Quisiéramos ir más rápido, es la autocrítica que se hace Juan Guaidó al cumplirse dos meses desde que se juramentó como presidente encargado de Venezuela, y aunque cuenta con el respaldo de más de 60 países, Nicolás Maduro sigue ocupando el Palacio de Miraflores y teniendo el poder.
Fue el pasado 23 de enero cuando Guaido juró asumir formalmente las competencias del Ejecutivo nacional como el Presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, el gobierno de transición y las elecciones libres, fecha que a partir de ese momento tendría una doble connotación histórica y no solo por conmemorarse 61 años del golpe de Estado contra el general Marcos Pérez Jiménez.
Durante estos dos meses han habido aciertos y desaciertos según Guaidó. Sin embargo, para el guaireño son más los logros que se pueden contabilizar en este tiempo transcurrido, entre los que destaca la construcción y reimpulso del Plan País, la ayuda humanitaria, el bloqueo de recursos internacionales a la administración de Maduro y el reconocimiento de su legitimidad por parte de la comunidad internacional.
Lo más acertado ha sido la construcción de la ciudadanía, de reconocernos como mayoría y de ejercer la mayoría en las calles de Venezuela, de construir un Plan País, del posible financiamiento de cada una de las áreas de ese plan, la ayuda humanitaria y la recaudación de fondos para esa ayuda porque no hemos tocado un céntimo de fondos públicos para atender a nuestra gente, dijo Guaidó.
El también presidente de la Asamblea Nacional enumeró los pasos que han dado durante estos 60 días.
1. Logramos el reconocimiento de más de 50 países como presidente encargado de la República y desconocimiento del usurpador.
2. Contamos con el importante respaldo la OEA, Grupo de Lima, EE.UU., Unión Europea, Colombia, Brasil y el Banco Interamericano de Desarrolla (BID)
3. Hemos nombrado a 35 embajadores venezolanos para fomentar el apoyo y la cooperación internacional.
4. Creamos tres (3) centros de acopio que continúan recibiendo ayuda humanitaria para atender la grave crisis justo en nuestras fronteras. Ubicados en Cúcuta Colombia, Roraima Brasil y Curazao Caribe.
5. Hemos recaudado más de 100 millones de dólares que están resguardados y destinados para atender la emergencia humanitaria.
6. Creamos la coordinación del Programa Ayuda Humanitaria para Venezuela y VoluntariosxVenezuela con más de 500 mil venezolanos registrados listos para accionar ante la crisis humanitaria.
7. Hemos logrado una importante protección de activos y bienes de todos los venezolanos.
8. Tomamos el control de Citgo y diferentes cuentas bancarias del estado.
9. Nombramos la junta administrativa de Petroquímica de Venezuela (Pequiven) que está en Colombia.
10. Recuperamos sedes diplomáticas en EE.UU, Colombia y Panamá.
11. Contamos con apoyo para evitar que el usurpador evada las sanciones de la comunidad internacional. El banco ruso-venezolano Evrofinance Mosnarbank es sancionado y bloqueado.
12. Decretamos la prohibición de envió de petróleo a Cuba
13. Junto al apoyo de diferentes gremios y sectores de la nación, elaboramos un Plan País para que una vez cese la usurpación, y lograr superar la profunda crisis en la que nos encontramos de la forma más rápida posible.
14. A nivel nacional estamos instalando Campamentos Humanitarios para ir atendiendo a los venezolanos más vulnerables. Más de 4 mil venezolanos están siendo atendidos en 10 puntos.
15. Para avanzar en el cese de la usurpación aprobamos la Ley de Amnistía y el acuerdo para la incorporación, reinstitucionalización y fortalecimiento de la FAN.
16. Contamos con más de 1.000 funcionarios de la FAN que han decidido ponerse del lado de la constitución y el pueblo, y muchos más se siguen sumando.
Lo bueno y lo malo
Oscar Valles, jefe del departamento Estudios Políticos de la Universidad Metropolitana, considera que entre los aciertos de estos dos primeros meses de Guaidó, está la articulación de las fuerzas cívicas por el cambio en amplios sectores sociales y políticos del país, el mensaje de cambio sustentado en etapas de proceso (no inmediato), gerencia de la crisis en el marco de una política exterior con alianzas estables y exitosas, el bloqueo y resguardo de capitales y valores internacionales que aceleran la concreción de la primera etapa (cese de la usurpación).
Valles esgrime como desaciertos que ha concentrado esfuerzos bajo el esquema de «ayuda humanitaria», algo que lo obliga a depender del quiebre de las FAN para lograr su ingreso. Sobre la base de su análisis, Guaidó no ha tomado en cuenta otros factores fundamentales para el quiebre de la coalición dominante, como gobernadores, alcaldes y jefes políticos del PSUV. No ha logrado mantener un equilibro entre los compromisos que es capaz de honrar y los logros que es capaz de alcanzar y no ha incorporado a su entorno estratégico nuevos actores y fuerzas cívicas que hoy le reclaman una nueva estrategia.
-Él dice que durante este mes no han podido cumplir con los lapsos prometidos, ¿esto es una debilidad? ¿Es por falta de voluntad política de él por la complejidad del caso venezolano o naturaleza del régimen?
