Desde las primeras horas del dia, la capital federal y muchísimos escenarios a lo largo y a lo ancho de Argentina, se vieron minados por una particular vestimenta: el negro predominante en los atuendos femeninos, comenzaba a marcar un antes y un después en la cotidianeidad de las mujeres del país.
Era la antesala de lo que terminó siendo el acto multitudinario más importante en la lucha por la igualdad de género. No fue una marcha más, será recordado como el «Paro Nacional de mujeres».
No salieron a la calle a reclamar mejoras salariales, no marcharon por estar disconformes con el gobierno de turno, se pusieron de acuerdo en vivir el miércoles, 19 de Octubre, como Día de luto Nacional. Tal vez el aberrante feminicidio de Lucía Perez, la joven drogada, violada y asesinada brutalmente, en la ciudad balnearia de Mar del Plata, le puso punto final a una época, las mujeres dijeron basta a la costumbre de llorar a sus pares en la Argentina y el silencio de luto retumbó en cada rincón del país.
La incesante tormenta no fue más que el aluvión de abuelas, madres e hijas que se fundieron en un abrazo eterno, organizaciones barriales, sindicales y miles de mujeres autoconvocadas podrán decir algún día yo estuve presente para luchar por #NiUnaMenos porque #VivasNosQueremos y para gritar #NosotrasParamos.
