En una jornada para el recuerdo, que marcó el retiro como jugador activo del veterano lanzador Yohan Pino, en un auténtico juego de toma y dame, Caribes de Anzoátegui lanzó su tercer flechazo de la final (15-10), para colocarse a solo un triunfo más de revalidar su corona de campeón.
Llegaron a Valencia con ventaja de 2-0 en la serie, pero los Navegantes del Magallanes fueron con toda la disposición de dar batalla y así lo demostraron con sendos triunfos, los días jueves y sábado, que les permitió equilibrar la balanza.
No hay quinto malo
Como otra demostración de que La Nave no se iba a dar por vencida, así por así, el quinto juego fue vibrante y explosivo; ambas novenas se combinaron para 25 carreras y 31 indiscutibles.
El ahora exlanzador Yohan Pino tuvo una salida destacable, pintándole cuatro importantes ceros a la toletería filibustera. En ese lapso, únicamente le hicieron daño en el segundo capítulo, cuando permitió un doblete productor de Jesse Castillo y un jonrón de dos carreras de Carlos Pérez.
No obstante, en la sexta entrada Pablo Sandoval lo recibió con un descomunal estacazo, seguido por sencillo de Leonardo Reginatto, luego pasó por bolas a Castillo, lo que significó su salida del encuentro con dos carreras más a su cuenta, pues el brasileño anotó con dobles seguidos de Cade Gotta y Rayder Ascanio ante los envíos de Wilfredo Ledezma.
Para ese momento, Caribes mantenía la ventaja en la pizarra, que a la postre le serviría a Pino para llevarse la victoria. La Tribu había capitalizado en las tres primeras entradas del compromiso, con par de rayitas en el propio primer episodio, y rallies consecutivos -de cuatro carreras cada uno- en el segundo y tercer tramo; a ese punto ganaban 10-8.
Yohan Pino cuelga los spikes
Luego de 18 temporadas de tránsito por el circuito local, el derecho de 38 años de edad pone punto y final a su carrera como lanzador. La mayor parte de su trayecto profesional la recorrió con el uniforme de los Tigres de Aragua, desde su debut en la 2004-2005, hasta la 2018-2019 cuando se unió a la disciplina magallanera.
Después de tres temporadas con los eléctricos, el turmereño se trasladó -en principio- a tierras marabinas, para su primera y única campaña con las Águilas del Zulia en la 2021-2022; fue tan breve su aventura rapaz que, ante los malos resultados del equipo zuliano, fue traspasado a los Bravos de Margarita a mitad de campeonato.
Caribes le dio la oportunidad a Yohan Pino de mantenerse activo durante la postemporada, ante la eliminación de los insulares. Con los anzoatiguenses disputó el Round Robin y ahora la Gran Final.
Como siempre hay una primera vez, incluso si es en el ocaso de una carrera, Pino -que había tenido hasta 15 apariciones en finales de la LVBP, cuatro de ellas como abridor- obtuvo su primera victoria en un juego por el campeonato este domingo, en labor de cinco entradas, en las que permitió cinco carreras limpias y recetó a cuatro bateadores.
“Me fue a dar la pelota y le dije que esa no, ‘con esa te quedas tú’. Le di su abrazo y le pedí otra bola al árbitro”, reveló Mike Álvarez, mánager de Caribes de Anzoátegui.
“No sabía qué hacer, ya le iba a entregar la bola y me dijo que no, que era mía, y me dio la mano. Ahí fue cuando reaccioné y dije que se había acabado mi carrera aquí en Venezuela. No es nada fácil, no fue una decisión sencilla de tomar, pero sabía que este día iba a llegar en cualquier momento”, agregó Pino.
Ahora Yohan asume la responsabilidad de enfrentar nuevos retos en su carrera profesional, ahora en labores de técnico. El aragüeño aceptó ser instructor de pitcheo de la academia de los Marlins de Miami en República Dominicana.
La Tribu al asalto del barco
Caribes viajó a Valencia -donde le tocó navegar en aguas turbulentas- con ventaja de 2-0. Allá vieron esfumarse, por momentos, esa ventaja; pues Magallanes se las arregló para igualar la balanza y tener en sus manos un nuevo comienzo. No obstante, los orientales enderezaron su curso y ahora regresan a casa con ventaja y el título a tiro.
Es de conocimiento público que en el Alfonso ‘Chico’ Carrasquel, Caribes se crece y suele ser inexorable, despiadado… letal. De hecho, de por vida en Puerto La Cruz, en cuanto a instancias finales se refiere (recordemos que la zafra pasada no pudieron jugar en su patio), los aborígenes tienen récord de 15-7; contra Magallanes se han apuntado cinco victorias de siete posibles.
Asimismo, el tener que remontar una serie que estaba 2-0 no es tarea fácil y son pocos los equipos que lo han logrado en nuestra pelota. Desde la 2009-2010, solo dos equipos han sido capaces de darle vuelta a un panorama adverso como ese.
Los Leones del Caracas lo hicieron en la 09-10, para derrotar en siete juegos a los Navegantes del Magallanes y obtener el que hasta ahora es su último título de campeón. Mientras que los Tigres de Aragua hicieron lo propio en la 15-16, ante los propios turcos.
De 24 finales que se han jugado al mejor de siete encuentros, solo seis equipos han sido capaces de revertir una desventaja de dos juegos a cero; lo dice la historia, Magallanes tiene todo en contra en su búsqueda del campeonato, pero todavía las cartas no han sido echadas y la última palabra no ha sido dicha.
Esta noche, Caribes buscará dar el golpe final y revalidarse como el campeón que representará a Venezuela en el Caribe, donde solo falta la delegación criolla para tener definido el torneo. Por su parte, los filibusteros quieren, a toda costa, contra viento y marea, forzar el séptimo juego y pelearse la corona en igualdad de condiciones.