-Pienso que Guaidó maneja solo una fuente de inteligencia estratégica, cuando debería manejar varias fuentes precisamente por la complejidad del contexto venezolano y la naturaleza de régimen. Esto le evitará manejar un esquema lineal y unidimensional, incapaz de prever y responder ante circunstancias fuera del libreto. Un esquema de inteligencia estratégica de varias fuentes distintas le permitiría una visión 360º para atacar varios objetivos simultáneos bajo el mismo esquema. Mi recomendación es que constituya otros grupos de trabajo estratégico en competencia, nutriéndose de todos ellos para considerar las mejores opciones en cada fase del proceso.
-¿Sus decisiones son legítimas? ¿Cómo se ejecutan las decisiones que toma?
-Hasta ahora un buen número de sus decisiones se han tomado en las plenarias de la Asamblea Nacional con una legitimidad incuestionable. Por ejemplo, la designación de representantes ante gobiernos extranjeros. Pero, en general, pienso que su capacidad legítima para ejecutar decisiones no debería ser un criterio para evaluar su gestión al frente de cambio político: debe más bien centrarse en su capacidad política para articular y ejecutar el cese de la usurpación.
-¿El respaldo de la ciudadanía a Guaidó puede considerarse visceral?
-Sabemos -hasta el mismo Guaidó lo sabe- que la gente apoyaría absolutamente a quien asumiera la presidencia de la AN y también las funciones ejecutivas según el Art. 233 de la Constitución. La cuestión aquí es que, además, Guaidó tiene condiciones de liderazgo natural propicias para esa posición. Resultó ser un presidente de la AN formidable. Ahora le toca mostrar lo propio al frente del rescate de la libertad y la democracia. Es aquí donde deberá distanciarse de ejercer liderazgos providenciales y ampliar su circuito a nuevos actores y fuerzas que, sin duda, le serán necesarias.
Designación del nuevo CNE
Eugenio Martínez, consultor y analista político, considera que hay un error básico en la forma en la que se ha dado este proceso desde el pasado 23 de enero y lo resume en el orden en los factores en que se tomaron algunas decisiones.
Que el acto del 23 de enero se hiciese antes de la aprobación en la AN del Estatuto para la Transición, en buena medida, explica toda la confusión que existe sobre lo que hizo Guaidó, que muchos lo consideran proclamación y en buena medida ese error que hay de interpretación en la comunidad internacional tiene que ver con que el acto se hizo antes de aprobar dicha Ley de Transición, considera Martínez.
El especialista asegura que en este momento el tiempo juega a favor de Guaidó, mientras no exhiba derrotas importantes o mientras pueda exhibir a la gente hechos concretos de su gestión como Presidente encargado.
Sobre la estrategia de Maduro, explica que el gobernante juega a la estrategia del año 2002: Dejar que el tiempo corra para que se diluya el apoyo interno hacia Guaidó, para que las diferencias entre la oposición afloren y para que la coalición de la comunidad internacional empiece a mostrar algún tipo de fracturas.
Aprobar el Estatuto para la Transición a destiempo, según las consideraciones de Martínez, tiene consecuencias.
No se ha difundido lo suficiente. De hecho, la renovación de los Poderes Públicos, incluyendo el poder electoral, pasa primero por el punto 1 del mantra que ha expuesto Guaidó, que es el cese de la usurpación y la conformación de un gobierno de unidad nacional. Ninguno de esos procesos que está previsto dentro del Estatuto para la Transición, sea designar un nuevo CNE o un nuevo Tribunal Supremo de Justicia, se puede dar si previamente no cesa la usurpación, no hay un gobierno de transición.
Cree que lo que pudiese ocurrir, según lo que se ha dicho en las últimas reuniones, que hay sectores políticos interesados en cambiar el orden de los factores y si ese fuese el caso, designar a los rectores del CNE sería un tema de acuerdo político como se hizo en el año 2003 para el referendo revocatorio de Hugo Chávez.
El nombramiento de las autoridades del Poder Electoral se ejecuta manteniendo la hoja de ruta que ha marcado Guaidó y la establecida en el Estatuto para la Transición, la designación de las autoridades del CNE llevaría dos o tres meses una vez que se den esas condiciones previas, dice Martínez.
Respaldo Solido
De acuerdo con la encuestadora Hercon Consultores, la aceptación de Guaidó es sistemática y no solo se evidencia en los estratos A y B, sino también en los estratos C,D y E.
Marcos Hernández, director de la firma, explica que su popularidad ascendente y sostenida desde el 5 de enero es porque Guaidó es percibido como un líder emergente, su discurso es empático y no es un militante ortodoxo.
La gente encontró a un líder supra partido, es decir, su liderazgo va más allá de su identificación con el partido Voluntad Popular. La gente no siente que no es un político tóxico, dijo Hernández.
Las mediciones de Hercon Consultores comenzaron el 5 de enero cuando tomó posesión de la presidencia de la Asamblea Nacional. Para el 23 de enero su respaldo en la población venezolana rondaba 65%, una semana después (28 de enero) ya supera 78% y en los días sucesivos se ha mantenido con 80% de respaldo a pesar de los altibajos de la dinámica política.
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