La industria petroquímica y química de Venezuela requiere de una inversión de entre 6.875 millones de dólares y 8.000 millones de dólares al año para recuperar la producción y competitividad del sector en los próximos 10 años.
Así lo reflejó un estudio de la Consultora ODH y la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim), presentado este jueves.
Richard Obuchi, economista y coordinador de la consultora ODH, enfatizó que «el sector petroquímico y químico de Venezuela requiere al menos 6.875 millones de dólares en inversiones en 10 años para recuperar e incrementar la capacidad de producción y adecuar la industria para competir en el mercado»
Durante la actividad por el 60 aniversario de Asoquim, precisó que al país le urge altos niveles de inversión y el Estado venezolano no tiene la capacidad económica para ejecutarlo.
«Para lograr esta meta es indispensable la inversión privada, la inversión pública debe dirigirse a otras áreas de inversión social prioritarios», agregó el también profesor de Políticas Públicas del IESA.
De alcanzarse esta meta, el producto interno bruto (PIB) por el sector químico y petroquímico de Venezuela «puede quintuplicarse en 6 años».
«Este impacto puede alcanzar 100 mil empleos directos e indirectos y generar exportaciones por al menos 2 millardos al año, convirtiéndose en la segunda fuente de divisas más importante en Venezuela, después del sector petrolero», afirmó Obuchi.
Dejó claro que para lograr esto el Estado venezolano debe generar, principalmente, cuatro condiciones que permitan al sector privado nacional e internacional tener seguridad de invertir en el país.
«Lo primero es construir confianza en las organizaciones con un marco regulatorio balanceado, garantizando seguridad jurídica y el derecho pleno a la propiedad privada”, indicó.
La segunda condición -según Obichi- es «alcanzar la estabilidad y el crecimiento, a través de una política económica coherente, integral y confiable».
Un tercer factor es «asegurar el acceso confiable a los servicios públicos, desarrollar servicios eficientes en áreas industriales».
Y el cuarto es también «asegurar el acceso al financiamiento bancario y nuevas formas de financiamiento para la industria petroquímica y química del país», añadió el economista.
Según el estudio de la consultora ODH, sólo 23% de las empresas en Venezuela está teniendo acceso al crédito, de los cuales 11% son financiamientos en divisas.
A su juicio, las políticas públicas deben incentivas la reactivación de este sector económico, con estrategias de corto, mediano y largo plazo.
Empresas petroquímicas y químicas trabajan máximo a 30% de su capacidad instalada
Por su parte, el presidente de Asoquim, Guillermo Wallis, aseguró las empresas petroquímicas y químicas del país trabajan entre 20% y 30% de la capacidad instalada.
«Eso quiere decir que la industria nacional tiene la capacidad de duplicar o triplicar la producción y poder llenar los anaqueles de productos hechos en Venezuela, con la calidad a la que nosotros estamos acostumbrados», sostuvo.
En ese sentido, detalló que desde Asoquim han planteado varias propuestas a corto, mediano y largo plazo para lograr la reactivación general de este sector.
«Las propuestas a corto plazo arranca por reducir las extensiones arancelarias en los productos terminados e inclusive en materia prima, de manera que permita que la industria venezolana que no produce la materia prima pueda competir en igualdad de condiciones con esos productos importados», apuntó el presidente de Asoquim.
Otra propuesta es que la Ley de Armonización Tributaria -que ya fue promulgada por el Ejecutivo- «se ponga en práctica porque hoy en día cuando el gobierno tiene que aumentar su recaudación, que tiene todo el sentido, lamentablemente lo está haciendo con muy pocas empresas, que son las empresas serias de este país que pagan sus impuestos, pagan todos sus tributos, IVA, Impuesto Sobre La Renta».
Wallis acotó que desde Asoquim lo que proponen es que con la Ley de Armonización Tributaria «en vez de concentrarse siempre sobre las mismas empresas, eso se amplíe en el ámbito general. No hace falta aumentar la carga tributaria a esas empresas, lo que falta es distribuir esa carga tributaria entre todas las empresas».
Al ser consultado sobre los posibles escenarios para el sector tras la flexibilización de las sanciones económicas contra Venezuela, comentó que aún está muy recién y habría que ver cómo operan en particular cada empresa.
Agregó que los sectores más afectados dentro de la industria petroquímica y química en Venezuela son: pinturas, higiene del hogar y cuidado personal.
«En los anaqueles más de la mitad de los productos son importados y eso básicamente va en contra de la producción nacional. Quiero recordar que cuando un producto es importado, eso es un producto que se deja de hacer en Venezuela y no solo es el producto en sí, sino que tenemos que hablar de toda la cadena de suministro», describió el presidente de Asoquim.
PIB, ventas y financiamiento
Wallis recordó que, según cifras del Banco Mundial, «más de la mitad de las transacciones que se hacen en Venezuela, de una u otra manera, corresponden a un producto que tiene un ilícito comercial», mientras que «aproximadamente 30% y 35% del PIB de Venezuela está relacionado con los ilícitos comerciales en mayor o menor grado, directa o indirectamente».
El presidente de Asoquim también indicó que este año las ventas en este sector han disminuido con respeto a 2022.
«Al principio de año se hablaba de 20% y 30% de caída en las ventas y eso viene dado por múltiples factores: productos ilícitos, caída en la demanda nacional y necesidad de las empresas de financiamiento», ratificó.
En ese contexto, Asoquim propuso propiciar el financiamiento local, frenar la importación de productos que llegan sin pago de aranceles y sin cumplir con los debidos regímenes fiscales, así como «propiciar un adecuado nivel de producción arancelaria, concluir con la homologación y simplificación del sistema tributario fiscal y parafiscal y, establecer un marco legal que permita a la industria competir en igualdad de condiciones».
Aseveró que 70% de las empresas petroquímicas y químicas del país han coincidido en que la falta de inversión es uno de los principales problemas que enfrenta el sector, donde el Estado venezolano juega un rol importante.
A su criterio, debe convertirse en el «principal promotor» de la producción privada, avanzar hacia la transición energética con la reducción de las emisiones de los gases, que es uno de los mayores desafíos para la industria petroquímica.
Wallis agregó que el Estado y el sector privado deben trabajar de la mano para diseñar políticas públicas que estén destinadas a estimular estos avances y lograr el restablecimiento de las cadenas de suministro del sector químico, que va desde la agroindustria hasta la producción petrolera.
«Para ello, se necesita desarrollar la base de recursos de hidrocarburos para ofertar condiciones de suministro competitivos, recuperar niveles de producción de crudo y gas natural, continuar con el desarrollo de licencias y proyectos de gas libre y desarrollar la infraestructura y demás servicios petroquímicos», manifestó el vocero de Asoquim.