cediendo.
Carmen Briceño recordó que estudió en la Escuela Básica Parroquia El Valle, la cual impartía clases desde prescolar hasta sexto grado.
“Necesitamos el colegio para la comunidad, eso es lo que queremos todas las personas que vivimos aquí. Yo te puedo decir que estudié en la escuela, las maestras eran muy buenas. Hace 15 años o más vino la gente de los bomberos y Protección Civil para decirnos que la escuela tenía que ser tumbada porque el terreno estaba cediendo”, contó.
Dijo que aceptaron porque “igualmente vino la gente de la alcaldía y del Ministerio de Educación y nos dijeron que iban arreglar el terreno para poder construir una escuela con estructuras de metal, que fuera mucho más liviana. Nosotros confiamos en su palabra porque incluso trajeron las bases, pero las dejaron en el terreno y más nunca vinieron”, denunció Briceño.
Reveló que una iglesia evangélica de la comunidad prestó sus instalaciones para que los niños pudiesen ver clases, pero es muy pequeña y no está adecuada para un óptimo desarrollo educativo.
“Agradecemos a la iglesia evangélica que nos cedió el espacio, pero ahorita solo pueden abrirse una sección por grado, porque las instalaciones son muy pequeñas. Además, no están en las mejores condiciones para que los niños reciban clases. Si el señor Tomás Guanipa gana las elecciones, lo mejor que puede hacer por el barrio es que mande a los obreros y se comience a construir de nuevo la escuela, eso sería lo máximo para toda la comunidad”, insistió.
Tomás Guanipa escuchó con detenimiento la situación de la escuela mientras recorría el terreno destinado para la construcción y se comprometió a resolver la situación, en caso de resultar ganador en la contienda electoral.
Hay que enseñar a la gente de nuevo a votar
Luego de salir del terreno de la escuela, el candidato y su equipo de campaña siguieron la ruta que los llevaría hasta el sector “la vuelta del beso”, punto final del recorrido.
Ya acercándose las 5:30 de la tarde, una solicitud llamó la atención de todos los que se encontraban en la actividad. Un núcleo familiar pidió a los representantes de la Unidad que les dieran información porque no tienen la menor idea de cómo ejercer su derecho al voto el 21 de noviembre.
“La gente quiere salir a votar, pero nosotros no sabemos cómo ni por quién vamos a votar. Les pedimos que nos traigan la información porque aquí es muy difícil conectarse en Internet y no podemos entrar a la página del CNE. Ya sabemos que el señor Tomás es el que representa a la manito, pero no sabemos quiénes son los candidatos a concejales ni nada de eso. Tienen que venir y meterse en los distintos barrios para que nos expliquen y así poder votar, porque estamos claros qué si no votamos vamos a seguir pasando trabajo”, comentó el señor Quintero, acompañado de su esposa y sus dos hijos.
Ya asomándose la última hora de la tarde, Tomás Guanipa agradeció la receptividad de la comunidad del barrio El 70 en la parroquia El Valle y prometió volver a cada uno de los lugares que ha visitado en la ciudad de Caracas.
“Cuando ganemos la alcaldía, el compromiso es venir con todo el equipo para comenzar a trabajar. La gente nos pide que no nos olvidemos de ellos y eso lo vamos a cumplir”, sentenció.
Así como llegó se fue. El candidato de la mano se subió en una moto y siguió a otra actividad de campaña en la ciudad de Caracas.